Los amantes de María
Sinopsis de la película
Casi al final de la Segunda Guerra Mundial, (1939-1945) el soldado Iván Bibic (John Savage), que ha sido prisionero de guerra, regresa a su ciudad dispuesto a reunirse con María (Nastassja Kinski), el gran amor de su vida, su musa desde la infancia. A pesar de que su padre, el señor Bibic (Robert Mitchum), intenta convencerlo de que una mujer deseada por todos no es la compañera más conveniente, su profundo amor por ella lo lleva a luchar tenzmente para conseguir casarse con ella.
Detalles de la película
- Titulo Original: Marias Lovers
- Año: 1984
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
5.8
31 valoraciones en total
La escena en que Mitchum visita a Nastassja y ella está fregando el suelo es para mi, algo inolvidable. Es algo que se te queda grabado en la mente cuando lo ves con quince años y que con frecuencia hace que despiertes sudando en la cama pensando que tú eres ese suelo.
Ese escote, ese cuerpo mojado y sudoroso, esa diosa a cuatro patas.
Aún con cuarenta años sigo sintiendo lo mismo al verla tirada en el suelo fregando y que me dure muchos decenios esa sensación de deseo carnal.
Siento parecer salido pero es lo que siento siempre que viene a mi mente, ya que lo tengo grabado y me marcó con quince años.
Andri Konchalowsky dirige excelentemente esta película. La historia es deprimente, Konchalowsky la envuelve en un ambiente y atmósfera de falta de horizontes y depresión en un pueblo de Pensilvania en EE.UU. no apta para gente melancólica, triste o introvertida, pues podría crearles una crisis de angustia o acentuarles los pensamientos malsanos.
Lo que Konchalowsy trata de manera magnífica es el tema de la sexualidad, con disfunción por parte del varón, en una pareja de hombre-mujer que se aman. El amor sexual es básico para que el amor platónico no se deteriore ni se quebrante. Este es el argumento esencial de la película. Y lo presenta centrándose en un militar regresado de la II Guerra Mundial en el Pacífico, donde fue prisionero de guerra de los japoneses y ha vuelto con la psique marcada por pesadillas y las terribles experiencias pasadas, lo cual desemboca en que tiene problemas de impotencia o disfunción erectil precisamente con la mujer que más ama, no con las otras que no ama. Algo que está estudiado y analizado científicamente como un hecho más frecuente de lo que parece en muchos hombres, los cuales por lo general no padecen impotencia y sin embargo ante determinadas mujeres por las que sienten una gran atracción, se quedan repentinamente impotentes y no logran que la sangre les riegue bien el pene hasta endurecerselo. ¿Por qué? Por motivos psicológicos, normalmente cuando intentan hacer el amor con la mujer más deseada, les inunda una gran ansiedad, un enorme desasosiego, que provoca una disfunción en el proceso biológico-natural de su miembro sexual masculino.
Dicha disfunción tiene casi siempre remedio y hablando de ella con especialistas en la materia se soluciona, de lo contrario difícilmente se mantiene el compromiso o la vida bien avenida de una pareja de enamorados.
Fej Delvahe
Lo que más me llamó la atención es la interpretación de Nastassja Kinski, tan candorosa y a la vez, tan sensual… pero demuestra una indecisión propia de una chica un poco tímida. Creo que es una gran historia, donde el romanticismo y la determinación salvan a los personajes de una vida pueblerina y condenada.
Andrei Konchalovsky, para quien no lo sepa a co-guionizado algunas de las películas con Andrei Tarkovski, además de ser hermanastro de Nikita Mijhalkov (otro grande, aunque irregular). Tiene otra hermosa película rodada en EEUU: el tren del infierno, donde de nuevo sus personajes son unos perdedores a quienes salvará su sacrificio y su determinación.
No, no es cierto que la guerra termine el día aquel en que uno de los bandos se declara rendido y el otro proclama su victoria. La guerra prosigue después e individualmente, en la conciencia y en la psique de todos aquellos que cometieron actos atroces o que fueron víctimas de estos. Otros, revivirán una y otra vez, el miedo aterrador que sintieron ante determinadas situaciones de peligro. Muchos más, vivirán carcomidos por el odio que aprendieron a sentir por el enemigo. Y algunos más, sentirán repetirse, muchas veces, las pesadillas que reflejan el horror sentido en el campo de batalla.
Ivan Bibic, es uno de aquellos soldados que siente lo de estos últimos, y en los sueños lo asedian ratas sangrantes, que quizás sean metáforas de horrores semejantes que experimentó entre seres humanos. A su regreso a casa y a la normalidad, será recibido con honores, reencontrará al amor de su infancia, y el sexo se le ofrecerá sin complique alguno en la figura de la coqueta señora Wynic.
Pero, el tormento interior impide que Ivan consiga realizar lo que tanto soñó e idealizó durante su ausencia y así, su historia de amor se cubrirá de nubes para él y para María, la dulce jovencita que reclama el amor que no obtuvo de sus padres.
Drama bordado de sexo y de ternura -que parecieran convertidos en estrellas fugaces- en aquel pueblecito de Pensilvania que, en 1946, comienza a respirar el aire limpio del armisticio. Pero, Ivan debe luchar su nueva guerra en la que, él mismo, es su único enemigo, y Maria es la víctima de sus hostilidades. Y, entre tanto, el amor quedará a la espera del triunfo o de la derrota.
Primer largometraje en América del director ruso, Andrei Konchalovsky, quien logra preservar su eficaz estilo de profundizar en la psicología de sus personajes, dando a sus filmes una acción más interior que física, siendo con ello con lo que alcanzan su trascendencia.
Introduciendo el filme con apartes de entrevistas en blanco y negro que John Huston filmara para su documental Let there be light, a las cuales Konchalovsky sólo anexa la realizada con John Savage, LOS AMANTES DE MARÍA es, al tiempo que una traumática historia de amor, un alegato antibelicista que demuestra las largas y dolorosas secuelas emocionales que devienen con cada guerra.
John Savage y Nastassia Kinski, consiguen recrear a dos sensitivos personajes. Robert Mitchum con la sobriedad de siempre. Y Anita Morris divertida y encantadora como la señora Wynic.
1) Habiendo escrito con Tarkovsky el guión de Andrei Rublev y filmado la epopeya Siberiada, Konchalovsky emigró de la URSS a USA para dirigir allí su sexta película, primera de la etapa americana, Los amantes de María, drama sentimental que sobrevuela la vida de una comunidad de inmigrantes eslavos y los pormenores de su progresiva adaptación a Pennsylvania.
2) Habría que decir más bien Los enamorados de María. Son de cuatro tipos:
-COMÚN. Y zafio (V. Spano). De aire latino, enseguida le salen cuernos o los pone, y levanta la voz.
-DONJUÁN. Y aprovechado (K. Carradine). Pícaro que va de pueblo en pueblo con su guitarra, cantando a las mañanas.
-PLATÓNICO. E impotente (J. Savage). Sólo con ese amor lo es, de tanto soñarlo y desearlo.
-VETERANO. Y adorador. Un venerable Mitchum, con su soberana cachaza.
Como María, Nastassja Kinski no hace una interpretación sobresaliente pero el esplendor de su belleza juvenil, en rebosante apogeo (minuciosamente captado por el objetivo, que es el quinto enamorado), ilumina buena parte del film. El mérito fotográfico es de Ruiz Anchía.
3) Konchalovsky está lejos del Volga. Pero encuentra un otero desde el que tomar los meandros de un río lento. Y una iglesia ortodoxa, con cúpulas bizantinas. Es también eslavo el ritmo de la narración, que se demora todo el tiempo del mundo, deteniéndose en el paisaje y en los silencios, en lo que evocadoramente dicen los semblantes y no los gritos.
4) Una objeción a oponer: la deficiente representación de la impotencia, hoy disfunción eréctil. Una inoportuna flaccidez durante unos segundos eternos dicta sentencia de impotencia, de una vez y para siempre, o casi. Mejor lo hubiera tan sólo sugerido Konchalovsky, y dibujado el problema más en lo anímico.
(Y un momento a disfrutar: el glorioso ‘uppercut’ que corta en seco una canción y da paso a la tarde.)