Las dos caras del Dr. Jekyll

4 comentarios en «Las dos caras del Dr. Jekyll»

1. Basado en la celebérrima novela de Robert L. Stevenson, que tuve el gusto de leer hace muchos años. Al igual que en tantos casos, la cinta es una recreación -relativamente- libre, ya que el eje, más allá de algunas sinuosidades argumentales, es el mismo del libro. La curiosa posibilidad de que, experimentos mediante, un sujeto pueda transformarse provisoriamente en el otro doble de su naturaleza, eminentemente maligna y volver a los cauces normales para reinicidir en el ciclo dual, persistentemente. Lo que lo lleva a los más atroces crímenes. Aquí, puede decirse que la película es ligeramente mediocre, no especialmente mala, pero tampoco algo del otro mundo artísticamente hablando. Se puede ver como entretenimiento encuadrable como cine clase B . Los ambientes son agradables, las actuaciones discretas, quizá demasiado dialogada, en fin una medianía que equilibradamente la coloca en un lugar de más o menos aceptable.

2. Adaptación de la Hammer del famoso mito de Stevenson. Pese a no ser una superproducción precisamente no es por ello una interpretación arquetípica. Cuidadosa tanto en su realización técnica como en la elaboración del guión y la pulcritud de las interpretaciones. Este Jekyll/Hyde no es un monstruo sencillo, se ha querido profundizar en el extenuante debate de personalidades, incidiendo en el dramatismo del conflicto logrando algún momento verdaderamente emocionante. También llama la atención la no evidencia de la maldad, haciéndo a Hyde más complejo y sutil. El mal va aprendiendo y evolucionando en la película y Paul Massie parece que entiende y participa en Mr. Hyde. Valorable adaptación en especial para quién busque algo más respecto al estereotipo, con algún momento que puede recordar a las venideras Abierto hasta el Amanecer o El Club de la Lucha. Ah, y Cristopher Lee está fantástico como el bueno malote de viriles patillas.

3. La productora Hammer Films, responsable de películas de terror de corte clásico de irregular calidad, nos regaló, de la mano de su adalid Terence Fisher, su personal visión del personaje dual Jekyll-Hyde de Stevenson.
   
   El filme presenta al Dr. Jekyll (Paul Massie), un científico frío y absorbido por su trabajo, enfrascado en su investigación para separar los dos extremos de la condición humana, el Bien y el Mal. Apenas le hace caso a su esposa (Dawn Addams), y por ese motivo ella mantiene un affair con uno de los mejores amigos del doctor (Christopher Lee). El experimento es todo un éxito, pero el resultado convierte al Dr. Jekyll en Mr. Hyde (el mismo Paul Massie), un individuo de exquisita educación pero carente de emociones, con oscuras ideas y ningún respeto por la vida. Jekyll luchará por volver a ser el que era, pero Hyde también necesita existir y no se lo pondrá fácil, provocando además el caos y la muerte entre las personas que rodean al doctor.
   
   Tal como Fisher elaboraría el personaje de Frankenstein posteriormente, al Dr. Jekyll le da ese aire de superioridad y sabiduría que distingue al mad-doctor de las producciones de serie B. Con nulos efectos especiales y maquillaje (el cambio de Jekyll a Hyde se resuelve con un simple afeitado y un cambio de expresión), Fisher nos muestra la dualidad del personaje a través de sus diferentes comportamientos, dotando a Hyde de una educación decididamente inglesa pero con un terrible vacío interior, sólo comparable con su falta absoluta de escrúpulos.
   
   Fisher narra la historia con su acostumbrada pulcritud y lentitud de ritmo, lo cual no implica que sea un filme aburrido sino al contrario, resultan interesantes las situaciones de lucha interior entre Jekyll y su alter ego malvado, y cómo Hyde se acelera hacia una espiral asesina hacia los minutos finales de la película. La actuación de Paul Massie, además, presenta matices que lo hacen parecer a ratos cómico, a ratos desquiciado, y su interpretación aparentemente sobreactuada está, por el contrario, más que correcta.
   
   Otro clásico Hammer a tener en cuenta.

4. Las dos caras del doctor Jekyll es una muy inteligente reinvención de la novela de Robert Louis Stevenson, que traslada de forma impresionante a la gran pantalla la clásica historia El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde .
   
   Pese a que la obra está reducida a su mínima expresión cinematográfica en lo que a medios se refiere, en esta película, menos es más. Y me encanta como Terence Fisher y el guionista Wolf Mankowitz le dan una vuelta completa al argumento, convirtiendo al respetable doctor Jekyll en un respetable, pero aburrido caballero obsesionado con su trabajo, y al señor Hyde en la respresentación del mal más atractiva que nos podamos echar a la cara.
   
   Si la visión más tradicional de esta historia es la que hace de Henry Jekyll un respetable caballero y de Edward Hyde un horrible monstruo brutal, que además de ser un asesino, da grima.
   
   En esta ocasión, Hyde es un atractivo personaje que pese a ser el supuesto antagonista de esta compleja historia (Compleja en el sentido de que no es una historia lineal de terror, en la que haya un héroe y un villano claramente definidos), no nos permite apartar la mirada de él.
   
   Y las transformaciones de Paul Massie son increíbles, especialmente si veis la película en su versión original, ya que os permitirá apreciar cambios de voz y matices en la actuación de nuestro protagonista.
   
   Y lo mejor son aquellas escenas en las que ambos personajes se mezclan, o uno de ellos adquiere el carácter de su alter-ego.
   
   Dawn Addams interpreta a uno de los personajes femeninos más malvados de la productora Hammer, ya que resulta ser una infiel, manipuladora e interesada mujer.
   
   Y otro detalle curioso es el hecho de que Christopher Lee sea un personaje, que si bien no es secundario, no es el protagonista o antagonista directo como cabría esperar en una película de este estilo. Y más aún cuando el director es Terence Fisher, que trabajó con él casi más veces que Johnny Depp con Tim Burton. Pero le hace bien ser un personaje de apoyo que refuerza la maldad de Hyde.
   
   Lo que más me desentona de la película son la Banda Sonora y algunos efectos de sonido algo raros. Al tema central, le falta oscuridad para mi gusto. Y luego hay varios temas demasiado alegres a lo largo de la película.
   
   La ambientación y dirección son totalmente hammerianas y aunque admito que no puedo tomarme la cinta tan en serio como lo haría con otras producciones de la propia Hammer, definitivamente me parece mejor película que la adaptación de Amicus hecha en 1971, que sí tendría a Christopher Lee de protagonista.
   
   Puede que aquella versión fuera más fiel a la obra de Stevenson, pero por no estar tan bien dirigida y ser mucho menos innovadora, nunca la he disfrutado tanto.
   
   Así que en una escala del 1 al 10, a Las dos caras del doctor Jekyll , le otorgo un 8,5 sobre 10.