Loca por la música
Sinopsis de la película
Una joven y generosa cantante intenta ayudar a alcanzar el éxito a la orquesta los Cien Hombres , un grupo de músicos ya retirados que viven en una casa de huéspedes. El que más le preocupa de ellos es su padre (Adolphe Menjou), el más desafortunado del grupo. En realidad, a la orquesta lo que le falta es un líder con carisma. Entra entonces en escena el legendario director de orquesta Leopold Stowkowski, quien, después de mostrarse reacio a escuchar a la chica, queda cautivado al escuchar la Rapsodia Húngara nº 2 de Liszt interpretada por los cien andrajosos músicos en las escaleras de un edificio.
Detalles de la película
- Titulo Original: One Hundred Men and a Girl
- Año: 1937
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
6.6
98 valoraciones en total
Hermosa película pero tal vez algo infravalorada. Por supuesto que yo la ví gracias a mi mamá que siempre la nombraba hasta que la compre en formato VHS. Si, ya sé: uno puede decir Estados Unidos, en los años de la recesión económica, una niña entusiasmada con un padre y 100 colegas músicos desempleados al igual que él, y un final americano, pero esta película me dejó un sabor agradable de lo que una adolescente puede lograr con entusiasmo y buenas intenciones, en este caso la adorable Patsy, que si bien insiste y se escurre trasgrediendo todas las barreras burocráticas para llegar al célebre director Leopoldo Stocovski ( yo pensé que por el apellido era Ruso, y automáticamente pensé: Rusia: comunismo, América: Capitalismo, pero no fue así porque visitando su biografía leí que fué nacido en Inglaterra y su carrera trascurrió en Estados Unidos mayormente. No cae en las trilladas situaciones del llanto anates la pobreza y la desocupación y dar lástima para cumplir su cometido, sigo en la zona spoiler.
Aunque conocía a Deanna Durbin y su cine musical, esta es la primera película que veo suya. Hay que verla según la época y los valores que transmite, como ya han comentado.
Me ha gustado por pareceme entretenida, es bastante ágil, optimista, se disfuta con la música clásica escogida, que aquí tiene más protagonismos que la música ligera. Sin duda, Durbin tenía una voz prodigiosa, de soprano, aunque sólo hiciera carrera en el cine. No resulta empalagosa y su optimismo es contagioso.
La película también es una oportunidad para ver a Adolphe Menjou en un registro menos elegantón de lo acostumbrado y a estupendos secundarios como Alice Brady y Eugene Pallette.
Terminando de ver One Hundred Men and a Girl (1937) de Henry Koster con Deanna Durbin, Leopold Stokowski, Adolphe Menjou, Alice Brady, Billy Gilbert, entre otros. Musical nominado a 5 premios OSCAR: Mejor película, edición, mezcla de sonido, historia original, y ganando Mejor Banda Sonora, sobre la hija de un músico pobre, que consigue formar una orquesta sinfónica con sus amigos desempleados gracias a Leopold Stokowski. La película exalta virtudes y valores contra prejuicios negativos, de hecho, no hay otra maldad que no sea la pobreza y la falta de oportunidades, donde la muchacha es la luz emprendedora para esos 100 hombres del título que representa la orquesta de desempleados, personas mayores gravemente abatidas por La Gran Depresión, pero el filme no muestra situaciones del llanto ante la pobreza y la desocupación, sin dar lástima… por lo que no se siente tanto esa urgencia/necesidad por cumplir su cometido, ya que ninguno se ve gravemente afectado, sino veamos los trajes usados por Durbin. NO obstante los valores son otros: La película compitió contra 14 filmes que estaban nominados ese año a mejor película, siendo el único que no tuvo nominaciones en interpretación, y solo ganando un premio que pudo ser controversial, pues Charles Previn, jefe del departamento de música de Universal Pictures, se ganó el premio aunque nunca se especificó crédito específico para el compositor por el uso de 2 canciones originales y un repertorio con piezas de Tchaikovsky, Hollaender, Berlioz, Robyn, Hérold, Wagner y Mozart. Siendo este filme, una de las 2 películas en las que actúa Leopold Stokowski, y también una de las películas por la cual Durbin es más recordada como actriz y cantante. Pero Stokowski era entonces codirector de La Orquesta de Filadelfia con Eugene Ormandy. Las diferencias políticas y artísticas con la junta de la orquesta, ya habían llevado a Stokowski a permitir que Ormandy asumiera un mayor papel de liderazgo en la orquesta, y eventualmente llevaría a Stokowski a romper con la orquesta por completo. Esto podría explicar, por qué la ciudad en la que se monta la película y, por extensión, la orquesta de Stokowski nunca se identifica positivamente. Sin embargo, la música se grabó en sonido estereofónico multicanal, pero se lanzó en sonido monoaural, 3 años más tarde, Stokowski y La Orquesta de Filadelfia aparecieron en la primera película que se presentará en estéreo, Fantasia Por otra parte, los músicos vistos en la película eran de Los Angeles que hacían mímica, mientras que el entrenador vocal de Deanna Durbin, era Andrés de Segurola, un ex bajo de Metropolitan Opera que había cantado con Enrico Caruso. Del reparto, la interpretación de Durbin y Menjou son convincentes, lamentablemente Adolphe Menjou queda ensombrecido por Deanna Durbin, en un filme hecho para su lucimiento, pues era una actriz y cantante famosa en musicales y comedias de Hollywood, especialista en roles de ingenua, a la que sumaba una bella voz de soprano ligera, y que al año siguiente recibiría, junto a Mickey Rooney, un Premio OSCAR Juvenil Especial por su significativa contribución a llevar a la pantalla el espíritu y la personificación de la juventud No obstante, su actuación aquí queda muy añeja por la época de producción, y llega a ser algo irritante por su exagerada melosidad, siendo un filme donde toda la parte técnica está al servicio de la música, sino veamos los hermosos encuadres sobre la orquesta. Por tanto queda como un bonito recuerdo de Durbin junto a Stokowsk: ¿Te gustaría escucharlos?
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Es maravilloso ver a los jóvenes moviéndose con ímpetu por el mundo, buscando el conocimiento, cuestionando cada cosa que se les ha enseñado con un deseo inamisible de acercarse a la verdad, empeñados en cambiar la historia, dispuestos a luchar para que haya justicia y libertad, y listos para desenmascarar la hipocresía con que se les ha tratado a lo largo de los tiempos.
Me encanta ver a los chicos solidarios con sus padres, dispuestos a tomar la rienda cuando los sienten impotentes o cuando comprenden que el mundo ya ha cerrado para ellos casi todas las puertas. Entonces, son los muchachos el consuelo de los mayores, la fuerza activa del ahora, y la esperanza del mañana. Por eso, darles buen ejemplo, amor en abundancia, y el mayor apoyo mientras nos sea posible, no solo nos hará inmensamente felices sino que redundará en su digno comportamiento a futuro.
A Patricia Cardwell, su padre le ayudó a cultivar su maravillosa voz, le brindó un afecto generoso y le dió constante ejemplo de afabilidad y rectitud. Y ahora, el que fuera un notable músico profesional, está desempleado. Ha intentado acercarse al renombrado director de orquesta, Leopold Stokowski, en busca de una prueba, pero todo ha sido en vano. Incluso, cierto incidente lo lleva a mentir diciendo que fue acogido en aquella orquesta. Pero las mentiras con frecuencia duran poco… y entonces, empeñada en salvar a su noble padre, la entusiasta muchacha se pondrá a la tarea de hacer algo para ayudarlo.
Segunda película de la sorprendente Deanna Durbin, en la que, como Patricia Cardwell, hace gala de una vivacidad sin límites, de una ternura que nos hace amarla, y de un compromiso tan serio con un centenar de músicos sin empleo, que no le faltan nunca recursos para sacar avante su encomiable empresa.
El director Henry Koster, tiene también con LOCA POR LA MÚSICA su segundo gran éxito en Hollywood, pues no sólo consigue llegar a la juventud con una pupila de muy alto relieve, dulce y encantadora por donde se le mire, sino que su filme resulta moralmente loable, pues consigue devolvernos la confianza en la especie humana.
Un cálido y divertido conjunto de personajes se suma a la inolvidable Deanna Durbin (¡hay que verla cantando el tema de La traviata !), y el resultado es un canto a la vida y un himno a la esperanza.
Título para Latinoamérica: CIEN HOMBRES Y UNA MUCHACHA
Producción en b/n de la Universal, realizada por Henry Koster. Se rodó en los Universal Studios, con un presupuesto estimado de 1 M dólares. Nominada a 5 Oscar, ganó uno (banda musical, de Charles Previn). El productor fue Joe Pasternak ( Levando anclas , 1945). Se estrenó el 5-IX-1937.
La acción tiene lugar en una gran ciudad de EEUU en 1936/37. Narra la historia de Patricia Patsy (Deanna Durbin), de unos 15 años, hija de John Cardwell (Adolphe Menjou), músico instrumentista de trombón, en paro. La situación de la familia Cardwell es crítica, por lo que Patsy decide buscar la manera de encontrar trabajo para su padre. Cuando visita a la rica Sra. Frost (Alice Brady) para devolverle una cartera que perdió en la calle, la convence para que patrocine un concierto de su padre en la radio. John R. Frost (Eugene Pallette) impone la condición de que el concierto corra a cargo de una orquesta de 100 maestros y esté conducida por un director de renombre. Patsy recurre a los amigos de su padre, músicos en paro, acogidos en una casa de beneficencia y los pone a ensayar. Pero las cosas se tuercen cuando Leopold Stokowski no puede dirigir la orquesta porque tiene una gira por Europa y la Sra Frost abandona el país en viaje de vacaciones.
La película exalta las virtudes y los valores de la juventud contra los prejuicios negativos de muchos. Patsy encarna la figura de una muchacha emprendedora, lúcida, hábil y generosa, que sin contar con otros medios que la sinceridad, simpatía y tenacidad, ha de resolver problemas graves de personas mayores, abatidas por el paro de la Gran Depresión. En su lucha, Patsy no busca nada en provecho propio, no se sirve de trampas, mentiras y simulaciones, no quiere sorprender la buena voluntad de nadie. Desea que su padre y sus compañeros tengan una oportunidad para demostrarse que están vivos y demostrar al público que son buenos profesionales. Cuando la empresa naufraga, Patsy acerca la orquesta a la casa de Stokowski para que pueda comprobar su calidad. La obra sirvió y sirve para descubrir la música clásica al gran público. Muestra el contraste entre la opulencia de los ricos y la miseria de los pobres.
La música incluye fragmentos de Lohengrin (Wagner), 5ª Sinfonía (Tchaikovsky) y Rapsodia Húngara nº 2 (Litz). Durbin canta el Alleluya del Exultate et Jubilate de Mozart, el aria Brindisi de La Traviata (Verdi) y las canciones originales Its Raining Sunbeams y Heart That Free . La fotografía presenta una imagen suavemente contrastada con luces cenitales y posteriores que acarician el rosto de los actores. El guión desarrolla una historia entretenida y seductora, en la que el público se identifica con Patsy. Hace uso de un humor franco y refrescante. La interpretación de Durbin y Menjou son convincentes. La dirección impone a la acción fluidez, naturalidad y un ritmo muy adecuado.
La película encumbró a Durbin a la fama. Es un musical de guión sencillo, pero eficaz y delicioso.