Visión nocturna
Sinopsis de la película
A ocho años de haber sido violada en una playa cercana a Santiago, una joven cineasta arma con decenas de vídeos-diario un caleidoscopio en el que aparecen las heridas del abuso, los re-victimizantes procesos judiciales y la amistad que la acompaña. Al revisitar estas imágenes surge un diálogo entre la luz y la oscuridad, mientras permanece la extrañeza ante el mundo. En ese viaje se desprende la pregunta: ¿Qué es en realidad una violación y cuándo termina?
Detalles de la película
- Titulo Original: Visión nocturna
- Año: 2019
- Duración: 78
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Opinión de la crítica
Película
5.8
79 valoraciones en total
*Carolina y Gary en Visión Nocturna
La película Visión Nocturna comienza en su preámbulo con una declaración de principios distinguiendo tres tipos de luces existentes, la que encandila, la oscura que no deja ver y la que está en penumbra. Desde sus reflexiones personales sobre la violación y el largo proceso judicial la directora Carolina Moscoso enhebra una película muy personal.
Partiendo de un luctuoso suceso la directora realiza un documental terapéutico afrontando los hechos sucedidos con una mirada poliédrica en busca de su liberación del trauma.
Alterna en planos paralelos temporalmente grabaciones reales personales, experimentaciones visuales y secuencias sobre la evolución del procedimiento judicial abierto tras la violación.
Visión Nocturna comienza situando como eje principal de la película el suceso de la violación describiendo con detalle como conoció a su agresor Gary, entonces menor de edad. Dos semanas después graba las primeras imágenes en un viaje con una amiga a la isla de Chiloé.
Intercala en la narración testimonial la grabación nocturna en modo night shot que interactuando con la grabación diurna quedan sobreexpuestas experimentando con la luz y las imágenes borrosas.
El atractivo visual original y novedoso queda lastrado con la dirección de sonido de Mercedes Gaviria que en muchas ocasiones es defectuosa ante una dicción confusa que hace dificultosa su audición correcta.
Las siguientes secuencias muestran la recogida de Carolina por su padre, algunas escenas en la casa familiar con su madre y hermana, además de su primer relato a una amiga de lo sucedido.
Visión Nocturna continúa con el desarrollo del largo procedimiento judicial tras el reconocimiento médico apenas dos horas después de la violación para realizar el Informe Médico Legal. Documentalmente se detallan sus partes principales que son necesarias completar antes de su envío al órgano judicial correspondiente.
*Procedimiento judicial versus experimentaciones visuales
Nuevas experimentaciones visuales de la cámara en el modo Visión nocturna realizadas por la directora recrean la plasticidad de un pequeño fuego encendido en el campo. Carolina Moscoso, guionista con María Paz González ilustra las sensaciones de revictimización del interrogatorio que cuestiona la verosimilitud del testimonio oral de la víctima. También se fija en la presión que sufre en el reconocimiento del agresor entre fotos de personas distintas debiendo valorar su propio grado de certeza.
El montaje de Juan Eduardo Murillo va dosificando adecuadamente los diversos elementos paralelos para mostrar la perspectiva poliédrica de Visión Nocturna. Éste enfoque del tratamiento judicial de la víctima se complementa con las declaraciones negadoras del agresor sobre la violación y su relación con Carolina.
Después la película empieza a mostrar el afrontamiento terapéutico con María Quiñelén con quien apenas podía hablar. Ésta curadora vidente emplea métodos adivinatorios y terapéuticos alternativos a partir de la lectura de manos y lunares de la cara. Le manda pintar 49 wiphalas o dibujos geométricos coloristas. Con ese método hace interpretaciones esotéricas a partir de los colores y sus simbolismos con los cuatro elementos de la Naturaleza, las estaciones del año y los animales.
Extrañas y en ocasiones confusas interpretaciones terapéuticas para limpiar su mundo onírico.
El desarrollo secuencial de la película vuelve para mostrar el accidentado discurrir de la investigación judicial ante las dificultades para tomarle declaración como víctima tras repetidas citaciones.
La cámara una vez más vuelve a recrearse en nuevos experimentos visuales a partir de largas secuencias como la de su desplazamiento en bicicleta y grabaciones submarinas con focas. Tal vez la directora trata de contrarrestar la dureza de la investigación judicial de la violación suavizándola con la recreación visual estética simbolista.
*Visión nocturna, documental poliédrico
A lo largo de Visión Nocturna la música original de Camila Moreno lleva su propio ritmo en sus temas diversos, algunos de ellos cantados por la propia directora Carolina Moscoso. En ocasiones están bien encajados con las secuencias y en otras teniendo vida propia e independiente.
A medida que la película se encamina a su final también se van cerrando las posibilidades de que prospere el archivo de la causa judicial por la insuficiente carga penal sustentada. Silvio, el abogado de Carolina, trata de que se reabra el caso pero se encuentra la oposición judicial por falta de consistencia. Incomparecencias a citaciones judiciales y no aceptar examen sexológico para posible toma de rastros biológicos del agresor, además de la falta de máxima certeza en el reconocimiento visual. El fiscal no puede reabrir el caso al haber prescrito a los cinco años por ser el agresor menor de edad cuando se cometió el delito.
Una simbólica secuencia alegórica de movimiento de cámara dispersa sobre la fachada del edificio de enfrente enfoca el relato final. Protestas nocturnas tras el cierre del caso como telón de fondo tras quedar impune penalmente la violación.
Su abogado Silvio le desea que sane sus heridas por vías distintas ante la cerrazón judicial. Ante ello Carolina viaja a Papurdo, la localidad costera donde el imputado cometió la agresión. Aquí describe la víctima como un fuego ardiente cómo son nueve años después sus sensaciones postraumáticas. Graba el lugar mientras lo recorre afrontando el suceso de la agresión a modo terapéutico tratando de cicatrizar las heridas emocionales.
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Escrito por Fernando Gálligo Estévez