Los pianos mecánicos
Sinopsis de la película
Vincent, un joven parisino, llega al pequeño pueblo español de Caldeya, invitado por su buen amigo Reginald. Allí encuentra a Pascal Regnier, un novelista en crisis, que pasa sus vacaciones con su hijo. Regnier le presenta a Jenny, la propietaria de un club nocturno.
Detalles de la película
- Titulo Original: Los pianos mecánicos
- Año: 1965
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
5.2
66 valoraciones en total
Los pianos mecánicos representa la última gran obra de Bardem puesto que la decadencia de este autor se inicia justamente a partir de la siguiente película que rodó. Bardem crea un ambiente fascinante en todo momento y en una localidad playera como escenario desarrolla una historia que llega a conmover profundamente al igual que ya consiguió conmover en Calle Mayor lo que demuestra su versatilidad al conseguir emocionar con dos obras tan distintas de tono y de ambientación. El sabor de Los pianos mecánicos es agridulce y hay una especie de triángulo amoroso de gran complejidad y unos personajes entrañables llenos de matices. Melina Mercouri está genial en un fascinante personaje que desea volver a reir como en otros tiempos. James Mason hizo su mejor interpretación en Lolita pero aquí también está muy convincente como padre de Didier Haudepin que es un niño que entra en el mundo de los adultos con gracia y tiene además un carácter entrañable. Hardy Krüger está tan brillante como sus tres compañeros en el reparto y tiene el personaje más complicado e inestable. Los intérpretes secundarios funcionan también y en la película se combinan muy acertadamente la tristeza y la amargura con la esperanza y la alegría. El conjunto de la obra queda muy equilibrado. Una película especial sin duda.
A través del programa Historia de nuestro cine , en La 2 de TVE, tengo la oportunidad de ver esta película. Un auténtico bodrio del año 1965. Los pianos mecánicos es un compendio de disparates cinematográficos con un guión de auténtica risa y que ha sido elaborado con una especie de corta y pega de diálogos literales de la novela que escribió Henry François Rey. Es decir, una traslación de fragmentos de dicha novela que nada tiene que ver con el de una narración de cine. Por eso todo resulta tan caótico, incomprensible y ridículo.
El director, Bardem, da la impresión de que se desinteresó por completo de dirigir y poner orden en lo que sucede en su película. Todo está mal, incluso el vestuario, porque en pleno agosto y en la Costa Brava los personajes aparecen excesivamente abrigados.
Como digo, es un desastre total, con topicazos por doquier y actores pésimamanente perfilados: el escritor de éxito borrachín (James Mason) y con facilidad para ligar con jovencitas turistas, la devora-hombres Melina Mercuri, el homosexual tristón que de pronto deja de serlo y se lía con la susodicha Melina, el pintor extravagante y por supuesto bohemio, y formando parte de la coreografía, los españoles, que la mayoría de las veces aparecen como una especie de chusma.
Como el guión es tan pésimo y la dirección inexistente, hay escenas en las que el personaje de Melina Mercuri resulta tan patético (véase lo que sucede en la habitación del hotel de Barcelona cuando se pintarrajea y se viste con las flores), que inevitablemente provoca la carcajada del espectador.
Para mayor inri, esta película fue enviada al festival de Cannes representando a España. Puaff.
Estamos en la España de unos años en que determinados temas no se podían explicitar en el cine, como era el de la homosexualidad. Nada más arrancar la película y en la gasolinera, hay que fijarse bien en las miradas de Vincent (Hardy Krüger) al joven empleado. Bardem ha contado con un buen plantel de actores, hasta del niño que interpreta a Daniel. Este es el hijo de Regnier (James Mason) que realiza la mejor interpretación en el papel de un escritor muy aficionado a la bebida. Parece como si Bardem, como director, no hubiera podido dominar a esos monstruos de la interpretación, que por otra parte parece que están en España, más que para actuar en una película, para pasarse unas vacaciones. Melina Mercuri está espectacular de presencia en el papel de Jenny, pero su actuación es muy pobre y en muchos momentos parece imitar a Joan Crawford, con una entrada que recuerda mucho a Johnny Guitar, aunque la aparición cubierta de gladiolos es antológica. J.Antonio Bardem ha querido hacer una crítica a esa sociedad burguesa e inútil que pasa la mayor parte de su tiempo en diversiones y sin preocuparse por los problemas de los demás, pero en realidad la crítica más feroz se la llevan esos personajes muy españoles que aparecen circunstancialmente mezclados en los saraos y con los papeles verdaderamente denigrantes. Sin embargo si parece que funciona esa historia de amor que pretende redimir a Vincent y Jenny. La música, muy a la moda de los sesenta entre la burguesía, mezcla de jazz y rock, no le pega como acompañamiento de lo que deberá ser una crítica a la sociedad que gustaba de ella. Se salva un pequeño trozo de algo que parece música griega y que lógicamente acompaña a Melina Mercuri.
Poco destacable trabajo de ese irregular director que fue Juan Antonio Bardem, genial en sus inicios (Cómicos, Muerte de un ciclista, Calle Mayor), mediocre al final, como curiosamente les ocurre a tantos directores españoles famosos.
Es una película extraña, española, rodada en Cadaqués con sus preciosos exteriores, pero con todos los actores extranjeros, algunos de ellos más perdidos que un pulpo en un garaje. Crítica a la burguesía de aquel entonces, que en el fondo es la misma de siempre, con su hipocresía, sus escabrosas relaciones amorosas y demás típicos ingredientes propios de ese tema. El guion no es malo, pero está desarrollado a medias, da toda la impresión de que el miedo a la censura hizo estragos en Bardem y se refrenó bastante más de lo que hubiera querido. Incluso estoy seguro que hay varias escenas cortadas (alguna de ellas muy evidente), como si hubiera una versión completa y la versión oficial que se distribuyó, aunque no he podido confirmarlo en ninguna web especializada.
El gran problema de la película son las interpretaciones. Sólo James Mason está muy bien, siempre fue un gran actor. Melina Mercuri, pues no tanto, cumple con profesionalidad, pero demasiado fría, falta fuego en su actuación. De todas formas, siempre me pareció mejor cantante y activista que actriz, pero es una opinión personal. En cuanto a Hardy Kruger, mal, siempre fue un actor muy flojo y en esta película lo demuestra, aparte de estar más desubicado que la Pantoja en un congreso de Astrofísica. Pésima elección, francamente. Los secundarios, para olvidar, nada destacable.
Resumiendo, película con pocos puntos de interés, muy irregular. Creo que no llega al aprobado, no puedo recomendarla.