Las montañas de la luna
Sinopsis de la película
En 1850 dos intrépidos aventureros, el Capitán Richard Francis Burton (Patrick Bergin) y el teniente John Hanning Speke (Iain Glen) emprenden juntos un peligroso viaje por el interior de África para intentar descubrir el nacimiento del río Nilo. La expedición se realiza en nombre del Imperio Británico y de la Reina Victoria, y los dos saben que tendrán de enfrentarse a grandes peligros pero, contra todo pronóstico, se adentran en medio del desconocido continente hasta lugares que los de su raza jamás habían soñado. A medida que las penalidades del viaje hacen mella en los aventureros, una fuerte amistad comienza a fraguarse entre ambos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mountains of the Moon
- Año: 1990
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
6.6
43 valoraciones en total
Habían pasado muchos años desde que viera por primera vez esta película, y ahora que he vuelto a verla puedo decir que la experiencia ha sido verdaderamente placentera. Y es que este tipo de filmes, que describen la verdadera gesta que los hombres han realizado en su historia (la exploración e investigación de su propio mundo), entronca íntimamente con el mundo de la aventura, la audacia y lo desconocido, todos ellos ámbitos asociables a las inquietudes de la infancia y la juventud, en las que todo son incógnitas y retos.
Por eso, cuando en una secuencia de la película vemos a Burton inclinado sobre un mapa que está prácticamente en blanco, sentimos como él la ambición de abrir caminos nuevos, de vivir plenamente, del modo en que sólo los aventureros pueden hacerlo. Y desde luego, aquéllos británicos que a mediados del siglo XIX se lanzaron a desentrañar los misterios geográficos de África central, fueron la viva encarnación de la tenacidad, cuando no de la temeridad. Ellos, con la ayuda inestimable y siempre silenciada de los nativos y esclavos, fueron quienes rellenaron los huecos del mapa, y entre esos vacíos hallaron la solución al misterio más antiguo y codiciado: la ubicación de las fuentes del Nilo.
El filme, que goza de una correcta ambientación, un apreciable diseño de vestuario y unas magníficas localizaciones, centra su interés en el retrato de los dos personajes que emprendieron en primer lugar esta búsqueda, de un lado, Richard Burton, romántico y arabista, hombre de gran cultura y sensibilidad hacia otros pueblos, pero también de carácter tormentoso y altanero. Del otro, John Hanning Speke, mucho más gris, un perfecto producto victoriano, correcto, serio, eficaz y discreto. Unidos por una pasión común (explorar y conocer el interior africano), compartirán experiencias y penalidades sin fin en pos del Nilo, que será, paradójicamente, el motivo de su distanciamiento y ruptura. A pesar de que la contraposición entre ambos personajes está bien trabajada, la película insiste innecesariamente en sugerir que compartieron una profunda amistad, cuando la realidad es que su relación no superó la de leales compañeros expedicionarios.
Con un guión correcto y buenas interpretaciones, especialmente la de Bergin encarnando a Burton, la película transcurre a buen ritmo, sólo demorado por la subtrama amorosa, que presenta algunos momentos prescindibles, pero que no impide que el espectador, concluido el visionado, experimente la satisfacción ya casi olvidada de haber transitado por caminos nuevos, esos que aguardan en los mapas vacíos y que nos retrotraen a la infancia, cuando todo estaba aún por descubrir.
Seré breve pero muy conciso, si adoras África, si te interesa como fue siendo descubierta, esta es la película que más se acerca y de un rigor histórico aceptable( para ser producción USA, ya se sabe que estos son bastante zoquetes e indocumentados cuando se trata de retratar la historia ajena ), que consigue sacar extraordinario provecho a la aventura de Burton y Speake en la busca de las fuentes del Nilo.
La banda sonora de Michael Small muy cuidada y acertada, diría que es la mejor composición del autor para el cine. Rodada íntegramente en parajes africanos, en los que afortunadamente he estado, no escatima paisajes , es el cine de aventuras de antes sin trampa ni cartón.
La mejor pelicula de exploradores africanos,hubieron muchos, pero el cine los ha ignorado en su mayor parte. No han sabido o querido.
Intentar comprender el mundo a través de la historia del cine es un error. Por una sencilla razón se trata de una historia absolutamente descompensada. En el cine vemos una y otra vez como los grandes grupos de poder aparecen chupando pantalla una y otra vez. Parece como si abogados, periodistas, policías, cantantes, deportistas, médicos…hubieran construido la civilización ellos solos.
Hoy podemos ver como se hacen películas donde se nos cuenta la historia del hombre del carrito de los helados. Y todo porque pertenece a uno de esos lobbies.
Y sin embargo hay algunas profesiones que nunca han tenido ni una triste película, como por ejemplo los geógrafos.
Nadie tiene ni puñetera idea quienes son Mackinder, Ratzel, Ritter, Reclus, Haushofer, Maull, Richtofen, Blache…y sin embargo son los que hicieron que tú vivas
Así por lo menos que uno de los más grandes hombres del siglo XIX, donde se conjugo lo vital con lo intelectual como pocas veces ha existido. No hace falta que diga que es uno de los personajes que más admiro. También es el ídolo de Sánchez Dragó. En cualquier caso debo señalar que mientras unos desearían morir como el protagonista de Las invasiones bárbaras a mí me gustaría vivir como Richard Burton.
En cuanto a la película propiamente dicha es francamente buena y sería mejor si no hubiera esa insistencia en convertir en gay a John Hanning Speke cuando este era un hombre bastante rudo y belicoso como señala el periodista David Broggi en una revista de historia de gran tirada. Su único problema es que no iba con mujeres por lo que automáticamente algunos se inventan su relación con Burton. Lo cuál no tenemos ninguna prueba ni documento histórico que así lo insinúe.
En cualquier caso perdonamos a William Harrison, novelista y coautor del guión junto a Rafelson ya que después de escribir una obra maestra como Rollerball dirigida por Norman Jewison ya se ganó mi total confianza y admiración.
Sin lugar a dudas que gran parte de la película esté rodada en África ayuda mucho para la verosimilitud de la cinta y mucho más al tener en la dirección de fotografía al británico Roger Deakins que ha sido llamado por casi todos los grandes directores que pretendían buscar una fotografía en lugares remotos y paisajes especiales, ya lo hizo antes en Pasiones en Kenia, y luego en el desierto por Mendes para su Jarhead, Scorsese y el Himalaya para su Kundun, Joel Cohen para su O Brothe y sus prados americanosr y para Caton-Jones en su Rob Roy y sus paisajes escoceses. Un genio.
Tenemos una buena banda sonora de ritmos africanos de la mano de otro conocido de Rafelson como Michael Small
Los actores están bastante bien sobre todo el irlandés Patrick Bergin que le queda de maravilla el papel de Richard Burton, mientras que Iain Glen excesivamente presentado como un niño guapo gay no da la talla, además cualquiera que vea una foto de Speke lo comprenderá.
Interesante cinta de aventuras sobre la amistad, el valor, y las relaciones personales. Muy elegante, bien rodada y con un formato a cine de siempre digno del buen gusto que destila siempre su director. Un cine que pudiéramos catalogar de ingles . No hace falta verla mucho minutos para saber qué quiero decir. Si me dicen que es de un directo inglés me lo creo, aunque la cinta es americana y está filmada por un americano. No sé qué hubiera sido de esta historia si la hubiera filmado David Lean, por ejemplo. Le falta para ser una grandísima película esa grandiosidad que sólo los grandísimos directores saben darle a las cosas. No sé qué es, pero sé identificarlo, y esta, siendo una película muy meritoria, no tiene ese plus de magnificencia, de grandiosidad, de obra colosal, intemporal, perdurable e inolvidable.
La búsqueda de las fuentes del Nilo es el camino argumental sobre el que se edifica la amistad de los dos protagonistas, sin olvidar el interesante papel de la mujer del protagonista.
Los protagonistas de la historia real son los expedicionarios Richard Francis Burton (Patrick Bergin) y John Hanning Speke (Iain Glen). La mujer de Burton es Isabel Arundell (Fiona Shaw). También actúa Delroy Lindo (como el esclavo Mabruki que es salvado de morir por el ataque de un león.
La intensidad del viaje, sus peligros, la importancia de la misión están muy conseguido. En 1850 no había mapas de África, y la misión tenía unos peligros inimaginables. No sólo por adentrarse en tierras desconocidas y peligrosas, sino porque tiene que transitar por la rutas que se utilizaba para los esclavos.
Historia muy cuidada -ropas, atrezo, diálogos, personajes, detalles, las casas, los carromatos, música, etc.- y seguramente muy cara en su filmación, con un guión muy trabajado pero un poco larga. No merece la pena 135 minutos para contar lo que cuenta. Es cierto que no es exactamente una de aventuras clásica , de las de Henry King, ni en sus versiones más modernas tipo J. Lee Thompson.
El resultado no es tan prometedor como la historia auguraba, pero es, desde luego, una buena película.
La película empieza con una porción de curiosidad y tranquilidad, no vayamos con una idea de ver la típica película comercial de aventuras. Esta posiblemente refleja un cercano relato de lo que experimentaron y sufrieron Gran y Speke. En un territorio de civilizaciones supersticiosas y tribales.
Tomaros con tranquilidad y atención las escenas porque hay las justas de conversación en un solo plano. La tónica de este film son los cambios de paisajes. Por eso recomendaría verla mientras realizas una tarea de poca importancia. Recuerdo de nuevo que esta es de las pocas películas que he visto centrandose más en el genero exploración más que la combinación típica de acción y aventura.
La grabación es buena con escenas de tierras cuarteadas por la falta de agua y sabana africana. También aparecen zonas costeras, campiña y urbe británica. No se limitan a mostrar decorados exteriores naturales igualmente muestran interiores como: jaimas, terrazas, viviendas árabes, salas de conferencia, despachos, bibliotecas, comedores y salas de bailes. Cada escenario natural y situación te traslada a ese clima tan molesto, angustioso de hostilidad y biodiversidad al que pocos europeos del siglo XIX se hubieran atrevido ir.
El atrezzo y decoración me ha parecido muy buena con la caracterización y diferencias de imagen que pudieron tener Grant y Speke en la cuestión de vestir, posibles y mentalidad hacia otras civilizaciones. Cuidaron muy bien cuando había que exhibir vestimenta clásica victoriana y tribal sencilla.
Las interpretaciones de los protagonistas están logradas aunque en alguna ocasión las hubiera exagerado más en la cuestión de un británico estirado de principio a fin y un escoces más afable, despreocupado y complicado de comprender su visión de África. El resto de actores y actrices secundarios realizan buenas actuaciones que influyen a los protagonistas para que prosigan con su argumento principal. La emociones y tristezas están bien representadas en muchas circunstancias de la películas.
Lo catalogaría como aventura, explorativa, histórica, romántica, acción y drama. Considero que fue una mediana producción americana pero conseguida para ser biográfica en el hito de la geografía internacional en África. No te sorprenderá por las escenas de acción pero merece la pena verla por tener una idea de la sociedad y recursos que se disponían en ese siglo. El ritmo y final del largometraje sera inolvidable cuando la recuerdes.