Los ojos de Julia
Sinopsis de la película
Julia regresa a Bellevue con su marido para visitar a su hermana, que está casi ciega debido a una enfermedad degenerativa de la que intentó operarse sin éxito. Al llegar, descubren que se ha suicidado. Julia no sólo debe afrontar la pérdida de su hermana, sino también la pérdida de toda esperanza para detener su inminente ceguera, pues ella sufre la misma enfermedad y parece compartir su mismo destino.
Detalles de la película
- Titulo Original: Los ojos de Julia
- Año: 2010
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
Película
6.1
81 valoraciones en total
De nuevo el thriller español y su apego al story board. Las secuencias no reposan, las ves llegar. El plano se mantiene tenso constantemente. El ángulo, la invención, el hallazgo, no hay pausa en ellos, no transpira la tensión ni el susto . La idea no se traduce a imágenes.
El guión frecuenta los recursos evidentes de cualquier pupitre de redacción cinematográfica. Las siembras cantan, la estructura trillada… Contra ello lucha la convicción de un director que, pese a todo, se cree la peli. Y eso le da cierto chance a la paciencia del espectador en algunos tramos. Lo malo es que al creérsela la engorda. La engorda con planos disgregados, secuencias reiterativas por su insistencia en no ofrecer calmas tras las, innumerables, tormentas. La engorda al tratar de meterlo todo, pero haciendo más hincapié en los elementos convencionales que en los personales (suspense de género al uso, preponderancia del ejercicio de estilo sobre la narrativa cohesionada, sanguinolencias…).
Y sin embargo, esos elementos personales están. Y no están mal. Dos puntos:
-Un romanticismo exacerbado de resonancias hitchcockianas (ingenuas, sí, mal distribuidas en un guión vendido a las necesidades del thriller, fallidas, pero con intenciones que van más allá del trámite a los efectos de definir personajes).
-La base psicológica en los traumas del antagonista y su heroína (estupenda la forma de hacernos partícipes de su terror oscuro). Esa base psicológica son cuestiones apuntadas pero que se olvidan al tener únicamente peso estructural, no de fondo*-**.
-Un desarrollo no estrictamente realista en la configuración del misterio (cuestión que se va a la mierda al dar explicaciones, claro, pero que previamente traza interesantes insinuaciones sobre los traumas y las desconfianzas).
-Y luego, las influencias ya señaladas por los críticos profesionales en planos subjetivos y detalle con cuchillo jamonero y ocultación malabarista de rostros a lo giallo, la evidente referencia a El fotógrafo del pánico por la cámara y el rictus post mortem, etc.
Pese a todo, al final el trámite se impone al invento. El efectismo a la psique. Y hemos de soportar la falta de contención en los detalles, un tercio final que acumula tensiones bien ideadas pero no tan bien ejecutadas, o una resolución con absurdas revelaciones (previsibles en el mejor de los casos, indiferentes en el peor).
Me sigo quedando con El habitante incierto. Peli donde el suspense escondía una ambigüedad de comportamientos que señalaban directamente las cicatrices del alma. No las de la córnea.
No recuerdo haberme reído tanto en una sala de cine desde hacía tiempo. Recuerdo cuando el cine español desprendía cutrez en sus vestuarios, en sus escenarios, en su fotografía…pero al menos esa cutrez formaba parte de una historia más o menos coherente. Esta película es todo lo contrario a esto, tiene un diseño de producción elegante, todo parece atractivo a la vista excepto la película o mejor dicho el guión. No entiendo como alguien con esta historia puede conseguir que se la produzcan, en serio, me parece una falta de respeto a la gente que escribe bien en este país y no consigue nada. El sello Del Toro no es de calidad ni mucho menos, debería usarse como el Parental Advisory de la música, para avisar de que nos alejemos lo máximo posible. La historia es una constante burla al espectador, al que el director/guionista pretende obligar a hacer un ejercicio de credibilidad sobre lo increíble. En definitiva, que si te quieres reir un rato está bien, pero de lo triste que es.
En España también se hace buen cine queridos amig@s, basta ya de prejuicios con el cine patrio, basta de criticar antes de ver, basta de criticar sin sentido porque una película es española después de ser vista. ¿Se hace mal cine en España? sí, por supuesto, pero que también se hace bueno que no quepa la menor duda. ¿Acaso en EEUU todo lo que se hace es bueno? para que salga una buena película antes hemos visto 100 bazofias. En fin, después de este arrebato chovinista pero sincero y racional, paso a mi pequeña opinión, ya que no la puedo considerar crítica, sobre esta película de suspense de Guillem Morales.
Los ojos de Julia es una gran película que mantiene (hablo desde mi punto de vista por supuesto) en vilo dos horas seguidas y hacen que se te pasen rápido y no mires qué hora es. Sólo con eso ya merece el aprobado.
La película comienza con el ¿suicidio? de la hermana gemela de Julia (Belén Rueda), que por cierto, está ciega.
Julia sospecha de si ha sido un suicidio o un asesinato y ahí comienza la película. Con gran intriga vas haciendo tus cábalas mediante pasan los minutos hasta el clímax de la última media hora.
Pero la cosa no queda ahí, la actuación de Belén Rueda y especialmente la de Pablo Derqui son sublimes. Si la actuación de Pablo Derqui la hubiese hecho Robert de Niro lloverían las alabanzas, que no os quepa la menor duda.
Está bien hecha, no tira de fantasmadas para resolver la película ni deja cabos sueltos, la fotografía logra angustiarte y las actuaciones por lo general son muy buenas.
Y vosotros preguntaréis: ¿por qué le das un 8 y no un 10 si son todo alabanzas? Pues por tres detalles que pondré en el spoiler.
Morales intenta homenajear al maestro del suspense. Sin embargo, tropieza con un thriller que se le va de las manos y su homenaje se queda simplemente en el parecido físico entre los dos Norman Bates.
Lo cierto es que la película no empieza mal. Se plantea un interesante caso de un supuesto suicidio del que poco a poco se van averigüando cosas. Bueno el planteamiento de la ceguera que permite al director tener la (no)iluminación a su favor.
Sin embargo, la película pierde fuelle hacia la mitad del metraje. El espectador se da cuenta de que no es una película de terror, sino que lo que le produce esa tensión es sólo la música. Siempre la maldita música falseándolo todo.
El colofón viene al final, a la hora de buscar explicaciones. Guillem se enreda, se pilla los dedos y no convence. Las preguntas que ha planteado a lo largo del filme no están a la altura de las explicaciones . Y tampoco es que esas preguntas fuesen nada del otro mundo. Lo típico en un típico thriller: ¿quién? ¿cómo? ¿por qué?…
A Guillem se le quedan grandes unas preguntas no tan grandes
Dicen que las comparaciones son odiosas y Guillem Morales lo sabrá ahora más que nunca. Hace seis años sorprendió a todos con una cinta de bajo presupuesto, claustrofóbica e incomprensible a la que ya se tacha de cine de culto. Desde el momento que se supo que iba a ser apadrinado por Guillermo del Toro, todas las miradas se dirigieron a la que iba a ser la segunda obra del alumno aventajado de la ESCAC.
Resulta inevitable comparar Los ojos de Julia con la ópera prima de Bayona. A pesar de los intentos de Morales de sostener que sólo tienen en común la actriz y la producción, no nos engañemos. Ambas cintas comparten al excelente director de fotografía Oscar Faura y al músico Fernando Velázquez. Pero más allá de aspectos técnicos, a los que no hay que reprocharles absolutamente nada, está la sensación de descontrol que inunda la pantalla. Un guión que se tropieza en cada peldaño, que únicamente busca los sobresaltos en la butaca y poco más. Porque si algo tiene Los ojos de Julia es que es puramente efectista. Consigue lo propuesto, sustos comerciales con alguna escena para el recuerdo. Pero no sólo es comparable con el éxito de Bayona. Morales parece, por momentos, rescatar El Habitante Incierto. Jugar con los espacios como el mayor de sus elementos proporcionan a la cinta el aire angustioso que supuso su primera obra. Pero si de algo presumía El Habitante Incierto es que no resuelve incógnitas para que cada uno las interprete cosa que este último trabajo lo deja bien masticado y el problema está en la rapidez con que es resuelta la trama, lo demás son sólo escenas logradas para el deleite del espectador palomitero.
El gran acierto de Los ojos de Julia es su protagonista. Aplaudí la decisión de Belén Rueda al abandonar esa basura televisiva de Los Serranos para dedicarse a ofrecer grandes interpretaciones como hasta la fecha. Y a pesar de que se nota cierto encasillamiento en su filmografía (El Orfanato, El Mal Ajeno) es preciso resaltar que esa mirada de susto se está convirtiendo en una marca. Si Belén Rueda está sublime no menos el siempre convincente Lluis Homar o la inigualable Julia Gutiérrez Caba.
Mucho se criticó en su día que El Orfanato era una copia insípida de Los Otros, ahora Morales debe asumir que a su nueva cinta le lluevan las críticas negativas al ser comparada con la obra de Bayona. Culpa de ello, además de lo mencionado, es que se use como reclamo en el cartel publicitario El nuevo thriller de los productores de El Orfanato De todos modos que no desespere, otros vendrán que bueno te harán.
Lo mejor: la escena en el vestuario femenino.
Lo peor: la innecesaria metáfora final.