Legend
Sinopsis de la película
La historia de dos hermanos gemelos gangsters, Reggie y Ronnie Kray (interpretados por Tom Hardy), dos de los criminales más famosos en la historia de Londres y el imperio del crimen organizado que crearon en los años 60.
Detalles de la película
- Titulo Original: Legend
- Año: 2015
- Duración: 127
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Opinión de la crítica
Película
5.9
49 valoraciones en total
La película cuenta la historia de un par de gemelos mafiosos del Este de Londres, amenizado con un acento cockney que hará que te pienses dos veces lo de ver la película en original y sin subtítulos. Su principal acierto radica en el doble papel de Tom Hardy quien consigue caracterizar a ambos de forma notable, en ningún momento dudas ante quien estás, tanto la personalidad como el temperamento son bastante diferentes pero es que incluso la expresividad facial que usa es distinto, hay que quitarse el sombrero, hacer chapó, y dedicarle todos los epitetos grandilocuentes que se te ocurran porque la película se sostiene sobre Tom Hardy.
Los dos mafiosos, como he dicho, distan mucho de parecerse en personalidad, uno es un lunático esquizofrénico con tendencia a la violencia y delirios, escasamente racional, e impulsivo, mientras que el otro es un mafioso al uso que no duda en usar la violencia, pero que no la persigue como un fin en sí mismo.
Ahora bien, siendo una película de gangsters, que es un género del que disfruto a poco que me des algo, echo en falta ese algo… La historia transcurre un poco lenta, un poco a trompicones, y realmente no veo ese típico ascenso al poder y caída en desgracia, esa montaña rusa típica de este género, ese Tony Montana hecho a sí mismo, esos Godfellas que suben y bajan… Aquí, pues bueno, parecen hacer sus cosas de mafiosos desde el primer momento, sin grandes cambios a lo largo de la película, un ligero ascenso, su caída y tal, pero todo como más plano. Y así es la película, un poco plana, no hay un climax, no hay escenas que se te queden en la retina, que te peguen al asiento, no hay una evolución…
Tampoco ayuda que las tramas estén tan aturulladas la verdad, las cosas van pasando y superponiéndose sin mucha claridad, que supongo que cronológicamente será correcto, pero en la película no acaban de hilvanarse muy bien, y parece que nos encontremos siempre en la misma situación, ante el conflicto entre la racionalidad y la locura que representan los dos gemelos, pero que es un conflicto que nunca acaba de estallar del todo, nunca acaba de arrancar más allá de alguna escenificación del mismo, se queda encallado ahí, como dando muestras del mismo pero sin explotarlo.
En definitiva, se deja ver porque Hardy hace un papel curioso, y eso salva la película, pero está muy lejos de los clásicos del género. A mí me gustó más Payback, era simplona, pero te daba lo que buscabas.
Qué pena que un gran actor como Tom Hardy, haya sido desaprovechado de esta manera para interpretar de una forma un tanto ridícula a estos dos hermanos, gemelos y gangsters.
Pero claro está. No se puede esperar mucho de una película en la que se ve con tanta claridad que más que innovar, se dedican a imitar algo que está hecho ya, copiando de los clásicos y dejando de lado el intento de aportar algo fresco al cine negro y de la mafia. Perdiendo así una gran ocasión de dar un lavado de imagen a un tema del que tantas veces se ha hablado ya.
Es increíble la influencia que sigue teniendo Martin Scorsese en este género, donde desde que dirigió Uno de los nuestros y Casino en la década de los 90, no ha habido ni un atisbo de originalidad en el cine salvo excepción de Camino a la perdición.
Directores y guionistas se ponen de acuerdo para frustrarnos una y otra vez con películas que no parecen más que reposiciones o remakes absurdos de algo visto mil veces. Contratan a buenos actores para que se enfunden el traje de matón de mercadillo, y los degradan para que hagan una caricatura absurda de algo que podía haber aspirado a más.
Eso es lo que le pasa a Tom Hardy en este film en el que, la que podía ser una gran ocasión para lucirse como actor, y Tom Hardy es de los buenos, interpretando dos papeles al mismo tiempo, cada cual más loco, o más estúpido, para acabar por hacer una absurda parodia. Pero hay en una cosa en la que el actor protagonista de esta infumable película se ha superado otra vez. Y es que si creemos que como Reggie Kray está ridículo, como Ronnie lo está mucho más. Y es que parece que los dos papeles que le toca interpretar a Tom Hardy, son algún tipo de concurso personal para ver con cuál de ellos puede llegar a caer más en lo patético.
No queda mucho más que decir, salvo que hasta que alguien reinvente este género y le dé su toque personal de autor del buen cine, tendremos que seguir haciendo nuestras propias reposiciones en el salón de nuestra casa, visionando hasta que queden inservibles nuestros dvd’s de El padrino y Uno de los nuestros.
Tom Hardy es el actor del momento por méritos propios. En este pasado 2015 lo ha demostrado más que nunca por apabullar con su interpretación en Mad Max: Fury Road. Y es su descomunal talento el que logra salvar del naufragio por partida doble Legend, película escrita y dirigida por Brian Helgeland que cuenta la historia real de los gemelos Kray, mafiosos que dominaron los bajos fondos del Este de Londres en la década de los 60.
Es en esa disparidad de roles donde Tom Hardy brilla. Capta a la perfección los matices de ambos personajes y en ese punto su trabajo es para quitarse el sombrero. La pronunciación o los gestos de uno y otro son alguna de las perlas que deja el protagonista de Locke. Pero como todo en esta vida, no existe la perfección, y ahí el guión tiene gran parte de culpa de la cojera del filme.
Helgeland fue el responsable del texto de L.A. Confidential, una película espectacular y también con la mafia como protagonista con la que ganó el Oscar. La Cosa Nostra más rural y embrutecida al estilo británico es obvio que está siempre presente a lo largo del metraje, pero se ve eclipsada por el relato de amor rancio y soso que protagoniza Emily Browning, una actriz sin apenas carisma.
Algunos ramalazos a lo Scorsese nos recuerdan por momentos que estamos viendo una película sobre la mafia, pero esa sin razón de dejar hueco al amor en una historia violenta perjudica a toda la trama. Superficial y vacía, Legend recuerda más a los Enemigos públicos de Michael Mann que a cualquiera de las grandes obras que ha dado el género. Cuanto más protagonismo gana la joven Browning más pesada se hace la cinta, y solo el gran trabajo de Tom Hardy -y una magnífica ambientación- rescata de la debacle el quiero y no puedo -¡ay los productores!- de Helgeland. Otra vez será.
Más datos de esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
¿Qué ocurre cuando nos venden una película sobre dos de los gángsters más célebres de la historia de Gran Bretaña y nos encontramos con un triángulo de amor odio entre los tres personajes principales, todo ello en un aceptable pero descafeinado marco mafioso?
‘Legend’es un buen proyecto sin más, el problema llega cuando nos presentan una sinposis como La historia sobre los gemelos Kray, unos gángsters que sembraron el terror en Londres en la década de los 60 y como espectador apenas saboreas las delicias de tan apetecible argumento, pero aun así es posible que acabes disfrutando de sus más de dos horas de duración. La nueva película de Brian Helgeland, director de la fantástica Payback, no saciará el hambre de los asiduos al género, incluso puede que estos se lleven una gran decepción, pero ha conseguido un largometraje que se deja ver sustentándose en la doble actuación de Tom Hardy, que sin llegar a ser brillante es sin duda alguna el eje de un conjunto correcto.
La cinta peca de falta de potencia, carece de ese aire sucio pero tan apetecible de otros títulos de referencia, sus dos protagonistas, dos gemelos encarnados por el propio Hardy, son la base de todo aun siendo muy pobre el desarrollo de ambos, el talento del actor británico consigue captar la atención del espectador pese a no ser uno de sus mejores papeles. Las cintas de gángsters al uso son oscuras, en ocasiones desgarradoras y crueles, pero ‘Legend’ sólo nos brinda sutiles pinceladas al respecto. Cabe destacar una buena realización consiguiendo un dinámico ritmo que hace del largometraje un trabajo aceptable, con una ambientación acorde al conjunto pero una banda sonora poco trabajada.
‘Legend’ nos deja con ganas de más, de ver lo que apenas enseña, de saborear el lado más oscuro de los Kray twins, dos de los mafiosos más temidos de Europa, aunque eso quiera decir que lo servido por Helgeland pese a ser un proyecto sin ambición, funciona.
Lo mejor: la actuación de Tom Hardy que pese a no ser brillante carga con casi todo el peso de la película.
Lo peor: no ofrece lo que promete pecando de falta de ambición.
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Película basada en hechos reales. ¿Y qué? Como en tantas ocasiones, la premisa de tomar unos personajes de la vida real no añade ni verosimilitud ni interés a la historia que vemos en pantalla, que deambula entre tópicos vulgares sobre el cine de gánsteres y el vodevil, bascula entre el tipismo del retrato de los bajos fondos londinenses – glamour de poca monta y el endiosamiento de sociópatas de opereta – y el reflejo de una época donde las corruptelas políticas ya permitían que algunos personajillos indeseables salieran indemnes del crimen organizado y la extorsión con el objetivo de tapar a ciertos políticos venales que se veían envueltos en escándalos que se trataban de ocultar a la opinión pública.
El planteamiento, aunque simple y limitado, no carece de interés. Pero la realización plana, previsible, adocenada y sin garra echa a perder la premisa de contar con dos personajes inmorales y sin escrúpulos que merecerían haber dado con una realización más garbosa y sugerente. Es indudable que el mal atrae y fascina, que los ‘malos’ suelen ser más cautivadores que los ‘buenos’, quizás porque su creencia de que son impunes y omnipotentes les hace cometer barbaridades que más de uno desearía perpetrar alguna vez pero se ha refrenado en llevar a cabo por miedo a las consecuencias penales o sociales. Esa falta de freno les hace fascinantes a los ojos del ciudadano pacato y cumplidor. El exceso como afrodisiaco.
No basta contar con un actor carismático y de talento – Tom Hardy – para superar los baches y carencias de un guión que encadena situaciones desmesuradas y brutales, pero sin llevar a ninguna parte ni proponer una indagación original o apasionante sobre el crimen o la política o la sociedad que se está reflejando. Como en un telefilme caro o de prestigio, donde nada desentona pero todo acaba siendo la enésima regurgitación de lugares comunes que ya hemos visionado antes, aunque contado de forma más envolvente o llamativa. Las virtudes habituales del cine británico (buenos actores, concienzuda recreación de época, mimo por el detalle) aquí apenas consiguen elevar la calidad o efectividad del producto final.
Además resulta inmoderadamente larga, repetitiva y plana como para captar la leal atención del espectador. Y el trazo de unos gemelos psicopáticos – por lo demás, algo caricaturesco y predecible – resulta demasiado esquemático y simplista como para convencer o seducir. Buenos mimbres pero con un resultado fallido, sin fuste ni fuelle, sin novedad ni brío. Se deja ver pero deviene en una propuesta malograda.