Lola
Sinopsis de la película
Lola, una joven empleada de una fábrica de zapatos, vive un amor violento y atormentado con Mario. Cuando rompen la relación, Lola se traslada a Barcelona para olvidar completamente su pasado. Allí conoce a Robert…
Detalles de la película
- Titulo Original: Lola
- Año: 1986
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
5
43 valoraciones en total
Lola (Ángela Molina) trabaja en una peletería industrial y convive con Mario (Feodor Atkine) un alcohólico que la maltrata constantemente. Cuando conoce a Robert (Patrick Bauchau) un hombre de negocios francés establecido temporalmente en Barcelona, la vida de Lola cambiará radicalmente mejorando su tren de vida y alejada de Mario que, sin embargo, la asediará constantemente al enterarse de que con Robert ha tenido a una niña, Ana (Ángela Gutiérrez)…
Una de las mejores películas que rodó Bigas Luna, fuera de la corriente del cine español que empezaba a ser mejorable pero que no se alejaba de unos cánones políticamente correctos. El director catalán seguía con sus trece en elaborar retratos malsanos, sucios, raíz de una Barcelona canalla pero dispuesta a afrentar importantes eventos futuros como los Juegos Olímpicos. Luna recoge la visceralidad y morbo que tan bien había reflejado en sus primeros trabajos, Tatuaje (1978) Bilbao (1978) o Caniche (1979) y sin olvidarse de detallar los ingredientes mediterráneos que recrudecen una trama con el asombro y el placer de sus protagonistas (la buñueliana secuencia del hueso babeado del melocotón invadido por hormigas o la langosta viva a la plancha en el restaurante) como obsesivo impulso a la pasión desatada con alguna que otra secuencia erótica.
Pero no hay que olvidar que también es un relato policíaco, muy de la casa. Tal vez sus dosis de erotismo son inferiores en comparaciones a otras películas como Las Edades de Lulú (1990) o Bambola (1996), pero no por ello hacen de éste film una aburrida referencia al género. Porque también es un thriller dosificado sobre odio, sadomasoquismo y buenas interpretaciones de su trío principal.
…si es que alguna vez lo tuvo? – Especializada, por lo visto, en películas sin sustancia, abundantes en largas escenas de revolcón (no menos de media docena en esta), la presente historia no es más que un aburrido, repugnantito y sórdido relato de los amores de Lola (nuestra insigne Ángela) con un macarra de la peor calaña, que sin embargo se desenvuelve mejor en la cama que su cornudo y buen marido. Difícilisimo soportar los 96 minutos que dura semejante bodrio, que se te hace eterno. ¡Puafff!
Aburrida y tópica historia pasional: hombre alcohólico, chulo y maltratador, mujer sumisa y enganchada al sujeto y marido bienintencionado y cornudo.
No aporta nada nuevo, resulta bastante aburrida y bastante sórdida, por lo que ni siquiera se ve con placidez. Además, el trío protagonista es ramplón, por no decir que malo (en especial el francés, que no hace creíble ni agradable su personaje en ningún momento). Además, el hecho de que los dos actores masculinos sean extranjeros, provoca que muchas veces no se entienda nada, a lo cual no acompaña un mal sonido de la película.
Solo es salvable el giro policiaco que toma la película al final (no desvelo nada) que sí hace que te quede un regusto positivo y que la peli llegue al aprobado raspadillo.
Muy al estilo de todas las películas de Bigas Luna. Oí a Ángela decir que jamás se prestaría a un papel similar e incluso parecía arrepentirse de haber hecho ésta.
Hubo un tiempo en el que el cine español, gozó de un cineasta singular cuyas obras, unas más afortunadas que otras, demostraban un estilo personal, su nombre era Juan José Bigas Luna y dos eran sus grandes méritos: una innegable capacidad de creación visual, auténticamente infrecuente en nuestro cine, y un universo propio a expresar, subyugante y a veces sorprendente, donde el erotismo se aliaba con el rigor, y sobre todo, se sobreentendía un cierto amor por el riesgo que muy pocos cineastas de su generación se atrevían a seguir. Aunque no siempre sus propuestas eran perfectas, sí que teníamos la esperanza de asistir siempre a una obra original y meritoria, deudora de su cultura mediterránea. Un cineasta universal – rodó en catalán, en español y en inglés –, un hombre al que le gustaban los placeres, el erotismo, las mujeres, fetichista y con una gran capacidad para convertir cada momento en algo excitante.
Lola es un melodrama tórrido y realista, provocador desde el mismo título, escabroso y sórdido a la vez – en la línea de sus anteriores Bilbao y Caniche – pero nada anticuado, yo creo que absolutamente vigente en la forma de presentar a nuestra sociedad. La fatalista historia de un triángulo amoroso clásico (esposa, marido y amante), entregados a una pasión destructiva. Una espléndida y sensual Ángela Molina da vida a esta Lola, un mujer pasional que coquetea con el sadomasoquismo. Bigas Luna confesaba que era la historia de una mujer víctima de sus pasiones. La trama refleja también no sólo el conflicto entre un alcohólico, una zorra y un cornudo, sino de cómo un hombre culto y maduro intelectualmente se puede dejar seducir por las pasiones más primarias.
Una película de una fisicidad arrebatadora como siempre buscaba el cineasta, de una estética explícita y muy de su tiempo, los años ochenta en una Barcelona cosmopolita y mundana, con dos actores uno belga y otro francés que resultan muy creíbles y atractivos. Una trama obsesiva y malsana que transmite una inquietud constante y te atrapa por su magnetismo. Podemos descubrir en el reparto a Assumpta Serna, Constantino Romero y una adolescente Ariadna Gil. Otro detalle destacable del film dominado por la mujer, es el título que recuerda al mito de Lola, nombre de la mujer fatal paradigma en la historia del cine, en películas clásicas de maestros como Stemberg, Ophüls, Kubrick o Fasbinder. Una película interesante en mi opinión, que recomiendo.