Lendemà
Sinopsis de la película
El derecho a decidir es un hecho. Pero, ¿qué hay que decidir? ¿Cómo debe ser el Estado catalán? ¿Cómo puede relacionarse con España de igual a igual? El miedo es una emoción que solo se siente ante lo desconocido: el miedo de los niños a la oscuridad, el miedo al bosque impreciso y frondoso. Queremos un documental claro, para disipar el miedo que es el único enemigo que tiene la población de Cataluña. LEndemà responderá con rigor las preguntas que todos los catalanes nos hacemos sobre cómo viviríamos en una Cataluña independiente y cómo debería ser ese nuevo país que hace siglos que reivindicamos -información de la distribuidora-.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lendemà
- Año: 2014
- Duración: 90
Opciones de descarga disponibles
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Opinión de la crítica
4.8
80 valoraciones en total
Se ha de reconocer que L’endemà es un documental formalmente bien hecho, realizado por profesionales que han sabido presentar un formato ágil y dinámico, combinando opiniones de expertos con declaraciones más a pie de calle.
El problema, sin duda, es de contenido. Esta película es un documental muy pobre, mucho más promocional que analítico. Seguro que Lèndemà gustará a quienes comulgan con el mensaje que transmite la directora, pero difícilmente moverá a reflexionar a quienes de entrada tenemos un posicionamiento más escéptico.
Hay que decirlo, toda la primera hora es pura propaganda. El documental se limita a apuntar las hipotéticas bondades que tendría el nuevo estado de Catalunya (sin ñ, por supuesto, aunque hablemos en castellano), en una versión moderna del cuento de la lechera. Pero se queda ahí. Todos nos apuntaríamos a un estado en el que hubiese una democracia de más calidad, se potenciasen adecuadamente la educación, la cultura y la investigación, en el que no hubiese fraude fiscal, ni corrupción política, y en donde se respetase el medio ambiente… Y en el que, por supuesto, el Barça pueda seguir jugando en una gran liga europea (no la liemos…) y en el que aún podamos ver Antena 3 y Tele 5 (bueno, a esto yo no me apuntaría). O sea, una independencia a la carta . Eso sí, nadie justifica ni por asomo cómo se podría alcanzar todo esto en una Cataluña independiente, más allá del vago argumento de que España nos dejaría de robar… Por supuesto, Europa suplicaría al nuevo estado su entrada inmediata en la UE, despreciando lo que pudiesen decir el gobierno español y otros países con conflictos parecidos en su seno…. En fin, todo es de una ingenuidad buenista que causa sonrojo. Curiosamente, la cruda realidad ya ha hecho que esta idílica exposición presente serias grietas… El escándalo Pujol explotó incluso antes de la fecha de estreno de este documental, con lo que las escenas relativas a la corrupción política ya no pueden tener un pase, ni siquiera para los más irredentos adeptos a la causa.
Y todo ello por no hablar del tono reduccionista de toda la película. No hay matices, no digamos autocrítica, y el mensaje se fundamenta en una visión histórica parcial, siempre victimista. Se hace de la coyuntura la norma general. No se exponen con rigor los posibles argumentos que puedan existir en contra del llamado proceso (que no tiene por qué significar oposición al independentismo, es un matiz que parece que a la Sra. Passola ni se le ha pasado por la cabeza). Total, un autobombo rancio que termina provocando la sensación contraria de la que se pretende. A mí todo esto me recuerda al país de charanga y pandereta, aunque lo queramos disfrazar de modernismo progre. Cuando oigo en la película hablar de lo que ocurrió en 1714 y de los 300 años de construcción nacional , me viene a la cabeza El Cid Campeador ganando batallas después de muerto… Yo lo percibo así…
La metáfora de la pareja que se separa es tan candorosa como inapropiada…
Es cierto que los últimos 20 minutos, que abordan la cuestión estrictamente política, son más aceptables, ya que aquí sí se abre un poco la posibilidad de contraponer ideas. El problema es que también en esta parte la película ofrece un planteamiento cojo, limitándose a exponer como únicos argumentos en contra de este movimiento los más burdos de la artificial confrontación Catalunya-España. Se ventilan de un plumazo circunstancias que tendrían gran relevancia en este debate, y que merecerían una visión más amplia (moneda, pertenencia a la UE, opiniones de instituciones y gobiernos, reconocimiento internacional, inversiones, cifras de paro, seguridad social…). Isona Passola no ha sabido ver que la crítica a la ideología que expone Lendemà no se limita a quienes quieren seguir dentro de España, sino también a quienes no están seguros de las consecuencias que podría tener completar un proceso de independencia de un modo unilateral. Eso habría ayudado al espectador a adoptar una toma de postura verdaderamente consciente.
En fin, si Passola sólo quería hacer proselitismo, se le ve demasiado el plumero. Si lo que deseaba era generar debate, lo ha hecho francamente mal.
Este autoproclamado documental no hace más que sacar a relucir el sentimiento antiespañol de cualquier catalán, incluso si no eres independentista. La idea es: si eres catalán, y estás indeciso acerca del independentismo, tienes que ver esto. Y claro, lo que se ve de principio a fin es una serie de abogados, economistas, jueces, etc, hablando de los maravillosísimos beneficios de la Cataluña libre, todos los cuales son sacados completamente de la chistera, como por arte de magia. Vamos…el documental? Un 10. Está trabajado y bien hecho, cumple su cometido. El contenido? Un 0. Su categoría debería ser Realismo mágico .
Me recuerda al que yo creo original de West side story . Estaba yo en unas multisalas este verano y lo veo y me digo -!qué chulo! leo el título y me sorpendo !La van a programar en el cine! Pues eso, que al final fué que si, pero que ni es película ni es documental. Con esa fragmentación hasta podrían haber puesto a un político antinacionalista diciendo lo que les diera en gana a los editores de este panfleto.
Lugares comunes, repetición de argumentos, fragmentación excesiva (que no es excusa de modernidad ni ritmo), ejes mareantes y miradas perdidas, y lo peor un guión de las supuestas ficciones alegoricas que son ridículas o de vergûenza ajena. Lo mejor los antecedentes con marionetas, a pesar del realentizado de Rajoy.
Y en ningún momento quiero entrar a valorar el contenido del que puedo o no estar de acuero.
En este documental se analizan solo los pros en una Cataluña independiente. Mienten en datos y no se analiza seriamente los pros y contras. Solo intentan convencer al espectador para que abogue por la Independencia. Es una película poco fiable. Además está subvencionada por la Generalitat en tiempos de recortes. Y como he comentado no analiza rigurosamente esta cuestión tan delicada para el pueblo catalán.
Al ver el material, uno cree que va dirigido a aquellos sectores de la sociedad catalana que ya saben lo que quieren oír, no necesitan una argumentación y sólo quieren exaltar sus pulsiones nacionalistas. El documental pretende vender, principalmente mediante el discurso neoliberal de Xavier Sala i Martín, Germà Bel y el presidente del Cercle Català de Negocis, la idílica situación de Catalunya después de una hipotética declaración de independencia.
No hay datos objetivos, números, gráficos… ni tan siquiera alguien que opine en sentido crítico. Quienes salen dicen que será genial, el espectador sólo debe tener fe y creer lo que dicen los personajes.
El objetivo es mostrar que la actual situación de la gente que vive en Catalunya es consecuencia de pertenecer en España: no hay ninguna responsabilidad por parte de Catalunya, sus políticos ni su ciudadanía. Una vez superado el freno español, la nueva Catalunya, convertida en estado independiente y liberada, tendrá todo aquello que quiera (y más) y será como Suecia o Noruega.
Este discurso propagandístico se entrelaza con el vergonzoso paralelismo de la relación entre Catalunya y España con una pareja que rompe su relación, dónde la mujer oprimida (Catalunya) quiere dejar al hombre opresor y estúpido (España).
En definitiva, se utiliza el desgastado recurso (muy utilizado por el independentismo) de los significantes vacíos, articulando el descontento de la ciudadanía fruto de la crisis, con el enemigo que enarbola una bandera distinta. Tristemente, todo esto ha recibido financiación de TV3, televisión que ya nos tiene acostumbrados a que (como todos los medios públicos en Catalunya) articule su discurso en clave nacionalista.
PD: En diversos momentos crees estar viendo un documental hecho en clave de humor. La situación más absurda es escucha a Ramón Tremosa, eurodiputado de CiU, el partido más corrupto de Catalunya, asegurar que una Catalunya independiente acabaría con la corrupción.