Lengua silenciosa
Sinopsis de la película
River Phoenix interpreta a un joven inestable que habla con el cadáver de su esposa, una india que murió al dar a luz. El padre del muchacho (Richard Harris) emprende entonces un azaroso viaje para intentar buscar otra esposa india a su hijo, y así encontrar consuelo a su dolor.
Detalles de la película
- Titulo Original: Silent Tongue
- Año: 1993
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
4.9
64 valoraciones en total
Mandíbula vieja. Fiebre. Fuego. Malas tierras. Izad las velas.
El irlandés y los hermanos sisters.
Teatro desolado o western revisionista. La nada, la soledad, la desesperación, la muerte, los indios, los pobres, el alcojol (viva el eskroto, kojón prieto y también los guajolotes), un circo ambulante, el mago de las llanuras, enanos, pócimas milagrosas, el absurdo humano en ciernes, tambaleante, barraca, monstruos y dioses, saca el güisqui cheli para el personal.
Ford pasado por las armas por Beckett. Si la hubiera hecho como Dogville, tal vez le hubiera quedado mucho mejor, un decorado y a correr, teatrillo sano.
Un personaje shakespeareano que no para de recitar enormidades, el irlandés violador de indias nada menos, sus dos hijas mestizas tan bellas, los finados y los vivos, el otro hijo blanco Dermot soso, el padre de los caballos tan preocupado, el muchacho viudo y loco, Phoenix enajenado (el recurso del método o su discurso tiene eso), venido a menos, el llano estocado (staccato, nos quedamos con la estaca en la mano, en la estacada, qué hermosa palabra) conquistado y nombrado, al principio de todo fue el verbo, como no podía ser de otra manera, por un español señero hace tanto tiempo, Vázquez de Coronado por ejemplo, ahí queda eso, en el recuerdo.
Miseria, barbarie, el Oeste visto desde Europa, o desde Altman, desde la intelectualidad neoyorquina de un prestigioso hombre de las tablas, Shepard, ahí es nada, que desnuda, despoja, vacía, deja solo las vísceras del género pistolero, lo vuelve expresionista, filosófico, abstracto, tarado, un cuadro, Brueghel el Viejo en dieta de adelgazamiento.
Trata de ser arte elevado, más o menos, conceptual, monigotes desvencijados, que no humanos, deambulan en medio de ninguna parte, entre el sexo y la parca, rodeados de fantasmas, de cadáveres, huesos, de locura, pena y violencia, espectros, sangre y polvo, cochambre.
Todo se confunde, los miedos con los espíritus, lo soñado y lo vivido, el más allá y lo de acá, el dolor y el espanto con la risa, la música.
Falla, por momentos tantea el puro disparate, la gran chapuza, pero resiste, se tiene en pie, mantiene el pulso, la coherencia del discurso, a pesar de todo, de una ambición que no casa con el resultado obtenido, un tanto depauperado, paupérrimo, alicaído, descoyuntado como un equino viejo, del tercer mundo, un desierto lleno de camellos famélicos, blanca aridez (una árida estación blanca, aquella de Marlon el capitán Brando siempre enamorado), lunar, el Mont Ventoux boca abajo vamos a escalar, mineral, apocalíptica, como si en 1873 hubiera caído la definitiva bomba atómica o más bien nuclear, que nos da lo mismo, Mad Max, zombis, ángeles y demonios, la tercera guerra mundial en silencio, de fondo, como todo, hacia dentro, el pasado norteamericano como una pesadilla luminosa de Mondrian, aberrante experimento, lechoso, arenoso, arroz con leche, un reloj en canal abierto, la patrulla que cabalga con el diablo de nuevo, oficio de tinieblas, la columna infame, el escuadrón diabólico, escuadra hacia la muerte, Marte, el planeta colorado, son astronautas, cowboys de medianoche, del espacio, Aliens y Depredadores en un duelo de titanes, Joyce y Valera, los europeos, el viejo mundo choca de lleno con lo otro, el placer de los extraños, multiculturalismo apelo y a pelo, sin perdón, la reina de Inglaterra, el juez de la horca, Calamity Jane y la princesa Xena la guerrera, mientras agonizo aquí te espero, perdimos todo por el camino, Gerry, Van Sant se pone sombrero, todos los caballos bellos.
¿Pero qué coño es esto? ¿Y cómo convencieron a actores de la talla de River Phoenix o el mismísimo Richard Harris para sumarse a esta patraña?
Lengua silenciosa es lo peor que jamás haya pergeñado Sam Shepard, que normalmente es un autor como la copa de un pino (lean Fool for love, por favor). Una historia absurda sobre un padre que le hace de Celestino a su hijo deprimido con el Oeste de fondo cuando podrían estar en cualquier otro sitio, con el pobre River poniendo cara de fumado y con un guión que da vergüenza ajena aparte de ser aburridísimo.
Una aberración, vaya. No pierdan el tiempo.
Lo mejor: Nada. No se salvan ni sus actores.
Lo peor: Lo absurda que es. Insulta la inteligencia.
Lo primero, el motivo de ver esta película: River Phoenix.
Lo segundo, el argumento no me gustaba nada, pero salía River…
Vamos con la crítica, que no tiene ninguna aún. Esta película de bajo presupuesto cuenta la historia de un padre preocupado por su hijo (que ni come ni bebe, solo cuida del cadaver de su mujer) que vuelve a ver al jefe de un circo para comprar a la hermana de la fallecida y que devuelva la cordura a su chico. Luego meten algo de ciencia ficción, relacionada con el poder espiritual de los indios, cosa que no me gusta pero bueno, cada cual a lo suyo.
Así que lo que pone en el guión es lo que da, ni más ni menos…
Aunque un pequeño matiz: la interpretación de River Phoenix es SUBLIME. Perfecta. Lástima que sea secundario.