Lolita
Sinopsis de la película
Humbert es un europeo culto, brillante y atractivo que se instala en una ciudad de Nueva Inglaterra como profesor. Una vez allí, se hospeda en casa de Charlotte, una voluptuosa viuda, que ve en Humbert la encarnación de sus fantasías provincianas. Pero Humbert oculta una herida envenenada: el recuerdo de un frustrado amor de adolescencia. Por eso, Lolita, la hija de Charlotte, se le aparece a Humbert como la materialización de sus sueños.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lolita
- Año: 1997
- Duración: 137
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Opinión de la crítica
Película
6
29 valoraciones en total
Otra buena película de Adrian Lyne que nada tiene que envidiar a la Lolita de Kubrick.
Sólo sustituiría al actor Frank Langella por el inigualable Peter Sellers, ¿y quien no, verdad?.
La actriz Dominique Swain supera con creces a Sue Lyon, tanto en juventud como en poner la gracia al personaje de Lolita. Buena elección de Lyne en elegirla para protagonizar a la chica en cuestión.
Jeremy Irons genial, como siempre, aportando al personaje toda la carga dramática que necesita. Y Melanie Griffith cumple con el papel que le toca.
¿La mejor escena de la película?…. El momento en que Jeremy Irons conoce por primera vez a Lolita (Dominique Swain) tumbada sobre el cesped del jardín.
Totalmente recomendable.
Pelicula intensa donde las haya, donde se entremezclan en un delicioso baile : el pecado, la lujuria, el amor, la desesperación….Brillante en su papel Jeremy Irons , con esa mirada intensa que te da un punzón en el corazón.
Como siempre su director Adrian Lyne, cuidando la luz, la fotografía,(como me gusta que se haya elegido un director tan poco hipócrita) el vestuario y por supuesto magistral Ennio Morricone que compuso una banda sonora impresionante e imprescindible para sentir fuego en las entrañas .
La Lolita que nos presenta Adrian Lyne tiene mucho más que ver con un ser humano, perverso, pero humano, que la que nos dejó Kubrick, plagada de excesos, lejana, nunca apasionada, que reducía a sus protagonistas, Sue Lyon y Peter Sellers al estereotipo más burdo y distante.
Esta Lolita es sin lugar a dudas una obra infravalorada, a la que la polémica de su momento de estreno ni mucho menos ayudó (en ¡¡¡¡¡¡1995!!!!!!!), sufriendo el acoso y derribo de los sectores más reaccionarios de la sociedad que no vieron más allá del estereotipo de la historia de un hombre maduro y una niña de 12 años.
Pero esta Lolita no es ni mucho menos la obra morbosa que muchos quisieron ver, sino un complejo y duro retrato de una obsesión, que es fiel a su referente, es fiel a sus personajes, y es fiel a la audiencia, algo que no se pude decir de la anterior versión. En el continuo viaje de Humbert y Lolita vamos descubriendo las motivaciones y los motivos del dolor que sienten el uno por el otro, lo que en parte les ha unido, y lo que en parte no puede separarles. El caráter destructivo de ella y el autodestructivo de él cran una bomba de relojería que por mucho que oculten o nieguen explotará dañando a todos los que alcance. El uso en esta película del personaje de Quilty lo que hace es integrarlo en la historia a modo de perfil perverso de Humbret, de ahí su ensañamiento al encontrarse con él.
Desde un punto de vista técnico, Lolita es una bellísima reconstrucción de ese viaje en el que Adrian Lyne nos enseña los bellos Estados Unidos y en el que el autor da un paso más en la madurez artística que supone se carrera, desde los duros ochenta hasta la excelente Infiel, pese a que muchos de los excesos de su cine aún están patentes en Lolita.
Y por último, Jeremy Irons vuelve a su personaje favorito, aquél de moralidad confusa, de perversidad cuestionable, per en este caso añade en él un halo romántico y patético que hace de su duro y dificil Humbert una interpretación casi perfecta, casi tanto como el de la malograda Dominique Swain, Lolita perfecta, Lolita perversa, triunfadora en su tour force interpretativo, valiente, conmovedora, despreciable, y poseedora de esa belleza triste de la que hablaban Navokov y Humbert. Por último Griffith hace su última gran interpretación en el cine demostrando porqué llegó a tener el nombre que tuvo, ya que su Charlotte es una auténtica cascada de matices, que consigue una incuestionable presencia en su breve papel.
La película es acompañada asímismo por un ambiente romántico que la hace opresiva y bella, y una maravillosa música de Ennio Morricone.
Debo decir que jamás fui fanática del cine de Adrian Lyne. Esa mezcla de películas comerciales y seudo escandalosas con toquecitos de videoclip de los 80 que lo caracteriza, me resulta aburrida y en más de una ocasión hasta vergonzosa. Pero sorprendentemente con Lolita demostró que puede hacer buen cine. Y muy bueno por cierto. Basada en el famoso libro de Nabokov, la historia perversa de la adolecente atrevida que es seducida por el marido de su madre, es un tema sumamente delicado de abordar con altura y sin morbo. Y acá es donde Lyne logra un film nostálgico, sutíl y de una belleza abrumadora. Dominique Swain es un prodigio de actriz dandole a su Lolita esa mezcla de ternura y descaro, de maldad e inocencia que requiere el papel, pero la dota además de su preciosura y desenfado. Y de Jeremy Irons qué se puede decir. Es un actor talentoso como pocos que puede afrontar con absoluta solvencia, este rol tan jugado del padrastro de la niña. Sus gestos y el movimiento corporal que tiene, tan exacto, lo aleja de la imagen perversa que se podría esperar, dotando a su personaje de una ternura y vulnerabilidad estremecedora. Me arriesgo a decir que habiendo visto la versión anterior de Kubrick con Sue Lyon como la joven, la de Lyne me gusto mucho más. Y Dominique Swain logra hechizar desde la pantalla como ninguna. El final esta excelentemente filmado sin caer jamás en el ridículo, con un dramatismo y una angustia muy sentida. Precioso film muy pero muy recomendable.
Para mi gusto personal, se trata de la mejor adaptación que se ha hecho de la novela de Nabokov hasta el momento.
Supera a la Lolita de Kubrick en muchos aspectos, pero es sobretodo la tremenda actuación de Dominique Swain la que hace esta película inigualable. La tentación y las provocaciones se palpan mucho más en esta versión de Adrian Lyne.
Jeremy Irons lleva a cabo una interpretación espectacular, y la combinación de Humbert con Lolita deja en el espectador una sensación de prohibición y líbido por las nubes difícil de olvidar.
Altamente recomendable, y si han leído la novela, más.