Los crímenes del museo de cera
Sinopsis de la película
El escultor de un museo de cera tiene una fuerte discusión con su socio, porque este pretende incendiar el local para cobrar el seguro. Años después, mientras el profesor Jarrod intenta reconstruir el museo, se producen extrañas desapariciones.
Detalles de la película
- Titulo Original: House of Wax
- Año: 1953
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
Película
6.7
49 valoraciones en total
Lamentablemente la he visto doblada así que puede que me haya perdido grandes interpretaciones como la del escultor que es un personaje memorable, ojalá lo hubieran tomado en cuenta para hacer su remake (no se de que otra forma llamar a esa cosa protagonizada por la Hilton) como al ayudante sordomudo que seria la referencia del villano principal de la nueva versión.
Tal vez la antigüedad de la película sea la responsable de que no me haya dado el más mínimo miedo pero no voy a negar que es entretenida y emocionante al principio y al final. La pelea inicial y la escena de la guillotina están muy bien hechas al igual que las figuras de cera que parecen actores quietos (increíble que medio siglo después el arte no haya progresado).
Film que mezcla terror, con la intriga angustiosa de una protagonista que se ve perseguida por su enorme parecido a una obra de arte realizado por un gran escultor, que por altibajos de la vida y un incendio en su museo se ve privado de su mayor obra ( Maria Antonieta), trastornado mentalmente tras lo sucedido y ver como lo que más quería sus obras de cera se ven reducida a la nada en una secuencia trepidante de lucha un poquito anticuada pero con ritmo en el interior del museo ardiendo.
Aquí recuperamos a un jovencísimo Charles Bronson que no se llama así en la peli, si no con su nombre original Charles Buchinsky en el papel de Igor, este nombre es el que recibe el la versión de Curtiz para el escultor desequilibrado por sus obras.
Quien halla podido disfrutar de su versión antigua, dirigida por un gran Michael Curtiz le encontrara un asombroso parecido con esta buena obra de André De Toth, excepto que en el film de Curtiz la protagonista es una periodista metomentodo, a mi parecer le hicieron un gran favor a cargarse ese personaje que en la versión de De Toth, ya que hace pesadísima y cargante.
Yo pude volver a ver estas obras gracias al DVD, pues las dos versiones están en el disco de Los crímenes del museo de Cera (además en V.O.S) y los pude disfrutar de nuevo, bueno de nuevo la de Vincent Price, pues la otra no la había visto aun.
Aunque entre ellas se lleven 20 años tampoco la diferencia es tan grande, a no ser el color anticuado de la de Curtiz, parece estar coloreado, por lo demás la diferencia no es excesiva y también es agradable de ver, pero no como yo que las vi seguidas y parecía estar viendo la misma película pero con actores y color diferente, aunque personalmente y sintiéndolo mucho pues soy de los que opinan que las mejores versiones son las originales (siempre hay excepciones ), en este caso me quedaría con la de André De Toth, más intrigante y historia más completa.
A todos los que nos encantan las películas que Vicent Price realizó en los años sesenta con Roger Corman sabemos que le debemos algo a André De Toth. Fue él quien mucho tiempo antes de aquellas entrañables colaboraciones que dieron algunas de las mejores películas de serie B del género, el que se decidió a dar al señor Price el tipo de papel que le marcaría para siempre. Y sucedió aquí, en este pequeño gran clásico del cine de terror titulado Los crímenes del museo de cera.
Como muchos sabéis ya, se trata de un remake, y lo pongo entre comillas por un motivo, no ya gramático, sino mucho más artístico. La cinta anterior que realizó Michael Curtiz estaba literalmente perdida y se encontró casi por milagro mucho años después. Muy poca gente la había visto o recordaba, por eso era una necesidad reactualizarla. Y no lo digo porque la antigua sea ñoña, al contrario, se hizo poco antes de que entrara el código Hays a escena y es por tanto muy descarada, pero no es una verdadera película de terror. Esta sí.
Aunque fue por su novedoso sistema realizado para verla con gafas 3D lo que hizo de ella un reclamo de su tiempo, lo cuál no deja de ser un elemento superfluo en una película que no lo necesita para destacar.
La historia es una perfecta mezcla de El fantasma de la Ópera, Frankenstein o El Doctor Jekyll. Pero lo que le da el plus es sin lugar a dudas las figuras de cera. Tengo debilidad por los museos de cera, suelo visitar siempre que puedo todos los que existen. Los hay mejores y peores, pero hasta el más flojo tiene mucho encanto. El de Madrid está francamente bien. No olvide darse una vuelta por allí este otoño.
En mi opinión la mejor película de André de Toth, aunque vitalmente lo mejor que hizo fue casarse con Veronica Lake, eso sí es un éxito.
Por cierto un tal Charles Buchinsky, que luego se llamaría Charles Bronson, hace uno de sus primeros papeles en esto del cine. Parece otra figura de cera, aunque no lo sea.
Nota: 7,8
Buena película que mezcla la intriga con un miedo que se basa en la tensión y en la angustia de los sitios cerrados y los hechos por suceder, creando momentos en los que se llega a sentir cierta claustrofobia. Esto sucede con mayor fuerza según se acerca el final del film.
Una de las mejores escenas, sin embargo, no tiene mucho que ver con lo anteriormente descrito, si bien sí que te mantiene en tensión por ver cómo será el final, y ésta es la de la pelea inicial en el museo de cera en llamas. Buena acción y logrados efectos especiales.
En seguida se ve el ente malo del film, pero según avanza éste van surgiendo nuevos factores que hacen que creas nuevas cosas, que elabores nuevas hipótesis, llegando a un momento en el que te das cuenta de que no sabrás toda la verdad hasta el final. No es que sea un final impredecible, pero la historia crea varias posibilidades y nunca te atreves a apostar totalmente por una sola.
Los gritos desmesurados que se dan, los sustos no tan justificados que se pegan los protagonistas y los puñetazos impactados en las peleas, pero demasiado separados, bajan la calidad del film. Pero el ambiente y su desarrollo hacen del largometraje una buena peli sin duda.
La realización de la obra corrió a cargo del experimentado y eficaz director André de Toth, que consiguió elaborar una intriga en clave de terror de gran interés y de notable aceptación por parte del público en los primeros años 50 del siglo pasado. Rodada en tres dimensiones, la versión que prescinde de ellas pierde una parte importante del impacto visual de la versión original. El guión se basa en una historia interesante, ajustada, rica en matices, que el director aprovecha con habilidad y buen oficio. Los efectos de intriga y de terror se dosifican a lo largo de la película de modo que el interés y la zozobra del público se mantienen de principio a fin de la proyección. La interpretación de Vincent Price, Frank Lovejoy y Carolyn Jones son sobresalientes. Por otro lado, la música, la fotografía y la cámara aportan una contribución positiva y relevante a la creación del clima de angustia que envuelve al espectador hasta un desenlace final no previsto y sorprendente. La película constituye un potente clásico del cine de terror, que el paso del tiempo no ha conseguido devaluar.