La madrastra (TV)
Sinopsis de la película
Hank Cavanaugh (James Brolin), un hombre de posición acomodada, contrata a Linda Dupree (Natasha Henstridge), una sensual enfermera, para que cuide de su esposa enferma. La llegada de Linda al rancho familiar no es vista con buenos ojos por parte de Jenny, una de las hijas del matrimonio, que no ha oído hablar muy bien de ella y no acepta su provocativa forma de vestir.
Detalles de la película
- Titulo Original: Widow on the Hill (TV)
- Año: 2005
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
3.4
38 valoraciones en total
Hembra de alto tronío, mala como un berrido, envuelve (caza al vuelo de una lazada) al James Brolin verdadero, zoquete con denuedo.
Rancho grande, cáncer fulminante y enfermera mundana.
Buscona (nota, por si me leyere, para la censura, invisible y omnímoda, que ahoga mientras mata: palabra utilizada exclusivamente en su acepción de buscadora, que horada y expande la realidad, abre mundos y conoce gentes, no, nunca, en su connotación ofensiva sexual, ella tiene todo su derecho a disponer, faltaría más, de sus carnes con libertad esparcida y generosa, no debemos juzgarla desde nuestros prejuicios arraigados durante siglos de dictadura siniestra y cultura unidireccional, hoy, tras mucha lucha, sacrificios y progreso, es inadmisible administrar con tanta frivolidad y alegría estos adjetivos tan lesivos para ciertos colectivos sojuzgados de manera tan continua, la mala pécora, perdón) pesca pelma. Cuerpo pecador y alma turbia. Ambición rubia e inteligencia denodada. Él solo es un trozo de carne con canas y ganas, fofa flema.
Es un telefilm, dices sus letras y penas, y piensas, como el perro de Pávlov, acción y reacción, estímulo condicionado, respuesta inevitable, cutrez mayúscula, atronadora.
¿Es este caso madrastro? Sí, de bochorno y tomatada en cuanto a anécdota y planteamiento, de morbo porno y requiebro folletín. Pero seamos justos: hace gracia, está buenorra (brutota, jamona, jaca de alto copete) la arribista felona, hay postal y culebrón, todo bien afeitado y presentado. En su obviedad maniquea deja detalles simpáticos y malévolos que no molestan y enriquecen. Nada excede ni hiere, fluye, chorrea deleite menor, modesto, sabiendo lo que hace.
Y ella, volvamos a la loba otra vez, es un imperio entero de salud hamburguesera, de buenas dietas y abundante maquillaje.
Y él, bailando el último vals, antes del desguace definitivo, se asemeja a máscara mortuoria.
Desde luego, si el mundo fuera un telefilme, las familias acomodadas felices o con algún problemilla tendrían que estar atrincheradas en sus caras, recibiendo a los extraños a tiros. Porque la cantidad de mujeres perversas y/o locas (mayoritariamente rubias platino) que van amenazando por ahí es descomunal. Pobres hombres viudos, maduros y adinerados, que las jovencitas solo los quieren por su dinero y ellos sin enterarse. Menos mal que siempre suele haber por ahí una hija listilla (siempre con un color de pelo distinto al de la intrusa, para que se acentúe más el contraste) que empezará a investigar y a poner los puntos sobre las íes.
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Más críticas en:
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Impresionante lo que hay bajo el abrigo de bisón de esta madrastra. Yo del viudo también me hubiera dejado engatusar, engañar, robar, cornear y envenenar por semejante recompensa. Y lo peor se que este es un caso real y que la madrastra sale bien parada.
Pelicula de antena 3 para ver una tarde, de noche no la aconsejo.