Las hermanas enfadadas
Sinopsis de la película
La brillante y espontánea Louise (Catherine Frot) deja su pequeña casa de campo en Le Mans para visitar a su estirada hermana en París (Isabelle Huppert). Las vidas de las dos hermanas parecen distintas: una vida anodina para Louise, con un hombre del que está perdidamente enamorada, una agitada vida social para Martine, casada con un hombre al que cariñosamente detesta. Louise ha escrito una novela y ha ido a París para reunirse con un editor que pretende publicar su libro. El hecho de ver a su hermana como una escritora de éxito y tres días de lágrimas, risas, recuerdos y recriminaciones entre las dos hermanas hacen que el mundo de Martine se derrumbe a su alrededor.
Detalles de la película
- Titulo Original: Les soeurs fâchées
- Año: 2004
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
6.1
57 valoraciones en total
Alexandra Leclère, su directora, establece su prioridad por mantener la atmósfera y esa tensión entre las hermanas, mientras intentamos adivinar hacia donde se dirige.
Muestra un exquisito respeto hacia sus personajes, necesita que los entendamos y a la vez nos pongamos en su lugar. Un relato estimulante, al intentar alejarnos de los tópicos, donde tan frecuentemente desemboca el cine francés.
Mientras transcurre la historia, vamos conociendo a los protagonistas, sus relaciones, detalles de su vida, y quizá de alguna manera, entendiendo su comportamiento.
Hermosa escena final.
En esta película todos los personajes sufren a Martine, el papel de Huppert, que lleva hasta el límite esa interpretación de mujer fría y distante. Es Martine una mujer que ha dejado a un lado toda posibilidad de ser feliz y se agarra a una rutina más o menos conveniente. Son muy buenas las interpretaciones tanto de Huppert como de Catherine Frot, esa hermana tan opuesta que desata la envidia en Martine y el despertar de su triste realidad. Es un caramelo el papel de Frot, es dificil no sentir empatía por Louise, una optimista y alegre mujer de provincias.
Éste es un film de debut y queda claro que Leclère tiene que pulir cosas para llegar a comunicar más profundamente los conflictos de los personajes, pero la realización en líneas generales es correcta. El guión podría dar más de sí y hay ciertas resoluciones facilonas pero es un film recomendable. No hay que fiarse de la etiqueta de comedia pues tiene momentos de intenso drama y cuando menos incita a la reflexión.
Hay que destacar también la interpretación de François Berléand, uno de esos rostros secundarios que aparecen seis o siete veces cada año y que en este caso vuelve a realizar un gran trabajo como marido sufridor de Martine.
Una deliciosamente provinciana CATHERINE FROT llega a París para pasar unos días con su hermana rica, una fría y antipática ISABELLE HUPPERT. Vamos, como si pusieran a una Paca Martínez Soria frente a la temible Pianista de Haneke.
El resultado es una irresistible comedia dramática llena de amargura: la pueblerina Frot, con su candidez y espontaneidad, desestabiliza el mundo de la divina Huppert, que se avergüenza de su patosa hermana, desconocedora de las finas costumbres parisinas. Pero al mismo tiempo que la desprecia, también la envidia profundamente por ser más alegre, vital y emprendedora que ella: amargada, insatisfecha y parásita, con contínuos arrebatos de ira y crueldad nacidos de su infelicidad.
Lo de la gran Huppert sólo se puede calificar como milagro: tiene un personaje completamente odioso, pero consigue que te pongas de su lado sin apenas asideros de guión que se lo permitan, logrando la hazaña del talento absoluto.
La simpática Catherine Frot, actriz muy dotada para la comedia, demasiado bien parada sale de la confrontación, teniendo en cuenta que es imposible igualar a ese portento de actriz.
Una pequeña joya.
El cine francés y yo no nos hemos llevado demasiado bien. No conecto con la narrativa que suele acompañar a sus películas.
Las Hermanas Enfadadas, me ha sorprendido al evitar el corsé con el que habitualmente se rodean la mayoría de argumentos. Aquí se ofrece una imagen bastante aproximada, sobre la vida de dos hermanas que han evolucionado de manera diferente, con circunstancias absolutamente dispares entre ellas.
Cada uno de los personajes contiene entidad propia, ninguno resulta arquetípico, lo que le otorga frescura y credibilidad.
Muy entretenida y bien resuelta. Un 6,5
Primer largo de Alexandra Leclère, directora y guionista del mismo. Se basa en hechos autobiográficos, tratados en su ópera prima, Bouche a bouche (2002), corto de 5 minutos, multipremiado. Rodadoa en París con un presupuesto de 8 M de euros.
La ación tiene lugar en París durante 3 días (2002/03). Relata la historia de dos hermanas, Martine Demonthy (Isabelle Huppert), y Louise Mollet (Catherine Frot), que tras ser rechazadas por la madre neurótica emprendieron caminos muy distintos. Martine se trasladó a París, contrajo matrimonio con Pierre (François Berléand) y es madre de un hijo de 6 años. Louise no salió de Le Mans, la ciudad natal, es madre de un hijo de 7 años y vive en pareja, desde hace 2, con Philippe. Martine, quisquillosa, impertinente, envidiosa y celosa, se siente desdichada, mientras Louise, alegre, espontánea e ingenua, es profundamente feliz. Trabaja como esteticista y en los ratos libres ha escrito una novela. La conviviencia de las dos hermanas durante 3 días, después de 2 años sin verse, provoca choques continuados entre ellas. La película muestra la relatividad de hechos desgraciados y potencialmente trascendentes: el abandono de la madre ha alimentado en Martine resentimientos, ahogados en un falso olvido, y temores, Louise ha superado el trauma con comprensión y tolerancia, se preocupa por la madre, la visita y la llamarla por teléfono. La película, en cierto modo, contrapone el estilo de vida natural y espontáneo de provincias, con el agitado, tenso y agobiante de la gran ciudad. Pese a ello, exalta París, de la que muestra bellos paisajes urbanos. La comicidad, continuada y sutil, se basa en palabras, torpezas y olvidos y, sobre todo, en la expresión visual de Louise, tributaria de Jacques Tati.
La música, de Philippe Sarde, exhibe versatilidad, modernidad y un excelente cromatismo. Además se incluye un fragmento de La Traviata y La chanson des Jumelles , de Las señoritas de Rochefort (1967), de Jacques Demy. La fotografía se mueve en niveles de serena brillantez. Hace uso de movimientos suaves de cámara, travellings excelentes (los que rodean la cena en casa de Martine) y primeros planos contundentes. Muestra preferencia por el rojo y los negros. Contrapone el blanco intenso del abrigo y tocado de Louise con lo vestidos oscuros de Martine. El guión define bien los personajes, si bien en algunos casos se aproxima a la caricatura. Los diálogos están poblados de ingenio y buen humor. La interpretación de las protagonistas es excelente: convierte la obra en un duelo interpretativo entre dos grandes actrices. La dirección mantiene el pulso con vigor, combina recursos visuales, verbales, cromáticos y sonoros, y se apoya en la fuerza de un reparto de lujo.
Comedia con elementos cómicos, dramáticos, trágicos y tragicómicos, que explora las relaciones tumultuosas de dos hermanas, cuyos recuerdos evocan fustraciones, celos, envidias, amor y ternura.