Lola, espejo oscuro
Sinopsis de la película
Lola es una hermosa mujer de vida alegre que no tiene demasiados escrúpulos. Sus veinticuatro años pueden ser muchos más o muchos menos según le convenga: puede ser una adolescente descarada, o una mujer de serena madurez, puede ser ingenua, desgarrada o burlona, apasionada, divertida. Es una mujer que sabe cómo conseguir de los hombres lo que quiere, ofreciéndoles lo que cada uno va buscando. Puede despertar su admiración o su deseo según lo requiera la ocasión, a ella sólo le importa disfrutar al máximo de la vida, y sabe bien cómo conseguirlo. Adaptación de la novela de Darío Fernández Flórez, publicada por primera vez en 1950 con grandes problemas de censura, al igual que la película.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lola, espejo oscuro
- Año: 1966
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
5.5
100 valoraciones en total
Lola (Emma Penella), nos aboca desde los títulos de crédito a interesarnos por su incierta aunque deseada vida acomodada en el placer del dinero, por la posesión de bienes materiales que nunca tuvo, por la vida alegre y sin demasiados escrúpulos que a una chica le pueda interesar según el objetivo: ingenua para unos, madura para otros, desgarrada, burlona, apasionada o divertida para los demás. Lola, para mantener solvente su status económico, puede ser y simular todo eso y más, enfrentándose sin más defensa que su máscara de arrogancia frente a los que pretenden de alguna manera poseer su confianza y sus servicios a cualquier precio.
José Luis Dibildos escribió el guión basado en la novela Lola, espejo oscuro de Darío Fernández Flórez, donde perfiló los diferentes tipos de contrapuestas personalidades poco o nada concordantes en una sociedad media cambiante y deseosa por hacer realidad los objetivos de cada cual: Lola busca diversión a cuenta de los circunstanciales enamorados de cualquier estamento social que van floreciendo en su camino. Esta película hace una más que correcta adaptación cinematográfica de un personaje y su entorno tomando un cariz pretendidamente visual y provocativo, reflejando la sociedad del momento encajada entre la comedia crítica y el drama emocional, reflejado en los deseos de liberación y acción, esta mezcla de emociones psicológicas, modalidad de producción y rodaje enfrentados, Dibildos lo llamaría Tercera Vía, desarrollado posteriormente.
Lirio (Elena María Tejeiro), Rodolfo (Manolo Gómez Bur) y el Dr. Juan Vivar (Carlos Estrada), representan tres aproximaciones opuestas aunque complementaria para el entorno de Lola: Lirio pretende vivir sin grandes aspavientos y el deseo de casarse para poder salir del circuito. Rodolfo pretende ser el salvador moral de la descarriada Lola, ofreciéndole protección económica y colmarla de vanos caprichos pasajeros, atendiéndola con la devoción del enamorado fracasado, imparcial y sumiso. El Dr. Juan Vivar es el maduro y seguro personaje de clase alta que no entra al juego que le propone nuestra protagonista, pero las argucias de una sobreviviente como Lola, necesitada de protagonismo y reconocimiento, de su cara y agitada forma de vida, hará que Juan se replantee su status, la moralina en la que vive y su relación con Lola.
El envoltorio provocativo y amoral interesado de los personajes Dorigan (Alfonso Paso), Franky (Álvaro de Luna), Roberto (Félix Fernández) o Julito (Pastor Serrano) entre otros, reducen las relaciones entre ellos a diálogos interesados, inacabados, insustanciales y socialmente enmarañados de melancólicas arremetidas, bajo la interesada visión de nuestro casquivano personaje al que solo le interesa de ellos el poder económico y social que le puedan ofrecer para asegurarse la supervivencia de sus hábitos por medio del cinismo más rancio frente a cualquier estamento social a lo que ayuda el patetismo de Rodolfo el espichao y la aparente dudosa indiferencia de Juan.
Lo que se dibuja en principio como una comedia de costumbres, termina convirtiéndose en un inesperado drama en el que la moralina le ofrece a Lola la oportunidad de redimirse ante la sociedad que la ha ignorado, o de la que se aprovecha según convenga, y donde ha sobrevivido pese a los enamoradizos sentimientos de Juan. En el tramo final de este rotundo film, fiel reflejo de la supervivencia humana, los personajes en liza asumen su situación, liberando presiones emocionales y enfrentándose, en un gran plano general a cielo abierto, a lo que sus destinos les puedan continuar deparando. Buen trabajo de Fernando Merino en una película que pudo sortear censuras para beneficio del cine y la memoria de la gran Emma Penella.
El debut de Fernando Merino, con una película prometedora. Sin embargo Merino nunca logró acercarse al considerable nivel de esta primera película, dedicándose luego a comedias irrelevantes, ya no tan aceptables como las que dirigió al principio. José Luis Dibildos aparte de buen productor era un gran guionista y eso se demuestra especialmente en el diálogo que mantienen Emma Penella y Elvira Quintillá, de una sorna muy eficaz. Manolo Gómez Bur se muestra flexible a nivel interpretativo en un personaje algo sentimental y no del todo cómico. A nivel visual cuenta con una estupenda fotografía en blanco y negro de Manuel Merino. El desarrollo es irregular, alternando los momentos brillantes con otros más insustanciales dentro de un logrado tono agridulce. Los fondos musicales son muy agradables, destacando el baile de la chica joven en la fiesta que se celebra en Barcelona donde se produce el suceso que da lugar a un acto de honradez por parte de la protagonista. Una joyita.
¿Y porque no ponen estas películas en Cine de barrio ? De vez en cuando, sin llegar a ser obra maestra, ni gran película, caen en el olvido estas películas que ni sabía que existían, ni tan solo conocía a Emma Penella, y poco a poco la voy conociendo y me va gustando.
Como he dicho, no es que sea una gran película, pero es una buena película. Me asombra lo que ha tenido que sortear a la censura de la época, ya que narrar la vida de una prostitura, aunque sea de lujo… tiene tela en la época que fue filmada (o su novela, 16 años antes).
Quizás la parte de la fiesta en la casa sobra un poco, queda muy largo, pero el resto está muy bien, algunas secuencias les faltaba un poco más de trabajo, pero en general, es muy digna de ver, y apenas ha pasado los años para ella.
Sin duda Lola, espejo oscuro es un film interesante, por cuanto se propone retratar la vida íntima de una prostituta de lujo española en los años 60. La gran interpretación de Emma Penella, con su físico rotundo y su voz áspera, da una gran fuerza y verosimilitud a su personaje, que parece estar hecho a la medida de esta actriz. Con una fórmula similar a la de algunas películas del cine de Hollywood, José Luis Dibildos se encarga de la producción y del guión, que adapta un best-seller , la novela de Darío Fernández Flórez, Lola, espejo oscuro , publicada en 1950. De la realización se encarga un debutante en la dirección, Fernando Merino, hasta entonces ayudante de dirección. En algunos lugares (IMDB) aparece José Luis Sáenz de Heredia como co-director, no sé por qué, ya que no está acreditado en los títulos iniciales.
El guión que elabora J.L. Dibildos a partir de la novela de D. Fernández Flórez resulta mejor en el fondo que en la forma ya que por momentos se tiene la sensación de hallarse ante un planteamiento artificioso en el que se narra una sucesión de anécdotas más que una historia en sí misma.
Ello acarrea, a pesar del profundo dramatismo del argumento, que al espectador le llegue una obra con escaso sentido dramático inmediato. De ese modo se pierde el meollo de la cuestión en un una prolija enumeración de detalles como si la adaptación no hubiera sido capaz de despojarse de las paginas del libro para proponer la opción cinematográfica.
Película valiosa y de evidente trasfondo social en el contexto del puritanismo español de los años sesenta.