Los Simpson: La casa-árbol del terror IV (TV)
Sinopsis de la película
En el tríptico anual de terror, Bart presenta tres historias de noche de Halloween basadas en cuadros de la galería del espanto : en una, Homer vende su alma a Ned Flanders a cambio de un donut, en otra, Bart ve un malvado gremlin al lado del autobús, en la última, una parodia del Drácula de Francis Ford Coppola, Mr Burns es el famoso vampiro.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Simpsons: Treehouse of Horror IVaka
- Año: 1993
- Duración: 22
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Opinión de la crítica
Película
7.7
32 valoraciones en total
En ya su segundo especial de Halloween, David Silverman (responsable de cinco especiales más), uno de los directores del primer capítulo de Los Simpson, Los Simpson: Buenas noches (el cual recomiendo a todos los empedernidos fans de esta magnífica serie), y a su vez, director asiduo de ésta, nos presenta una nueva parodia de terror. Los clichés son los mismos de siempre: se cambia la personalidad de algún personaje como excusa argumental de una de las historias (véase Ned Flanders en esta ocasión), se finaliza de forma trágica (pero siempre con un humor peculiar), se producen algunas muertes brutas (sin dejar de ser un episodio para todos los públicos), se producen algunas situaciones llenas de fantasía y sin sentido (desde el buen sentido de la expresión) y de paso, se parodia alguna película (esta vez, Drácula de Bram Stocker y Los Gremlins).
El mérito que tienen estos especiales es el hecho de crear humor a partir del terror. Su objetivo no es otro que el de hacer reír, de una forma distintiva respecto a la mayoría de capítulos de la serie. Esto es más bien una tragicomedia realmente divertida que funciona a la perfección. Se nos cuentan pequeñas historias que no decaen, muy probablemente debido a su corta duración, pero que resultan muy recomendables.
Llega, como todos los años, la noche de los muertos, o Halloween para los americanos, y si el ir casa por casa recogiendo golosinas (y molestando a la pobre gente) se ha convertido en tradición, también lo es regresar al lado de nuestra familia favorita para ver a qué nuevas amenazas surgidas del inframundo deben enfrentarse esta vez…
Contaba con pocos años de existencia, pero en 1.993 Los Simpson no dejaba de crecer y era considerada por muchos la mejor serie emitida en la televisión norteamericana, con diferencia, el caso es que ya se había alcanzado la 5.ª temporada, en la cual se hallan algunos de los mejores episodios (como Homer en el Espacio Exterior , Explorador de Incógnito o El Niño que Sabía Demasiado ), y el equipo de Matt Groening se tenía que preparar como cada año para otra sesión de La Casa-árbol del Terror …muy a su pesar, ya que los episodios del especial eran, de lejos, los más complicados de llevar a cabo.
Bajo la batuta de David Silverman, director habitual en la serie (y responsable, además, de la irregular película estrenada en 2.007), se reunieron de nuevo seis guionistas, entre los cuales destacaba el conocido presentador Conan OBrien, quien entró a formar parte de las filas de Groening y Brooks desde 1.991 a 1.993 (y al que se le homenajearía en Bart se hace Famoso ). Suya fue la idea para la introducción de aquel 4.º especial, tomada de la popular serie de los 70 Night Gallery , con Bart poniéndose en la piel de Rod Serling, su creador (el mismo de The Twilight Zone ) y presentando así las tres terroríficas historias siguientes, sin olvidar el clásico consejo de Marge sobre la violencia que vamos a presenciar:
-La primera tiene por título The Devil and Homer Simpson , donde éste pide una rosquilla a cambio de su alma, plegaria que escucha un Satán encarnado por el mismísimo Ned Flanders (como él dice, siempre es quien menos se espera ), al que pretende engañar dejando la susodicha rosquilla a medias…pero la tentación le vencerá, por supuesto, llevándole a vivir las más horribles torturas en el Infierno. Comienza el especial con el mejor de los tres capítulos, el más endiabladamente divertido, y ello tergiversando, desde un humor negro grotesco y a menudo incluso repulsivo, el relato The Devil and Daniel Webster de Stephen Benét (llevado a la gran pantalla en 1.941 por William Dieterle), un juicio presidido por algunos de los más infames personajes de la Historia da paso a un final impagable.
-En el segundo cuadro mostrado por Bart aparece el autobús del colegio y la historia que protagoniza se llama Terror at 5½ Feet , donde el anterior vivirá un viaje de pesadilla al ver a un monstruo manipulando en el exterior del vehículo para averiarlo, cosa que no creerá ninguno de los presentes. Frenética parodia del famoso capítulo Nightmare at 20.000 Feet de The Twilight Zone llena de intriga y humor negro en la que Bart toma el relevo de William Shatner como el asustado pasajero que hará lo imposible por matar al bicho, retornando así a la leyenda de aquellos gremlins que destrozaban los motores de los aviones durante la 2.ª Guerra Mundial. Geniales los cameos de Flanders (que tendrá peor suerte que en el anterior relato) y de los alienígenas Kang y Kodos, cuya aparición no podía faltar.
-Una historia basada en un cuadro de Marcellus Coolidge, supuestamente demasiado fuerte para la audiencia da paso a una simpática recreación del Drácula de Bram Stoker con el siempre maquiavélico sr. Burns dando vida al legendario conde, cuyo castillo se halla en Pennsylvania, será Lisa, esta vez, la que intente frustrar los planes de Burns y salvar a su familia de ser convertida en secuaces del anterior. Homenaje al terror gótico de la Hammer con alguna referencia a Jóvenes Ocultos , gotas de mal gusto, humor negro y un suspense bien conducido hasta ese inesperado giro y un colofón en clave de parodia de La Navidad de Charlie Brown que hay ver para creer.
Aun con un segmento algo irregular (el de Bart y el gremlin), la nueva entrega de La Casa-árbol del Terror resultó, como era de esperar, otro gran éxito para la Fox, convirtiéndose en lo más visto de la semana. La imaginación de los guionistas no daba signos de agotamiento y volvieron a ofrecer a los teleespectadores un gran show…virtud que hoy día brilla por su ausencia en la serie.
Pero en aquella época su calidad era aún indiscutible, y este 4.º especial, donde se caricaturiza a algunos de los villanos más legendarios de todos los tiempos, es un buen ejemplo de ello.
Años dorados para unos Simpson que estaban tocando con la yema de los dedos el cielo. Solamente así se puede explicar una capacidad de síntesis inigualable que permite hacer tres parodias atinadísimas de Fausto, un clásico de la ciencia ficción y el mito de Drácula. Y todo ello con una gracia e ingenio envidiables que convirtieron a la familia amarilla en una referencia televisiva sin precedentes.
Un Halloween muy especial que dejaría algunas escenas memorables y que cumple la máxima de un equipo de guionistas que por aquel entonces se exigían mucho: la referencia dentro de la referencia. Hay muchos chistes disfrutables en estos veinte minutos sin necesidad de saber de qué están hablando. Pero, claro, la verdadera y deliciosa rosquilla es entender exactamente de dónde sacan la inspiración.
El estado de forma en esta cuarta entrega e la casa-árbol del terror es absolutamente top y ha envejecido a las mil maravillas (imaginemos el impacto que tendría la historia del señor Burns con la película de Coppola recién estrenada en los cines).
Para las personas aficionadas a escribir comedia, a revisitar ese gremlin al que solamente Bart atina a ver en el autobús. Son minutos de absoluto in crescendo donde se saca jugo absoluto a secundarios tan maravillosos como el director Skinner o el jardinero Willie.
Perros jugando al póker. Totalmente delirante.
No voy a enrollarme así que voy al grano.
El diablo y Homer Simpson: Un desarrollo muy acorde con el personaje, con un contrato irrompible, ¿entienden? i-rrompible.
Terror a metro y medio: Nunca he visto el episodio en el que se basa este segmento, pero me entretiene.
El Drácula de Bart Simpson: Me gusta mucho la animación de este episodio, y el final, eso si es épico.