Los implacables, patrulla especial
Sinopsis de la película
En Nueva York, para reforzar la lucha contra la mafia y los gángters, se ha creado un grupo especial de la Policía, formado por siete hombres, con total independencia y amparados en su anonimato. Son los seven-ups , un grupo de élite que pronto se demuestra muy eficaz contra el crimen… El director Phillip DAntoni -que no dirigió luego más películas- había sido el productor de éxitos similares anteriores como Bullitt (1968) and French Connection (1971).
Detalles de la película
- Titulo Original: The Seven-Ups
- Año: 1973
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
6.3
58 valoraciones en total
Después del exitazo de French connection: contra el imperio de la droga , Philip D´Antoni volvió a reunir a gran parte del equipo del clásico de 1971 (Scheider, Don Ellis, Tony Lo Bianco, Hickman…) solo que esta vez, cometió el error de no contratar de nuevo a Friedkin para que dirigiese este extravagante y a su vez soso filme de acción que carece de gancho en lo que argumento se refiere, pero con escenas de acción muy conseguidas (véase la escena de la persecución de coches en la que Scheider estrella accidentalmente el techo del suyo contra un camión).
De nuevo el ya mencionado Roy Scheider, encarnando estupendamente un papel muy similar a su Buddy Claudy Russo de French connection , sólo que esta vez, el protagonismo pasa a sus manos. Roy Scheider es Buddy Manucci, rudo y eficiente líder de una unidad de 7 policías de narcóticos apodados Los implacables .
De nuevo Tony Lo Bianco, encarnando al corrupto sin agallas del filme, como ya hiciera en French connection .
REPITO, NO ES French connection ni mucho menos, pero al menos se puede ver. Esta peli hubiera dado para más si la hubiese dirigido un director como William Friedkin (el idóneo, sin duda), no un habitual a producir películas como es el caso de D´Antoni, sin ninguna experiencia como director.
Para fervientes admiradores de Roy.
Esta película está descatalogadísima.
En el túnel de lavado te lavan y te enceran el coche por $ 1,25, pero también te lo aligeran, o se te cuelan dentro. Asistir a un lavado de coches es experimentar angustia. Es una pena que este tipo de películas setenteras esté tan olvidado porque esto es cine real, no hay más que ver las localizaciones de las calles y en especial de los suburbios, escombros y basura en las cunetas de las vías del tren y en los caminos de tierra aún pendientes de asfaltar. Tiene una persecución automovilística de dos modelos de Pontiac como pocas puedan verse, de hecho se puede asegurar que irrepetible, el equipo de producción tenía en su cuenta el film Bullitt (1968) y se nota la afición. Ahora con tanto efecto digital la espectacularidad puede que sea mayor pero la trampa también. Aquí los escenarios son reales y los mafiosos no son como los de ahora, hoy te presentan a tipos atractivos, finolis, charlatanes, muy enterados y versados en el sadismo, aquí puedes disfrutar de auténticos personajes grises, con pocas ganas de hablar, con gabardina y gafas, y la recortada escondida. Tampoco existe ese desmadre de tiroteos con juegos malabares para cambiar los cargadores, aquí los tiros son escasos, se producen cuando deben y el ambiente gana en autenticidad. No es que tenga mucho pero es una historia con visos de verdad que encantará a los buenos aficionados.
Roy Scheider tiene una colección de películas policíacas y de intriga de primera magnitud. Los implacables, patrulla especial, es una excelente película, tristona como los días de invierno, no hay que rajar de ella, está bien trabajada, escrita y dirigida. La puntúo en su espacio reservado, en su rincón, el que corresponde a su género, la puntúo de acuerdo a la satisfacción recibida a éste, su seguro servidor. Muchas gracias.
Es curioso que esta película se encuentre al día de hoy como un poco injustamente olvidada, de hecho hasta ahora contaba con una crítica anterior, es de justicia reivindicarla y contextualizarla en el tiempo que fue concebida y lo que ha aportado en su tiempo.
Después de haber sido el productor en Bullitt y The French Connection a Philip D Antoni le debió quedar el gusanillo de hacer una tercera película de género Thriller/Policíaco al poco, en este caso en 1.973 produce y dirige, ahí es nada.
A Bullitt se la reconocerá no por su trama pero siempre por la fantástica persecución entre el Mustang y el Charger, con respecto a The French Connection pues también contiene una persecución interesante, pero el elenco actoral y la historia que engancha desde un principio es un punto a favor y quizás la persecución entre el coche y el tren quede un poco relegada.
En esta película se repite elenco actoral en parte como Roy Scheider y Tony Lo Bianco ya anteriores de French Connection , se repiten escenarios concretamente en Nueva York y en este caso tenemos una historia que pese a no enganchar demasiado no deja de resultar interesante, en dicha historia que nos cuenta la película se imponen sindicatos del crimen, secuestros, traiciones y la lealtad y la amistad se ven tocadas por poderosas razones, argumentos muy en linea de los años 70, a destacar su banda sonora y score de Don Ellis muy de su tiempo y que casa perfectamente con el ritmo y la acción.
Parece que el señor Phillip D Antoni quería otra persecución a su manera, al estilo Bullitt y vaya que lo consigue, esta se rodaría durante 4 semanas y algunas escenas de mucho peligro solo se podrían hacer en una sola toma, tiene por lo tanto mucha miga y hilo que cortar.
Asistiremos alrededor de la mitad de la película entre una persecución entre el coche de los chicos malos, un Pontiac Grand Ville nuevecito y otro Pontiac, un Ventura también de estrena del señor Scheider, asistiremos a un espectaculo por las calles de Nueva York de velocidad, derrapaje y excelentes tomas y planos en medio del tumulto tráfico, por si fuera poco dura alrededor de 10 minutos.
Solo por estas escenas de coches que incluso están al mismo nivel de Bullitt o superior merece la pena ver la película y trasladarse al tiempo de el todo o nada, nada de efectos especiales, nada de planos videocliperos de un segundo de duración, lo siento, no lo aguanto, aquí solo hay que contemplar como los coches se deslizan entre el tráfico y las calles de Nueva York a toda velocidad y los especialistas se dejaban la piel en los coches y en cada toma, no obstante uno de los coches es conducido por Bill Hickman, que obtiene un papel en la película y que recordaremos por ser el malo con gafas y vestido de negro que conducía el Charger que perseguía McQueen en Bullitt , aquí Hickman también conduce y de que manera.
El doblaje de la película excelente, a cargo de Rogelio Hernández, Ricardo Solans, Constantino Romero, etc…no se puede pedir en ese caso ni reclamar nada.
Esta película, Los implacables patrulla especial o The seven ups se encuentra editada en DVD en España desde hace unos años, en buena calidad de definición, es una buena oportunidad de completar la filmografía del señor DAntoni en el ámbito policíaco de los años 70, ideal para ver complementar con Bullitt y The French Connection al mismo tiempo, establecer una valoración y elegir entre ellas según lo que nos guste más de una película o de otra.
La realización bordea lo televisivo y la historia no engancha, al principio no se entera uno muy bien y luego tampoco es que sea de lo más. De hecho la impresión que me quedó es que la única razón por la que alguien ideó ese argumento tan endeble era para poder rodar algo, lo que sea, cualquier cosa. La unidimensional condición de todos los personajes, las exageradas reacciones que hay en algunas escenas y la irrelevancia generalizada que desprende el proyecto avalan mi hipótesis. Si bien la escena del principio ha estado muy bien, en los cuarenta minutos siguientes solo he visto a un montón de tíos con abrigos feos y anticuados, yendo de un lugar para otro, viéndose con otros y preguntando por nombres particulares. Todo ello sin un hilo conductor claro y con un ritmo carente de pegada. Scheider, incluso en sus películas más pequeñas, siempre tuvo la capacidad de resultar carismático, o al menos de sobresalir, por muy mediocre que fuera el metraje en cuestión. En está ocasión me resulta algo insípido y eso que lo dobla es uno de mis actores de doblaje favoritos.
La dirección, ruidosa, recreándose siempre en lo estridente, propia del cine de los setenta y ochenta suele ser de mi agrado, pero en este caso al no haber un acompañamiento narrativo que me mantenga en tensión pues la he encontrado hasta cargante y pesada.
A la persecución automovilística se le ven las costuras: aunque esté bien rodada algunos trucos se detectan con facilidad.