Litus
Sinopsis de la película
Se centra en el reencuentro de un grupo de amigos tras el suicidio, tres meses atrás, de uno de ellos. Durante la reunión, saldrán a la luz los secretos más íntimos y las tensiones escondidas durante años.
Detalles de la película
- Titulo Original: Litus
- Año: 2019
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
5.9
64 valoraciones en total
La crítica española -cuyos criterios serán siempre un misterio para mí- ha juzgado con demasiada dureza esta correcta película, que tiene como aspectos positivos (y negativos):
-Un texto de origen teatral y por ello más inteligente de lo habitual en nuestro cine (pero con algunas trampas y golpes de efecto escasamente justificables),
-Una fluida adaptación cinematográfica de tal texto (aunque sobran algunas escenas finales),
-Algunas interpretaciones simpáticas (y otras que mejor las olvidamos).
O sea, estimado filmaffinitista, que puedes verla sin aburrirte ni sentirte intelectualmente maltratado.
En ningún momento olvidas su origen teatral… Incluso a veces puede parecer claustrofóbica. Sus personajes son caricaturas ¿Conoces a alguien que se comporte de la manera que ellos lo hacen? Cada uno parece que tenga su propio discurso independiente a lo que opinen los demás, es como si la coherencia en los diálogos no se hubiera trabajado, y el resultado es un parloteo incesante y caótico, que te deja indiferente.
Me ha sorprendido Quim Gutiérrez, en un pequeñito e insustancial papel, cuando él es un actor bien posicionado en su franja de edad.
No la voy a aprobar, pese a que las primeras escenas me gustaron…
Otra de las cintas que nos ha traido el festival de Málaga es este Litus , quinto largometraje del joven director Dani de la Orden. Una vez más, el cineasta catalán se maneja con soltura su buena hacer tras la cámara en ese género en el que se encuentra más cómodo: la comedia ligera con corazoncito. Y qué reparto más acertado para defender esta inusual tragicomedia.
Es de agradecer que los proyectos del director se alejen de su mayor tropiezo, problablemente El pregón , que carecía precisamente de esa búsqueda de alma en los personajes y la historia. Litus es justamente una indagación en la propia generación del director, como fueran sus dos Barcelonas y eso se nota.
Del reparto destaca el trabajo de unos entregados Adrián Lastra y Quim Gutiérrez, acompañados por los siempre eficaces Belén Cuesta, Álex García, Miquel Fernández y Marta Nieto, a la que pronto veremos en Madre de Rodrigo Sorogoyen.
La película se mueve mejor en su primer tramo, donde todo parece estar en su sitio y bien medido, y quizás se diluye en efectividad durante la segunda mitad, donde elementos como la música o un sentimentalismo algo forzado diluyen otros desaciertos menores como el pisazo donde sucede la historia.
Dani de la Orden sabe esquivar el peligro de caer en lo publicitario con la estética, o lo teatral en la propuesta formal, y firma la que quizás es su cinta más personal. Solo por lo arriesgado y tabú de su temática, ya merece la pena acercarse a este Litus . Quedan las ganas de ver la obra teatral para comparar obras y disfrutar de sus semejanzas y diferencias.
Esta película es un claro ejemplo del salto de calidad medio que ha dado el cine español en los últimos años, sobre todo en comprensión del medio, en su faceta artesanal, en sacarle partido a la cámara, a los actores, al espacio, a la música, al lenguaje cinematográfico en definitiva.
Su primera parte es notable, una especie de thiriller afectivo, una reunión de amigos varios meses después de un hecho traumático (un suicidio), donde casi nada es lo que parece, donde se prevé que se desvelarán intimidades, proliferarán los reproches, un torrente de emociones saldrán a flote etc. En una simple habitación todo camina sobre ruedas, la aseada entrada de sus protagonistas, lo que se va desvelando, lo que se insinúa, todo suscita la atención de un espectador que se siente casi uno más de la reunión. Pero en la última parte la película recula, se desdice. Todo lo anterior se reinterpreta de una manera conveniente tras la revelación de uno de los protagonistas. Y lo que en buena lógica debe desatar las hostilidades, provocar un choque de trenes emocional entre los amigos, provoca justo lo contrario: una mansa catarsis . Ahí la película deja de pertenecer a sus protagonistas, como si fueran totalmente distintos, o cómo si fueran personajes de papel. Desaparecen los recelos y las reprobaciones, los afectos dejan de estar enrocados, se desvanecen los conflictos, se esfuma el sentimiento de culpa.
Así lo que empezó como una reflexión crítica y en apariencia coherente sobre un grupo de amigos y sus limitaciones, sobre los perniciosos efectos que provoca la culpa o la falta de comunicación, deviene en pura complacencia. Es como si una película de Tarantino, tras la perorata de uno de sus protagonistas, en lugar de acabar a tiro limpio terminara en un banquete de boda. Ninguna historia que se precie se traiciona a sí misma.
Ayer fui a ver Litus , por el único motivo que un amigo mío se llama Litus, porque si fuera por las cuarenta veces que había visto el tráiler, ni loco. Se ve que se han dejado el dineral en promoción, ni el tráiler la de Tarantino me lo habían puesto más veces.
Bien, esta película nos enseña que en la vida moderna, el suicidio de una persona acarrea una serie de inauditas contrariedades como: ¿quién le da de baja del grupo de WhatsApp de colegas? o se le deja ahí como una presencia fantasmal? No es asunto baladí.
Pues esto, que un chico que no sabemos como es porque no sale (así que bien podría tener la forma de cualquier Litus) se suicida, cosa que no es spoiler porque es la primerísima escena. Sus amigos se reúnen meses después en una casa que no está nada mal, tiene sitio para futbolín y todo como en Friends. Intentan zanjar cuestiones relativas al interfecto y tienen conversaciones, algunas muy extrañas. En varios momentos se sospecha que alejarse de esta pandilla es motivo más que suficiente para suicidarse.
Lo cierto es que al principio es divertida y engancha, y también plantea cuestiones interesantes como qué pondrías tú en una carta de despedida antes de suicidarte. ¿ Hijoputas todos ? Personalmente mi favorita es la del poeta americano Vachel Lindsay, que escribió They tried to get me, I got them first! antes de beberse una botella de desinfectante.
Luego poco a poco va cambiando la mala leche por almíbar y termina cargando. De todas formas, es más entretenida de lo que esperaba y gran trabajo de Quim Gutiérrez seguido por Álex García. El resto así así.
Prometí a mi amigo Litus que si en la película decían en algún momento Litrus le pondría un 10, pero como no fue así se queda en un 6.
Gustará a: millennials viejos, instagram, fans de Iván Ferreiro
No gustará a: gente con ganas de suicidarse, pelirrojas, asociaciones provida