Little Voice
Sinopsis de la película
Marcada por la muerte de su padre y por una madre que no le presta demasiada atención, una joven vive completamente encerrada en sí misma y sumida en el silencio. Sin embargo, gracias a la inmensa colección de discos que le dejó su padre, es capaz de reproducir al cantar cualquier voz, desde Judy Garland a Marilyn Monroe, pasando por Marlene Dietrich. El nuevo novio de su madre, un buscador de talentos, se da cuenta de que la chica es una mina de oro y con tal de convencerla no duda en recurrir a las tácticas más rastreras. Michael Caine protagoniza esta comedia musical basada en una de las obras de teatro de mayor éxito en Londres.
Detalles de la película
- Titulo Original: Little Voice
- Año: 1998
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
6.4
61 valoraciones en total
Curiosa pero brillante comedia musical (basada en una obra de teatro de éxito en Londres), con una historia singular pero no especialmente profunda, una banda sonora muy bien elegida (que recoge canciones como Its not unusual de Tom Jones My Heart Belongs to Daddy de Marilyn Monroe o Get Happy de Judy Garland, interpretada notablemente bien por la protagonista del Film, Jane Horrocks) un guión interesante pero que no es nada del otro mundo y una ambientación curiosa pero acertada conforme al film.
Sin embargo, lo que sin duda alguna hace grande a esta película son los actores.
Dirigidos correctamente por Mark Herman (quien adaptó el guión a partir de la obra de teatro), la puesta en escena de todos y cada uno de los actores es magnífica, desde los tímidos Ewan McGregor (que está sobresaliente) y Jane Horrocks (nominada por esta película al Globo de oro en 1999), la histérica Brenda Blethyn (cuya actuación le valió las nominaciones al Oscar en 1998 y y al Globo de oro en 1999, ambos a la mejor actriz de reparto), el sinvergüenza/chulo/Elvis-en-sus-mejores-años Michael Caine (en un papel poco habitual para él, pero increíble como siempre, que le hizo ganar el Globo de oro al mejor actor de musical-comedia en 1999) sin olvidarme de Jim Broadbent (el dueño del club) o Philip Jackson (al que había visto haciendo de inspector Japp en una serie de películas basadas en las novelas de Agatha Christie), cada uno le da fuerza a su personaje y lo caracteriza a la perfección.
Esto, añadido al hecho de que los primeros 15 minutos son genialmente graciosos, hace que se te quede una buena sensación que te dura toda la película, aunque en el momento en que ceden un poco de protagonismo los personajes para ganarlo la historia, la película pierde un poco su sorprendente chispa.
Extraña pero interesante película, es muy llamativa y no creo q deje a la gente indiferente.
El film recibió también numerosas nominaciones a los BAFTA y otros galardones, y Michael Caine recibió el premio del London Critics Circle como mejor actor de reparto del año.
Recomendable verla en versión original, aunque ya la hayas visto doblada (de hecho, yo la he visto en Castellano y aun no he podido verla entera en Inglés).
Mención aparte me merece Jane Horrocks, que interpretó ella misma todas las canciones que canta durante la película, a parte de su buena actuación.
Little voice tiene fases sumamente brillantes, aunque también fases apagadas, anticlimáticas.
Tiene a Michael Caine, que crea cine sólo con aparecer.
Tiene a Brenda Blethyn, que se mete en una mujer de ordinariez grotesca y humorismo bestial.
Tiene a ratos un apropiado aire de cuento siniestro, muy estilizado, como algunas películas de Tim Burton.
Pero sobre todo tiene a una pasmosa Jane Horrocks, capaz de cantar canciones enteras de Judy Garland, Marilyn Monroe, Shirley Bassey o Marlene Dietrich (!), copiando exactamente sus voces y poses, en un alarde increíble, y ya por esto Little voice merece bastante la pena.
Entretenido drama británico sobre una joven (correcta Jane Horrocks) que, desde la muerte de su padre, se niega a hablar con su incomprensiva madre (brillante Brenda Blethyn, nominada al Oscar) y se limita a escuchar discos de vinilo y a repetir lo que escucha. Su bella interpretación llega a oídos del nuevo novio de su madre (siempre acertado Michael Caine), quien la empuja hacia el éxito. Ewan McGregor y Jim Broadbent completan un excelente reparto.
Los actores son la gran baza de un film que, por otra parte, falla a la hora de transmitir la historia, quizá por un guión poco claro o por una dirección poco afinada. Mark Herman acababa de estrenar Tocando el viento , en el que también tocaba el tema de la música frente a los problemas económicos, aunque de forma más convincente y animada.
El film es entretenido, pero ni la forma de actuar de los personajes ni el desarrollo de la historia llegan más allá. Aún así, destaca su carácter social, ya que los años 90 supusieron un cambio de aires en el cine de Inglaterra, país sumido en una crisis para la que el cine era a menudo único fuente de crítica… y consuelo.
Otro caso más de agradecer el buen gusto ajeno, que me ha hecho ver esta pequeña joya ignorada. Señores Fervalenciamunt y Lupo: muchas gracias.
Poco tengo que añadir a los comentarios que me preceden, que no solo despiertan el interés sino que tambien saben desgranar certeramente la calidad que destila el producto en cuestión:
interpretaciones exquisitas (lo de Michael Caine es normal, ya que hace falta un guión nauseabundo para que este señor no destaque con esa inmensa luz propia que posee), en especial la protagonista, que si es ella quien verdaderamente canta debería haberse llevado no solo el oscar de ese año, sino los de dos años más. Un prodigio, de veras.
La ambientación es todo lo deprimente e insana que un relato de estas características merece, y la fotografía sabe aprovecharla para convertirla en un protagonista más. Los secundarios, merecedores de un sincero aplauso, rayan a un nivel estratosférico.
Nada más que un cuento, en el que la princesa no tiene ganas de ser excepcional, ni el principe quiere ser autor de ninguna hazaña, los personajes típicos de cuento, como la madrastra o el falso amigo -que solo busca su propio beneficio- se vuelven cercanos y casi afines en su patetismo, y la moraleja final -tan alejada como idéntica a la de los cuentos tradicionales-, deja tan buen sabor de boca con su inocente dulzura, que no recomendarla sería sino delito sí pecado.
Así pues: tan recomendable como dejarse de preguntar qué es lo que hubiese sido de nuestra vida de haber seguido otros caminos, y dedicarse tan solo a disfrutar de cada paso que damos… sea erróneo o no. Que ahi está precisamente la salsa de la vida.
Sólo al terminar de ver la película uno se da cuenta de la terrorífica historia que se encuentra detrás de esta maravillosa comedia, del oscuro cuento en que se podría haber convertido si se hubiera tomado otro camino del que sigue, una narración muy simpática y alegre para mostrarnos la humillación de la que es víctima una tímida y muy reservada chica por parte de una madre histérica e insoportable. El descubrimiento por parte del amigo de su madre, un extravagante y hortera representante de talentos interpretado de manera brillante por un casi irreconocible Michael Caine nos lleva a conocer un prodigioso talento que posee la hija que es capaz de imitar con asombrosa facilidad a las estrellas de la canción que ella adora, a las que su difundo padre inculcó a escuchar (ella se encuentra encerrada la mayor parte del día en su cuarto junto a montones y montones de discos antiguos). Para compensar las interminables reprobaciones que recibe ella por parte de la ignorante gente que le rodea delante de su reservada personalidad se nos presenta otro tímido personaje (Ewan McGregor) quien se hace amigo de ella por ser los dos de caracter tan parecido entablándose así un punto de apoyo para la prodigiosa chica al ser él la única persona con quien habla. Se maneja con solidez la parte divertida y de comedia (prácticamente todo el metraje) como con la parte amarga y oscura y de drama. El estudio que se esconde detrás de este episodio psicológico se podría incluir en uno de los retratos más veraces sobre el comportamiento de una persona a raiz de los tratos e influencias que han marcado su niñez.