Los fabulosos Baker Boys
Sinopsis de la película
Jack Baker y su hermano Frank trabajan desde hace muchos años como pianistas en salas de fiestas. Como todos los músicos han pasado por buenos y malos momentos, pero una noche su actuación es un fracaso tan estrepitoso que acaban siendo despedidos. Es entonces cuando se les ocurre la idea de contratar a una cantante para relanzar su espectáculo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Fabulous Baker Boys
- Año: 1989
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
Película
6.5
76 valoraciones en total
Como dice Berini, Bridges está fenomenal y lo mejor de la película es ese tono de elegante melancolía sin llegar a lo sentimental: todo esto es muy difícil de lograr con un guión tan escueto y unos diálogos tan precisos, tan justos, todo el proyecto —como en el mejor teatro— se basa en el juego actoral y estos tres maravillosos actores se entregan a tope de principio a fin, porque la realización tiene ese punto justo, ese tempo que exigen los directores a sus cómicos para que el espectador contenga la respiración y pueda sentirse partícipe del drama y la comedia que se representa para él.
Cuando acaba la película se espera una lenta caída de telón con los personaje a medio andar, tardaríamos en estallar en aplausos: habría un minuto de emoción intensa antes de aplaudir, acción que no es otra cosa que la mejor manera que tenemos para agradecer a los artistas su amabilidad, su encendida generosidad para mostrarnos partes de nuestra existencia.
Y en este juego, Jeff Bridges se encuentra con un personaje muy importante, muy interior, que le envuelve y le atrapa por completo. Pero nada sería posible sin la hermosísima Pfeiffer que aquí juega de manera espléndida tres riquísimo perfiles emocionales en el antes, mientras y después de una relación amorosa. A Beau le toca el papel menos agradecido con lo cual tiene gran mérito que lo componga como lo hace.
Señoras y señores, no se pierdan Los fabulosos Baker boys , un trío de amiguetes a quienes les deseas lo mejor.
En el panorama cinematográfico actual, con guiones-basura que no tienen detrás nada más que la nada más absoluta y sometido a la tiranía de los efectos especiales, encontrar un film honesto como Los fabulosos Baker boys con una dirección competente que utiliza una narrativa clásica, sustentada en un excelente guión, se transforma en todo un estimulante hallazgo que nos devuelve la ilusión por una forma de hacer cine que creíamos desaparecida para siempre.
Partiendo de una premisa atractiva, -dos hermanos que actúan en salas de fiesta como pianistas contratan a una cantante para que revitalice y relance su espectáculo-, que pudo acabar una vez más en un producto vació de contenido, el film se eleva con facilidad y nos ofrece un interesante estudio sobre la condición humana. La delgada línea que separa el éxito del fracaso, los sueños que perdemos a jirones a lo largo del camino, la dificultad para comunicarnos y la imposibilidad de alcanzar la felicidad son los ejes básicos de su discurso. Con unas interpretaciones memorables de los hermanos Jeff y Beau Bridges destaca, sin embargo, la deslumbrante performance de una Michelle Pfeiffer pletórica que firma su mejor interpretación hasta el momento. Dando un autentico recital como actriz, valiente a la hora de asumir el riesgo de cantar, aún le quedan agallas para ofrecernos un numero fascinante -su sensual actuación cantando con un precioso vestido rojo sobre el piano que toca J. Bridges- que ha pasado por derecho propio a la iconografía del cine. Sencillamente inolvidable.
Profundamente triste y romántico, cáustico y agridulce a partes iguales, sin hacer concesiones gratuitas a la galería es, sin duda, uno de los films más interesantes y bellos del cine americano de los últimos años, y deja en evidencia a aquellos que opinan que las buenas historias no interesan a nadie, olvidando que lo clásico es siempre lo más moderno. Imprescindible para cinéfilos nostálgicos.
Francesc Chico Jaimejuan
Barcelona 23 de septiembre de 2005
El la quiere, intuye que ella también lo hace pero… es demasiado fría, independiente, demasiado solitaria para querer estar con un tío. Además, no cree en un futuro, solo en el momento.
Ella lo quiere, más de lo que deja reflejar su rostro, el encuentro de sus miradas es más fuerte que cualquier contacto físico. La distancia es sólo una pose, lo ama también.
Pero no se quedan el uno por el otro, ¿por qué tanto miedo a decir te quiero? Ambos prefieren una vida sin sobresaltos, sin problemas… y evitar la pasión, los celos, el amor. Prefieren una línea recta a una discontínua.
Ambos son cobardes, pero no durará siempre, están destinados a encontrarse, al menos una vez mas.
Es imposible olvidar a Michelle Pfeiffer cantar el ‘Makin’ Whoopee’, que en los años 20 popularizara Eddie Cantor, subida en el piano de cola de una sala de fiestas repleta de ricachones celebrando la Nochevieja. Imposible no caer rendido a sus sinuosas y frágiles formas, vestida de rojo carmesí, contoneándose y jugando con Jeff Bridges en uno de los números musicales más memorables y mejor rodados (en ‘travelling’ circular apoyado con certeros cenitales) de todos los tiempos. Nunca Jeff Bridges sonó tan melancólico en sus ácidas palabras, en su gesto cínico, de maltrato emocional y necesidades afectivas. Ni su hermano Beau Bridges a una altura tan inalcanzable como la ternura que desprende su personaje. Michelle Pfeiffer bordó el papel de su vida, uno de los roles destinados a marcar una carrera, asumido con riesgo a la hora de cantar y con una contundencia interpretativa que pocas veces se han vuelto a ver en una pantalla de cine.
‘Los fabulosos Baker Boys’ es una de las películas que marcaron mi adolescencia, me insinuaron de cómo y de qué manera funciona la vida. Veinte años después de su estreno se ha convertido, sin perder un ápice de fascinación y magia, en una cinta imprescindible en mi estantería.
Me encanta esta película. Se ha convertido en una de mis favoritas, no me canso de verla. Sencilla, clásica, con un final adecuado, real como la vida misma y con unas actuaciones maravillosas. Siempre me ha gustado Jeff Bridges, es un placer verle actuar, es atractivo, discreto, me parece un actor de lo más completo. Junto a él su hermano en la vida real, Beau Bridges, con una trayectoria cinematográfica más discreta pero igualmente competente. El tira y afloja que hay durante todo el film entre los dos hermanos mantiene el interés de la cinta. La chica de la historia es la bella Michelle Pfeiffer, una actriz que ha dejado ya más que claro que no es sólo una cara bonita, da gusto verla actuar una vez más. Aparece en un papel muy secundario Jennifer Tilly, correcta. Es una película ideal para ver en versión original y su música es bastante buena. En la producción se encuentra el director Sydney Pollack.