Los novios de mi mujer
Sinopsis de la película
El matrimonio formado por Emilio Antúnez y Charo llega a La Molina, dispuestos a pasar unos buenos días de vacaciones. Charo, previendo que iba a encontrarse con gente importante, se lleva un elegante guardarropa, que no tarda en lucir en su encuentro con Aurora, una antigua compañera casada con el multimillonario Taboada.
Detalles de la película
- Titulo Original: Los novios de mi mujer
- Año: 1972
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
3.6
44 valoraciones en total
La película va de una mujer que pilla a su marido poniéndole los cuernos y la mujer se venga pagándole con la misma moneda: poniéndole los cuernos a él, y en eso consiste la película, en que la mujer anda buscando un hombre con quiien ponerle los cuernos a su marido, por eso la película tendría que llamarse la venganza de mi mujer y no los novios de mi mujer porque no son novios, son un conjunto hombres de los cuales seleccionara uno para vengarse del marido
Un argumento de interés liviano y un guión con escasa mordiente dan lugar a una película de inspiración escasa que gusta recrearse en un espíritu de apariencia iconoclasta como si provocar fuera su intención última.
Llegado un momento la historia cobra cierto atractivo y deriva hacia un planteamiento con encanto -cuando el ojo por ojo hace acto de presencia en la pantalla- pero a base de reiterar los gags y ofrecer escenas recurrentes, la atención del espectador se va diluyendo en metros de rodaje que parecen de relleno.
La falta chispa, enjundia y algo de visceral comicidad que es lo que siempre se espera en este tipo de producciones.
Y desde el punto de vista cinematográfico la película resulta anodina.
A. Landa acierta en el tono que corresponde a su papel pero debe reseñarse que la intervención de A. Pajares es realmente brillante.
Una de las cinco colaboraciones de Alfredo Landa y Esperanza Roy, señorita que nunca me ha llamado la atención pero que después de verla de refilón en Guapo heredero busca esposa (1972), esta película se me pasó, con una botas altas marrones muy llamativas, mi simpatía hacia ella ha crecido. Aquí sin embargo, no luce mucho lo cual no quita que vuelvan a aparecer el puñado de extras de rigor con botas de varias formas, largura y colores, lástima que a la mayoría no se les vea bien. Yo de todos modos me quedo con la rubia del concesionario y con una negrita que aparece justo al final con unas de su mismo color que es que son perfectas. A todo esto, con Los novios de mi mujer estamos viendo una comedia típica española si bien con un argumento algo surrealista más sugerente de lo habitual, con una especie de adulterio de por medio que habrá que ver hasta dónde llega (SPOILER). No es que sea muy graciosa pero es simpática, tiene algún punto y en conjunto, se hace entretenida.
De todas maneras lo mejor son los valores que proyecta este tipo de cine franquista, sometido a censura, o sea, que lo que aparece es lo que al régimen acepta o promueve. Pues el caso es que en una conversación entre dos señoras se dice lo siguiente: Creo que si Emilio me engañara no se lo perdonaría Eso es muy español pero ahora estamos en Europa, querida Ah no, por ahí no paso. No le respeto yo, pues ¿Porqué va ser diferente para él? . Y ¿quién es la primera?, pues Charo (Esperanza Roy) la protagonista, que es todo lo contrario de una mujer moderna o igualitaria, que de hecho no ha trabajado nunca, le pide el dinero al marido, ni se conoce formación, ni nada. Pero cuando se huele el adulterio le forma un pollo a Emilio (Alfredo Landa) que vamos, le pide hasta la separación. En fin, lo reaccionario es rebelarse ante los cuernos y lo progre, aceptarlos, como dice la otra, que es lo moderno. Si es que es evidente pero es tal la propaganda que la gente se cree la mentira.
Este es el título que merece. El original no se corresponde con la realidad.
A Alfredo Landa, a raíz de su éxito haciendo de mariquita en No desearás al vecino del quinto , le ofrecieron hacer cinco películas en donde repetía ese papel. A cambio, eligió encasillarse en un varón ibérico de gran atractivo para las suecas. Y así llegó el landismo, al que pertenecen las películas como esta de nulo nivel, con un pésimo montaje, guión hecho a patadas y poco que sacar en claro.
Poco tiene que ver el inicio con el nudo y más tarde con el desenlace. Nada es creíble ni conexo. Llama la atención, no obstante, la presentación de Pajares en un papel similar a aquel de Landa o de López Vázquez antes, varones que se hacen pasar por afeminados para ganarse la vida…