Las cruzadas
Sinopsis de la película
Ricardo Corazón de León marcha a las Cruzadas para eludir su boda con la princesa Alicia de Francia, y por el camino contrae matrimonio con Berengaria para proporcionar comida a sus hombres. Todo se complica cuando Berengaria es raptada por Saladino.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Crusades
- Año: 1935
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
6.7
40 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alan Hale
- Albert Conti
- Anna Demetrio
- C. Aubrey Smith
- C. Henry Gordon
- Fred Malatesta
- George Barbier
- Hans Heinrich von Twardowski
- Henry Wilcoxon
- Hobart Bosworth
- Ian Keith
- Joseph Schildkraut
- Katherine DeMille
- Loretta Young
- Lumsden Hare
- Maurice Murphy
- Mischa Auer
- Montagu Love
- Paul Sotoff
- Pedro de Cordoba
- Perry Askam
- Ramsay Hill
- Sven Hugo Borg
- Vallejo Gantner
- William Farnum
Mi crítica será breve: ¡esta película merece la pena!, espectacular, elegante y con todo el glamour de los años 30, hoy perdido sin remedio.
Cecil es un maestro poco valorado, debería estar junto a John Ford en el Olimpo fílmico.
Recomendable para todo el mundo, pero sobre todo para un personajillo llamado Ridley Scott, a ver si aprende algo.
Cecil B. de Mille tenía un ojo clínico para los negocios. Muchas de sus películas de hecho, nos muestran la concepción que tenía de Mille de cómo mezclar los negocios con el arte. De tanto en tanto, de Mille destapaba su vena épica y nos presentaba películas vendidas como grandes superproducciones, donde la Historia, la revisión mítica y el sentido comercial en su vertiente plástica se mezclaban. El ejemplo más sonado de esta fórmula típica de Cecil B. de Mille fue la exitosa The Ten Commandments (Los Diez Mandamientos, 1956), aunque también se pueden destacar otras películas, entre ellas, The Crusades (Las Cruzadas, 1935).
Las Cruzadas es una mezcla entre Historia real (Poca) y fantasía religiosa (Mucha). Producida por la productora Paramount, el filme emplea de hecho, los mismos decorados que el filme The Lives of a Bengal Lancer (Tres Lanceros Bengalíes, 1935), evidentemente también producido por la Paramount[1]. La película se ubica en el marco histórico de la Tercera cruzada (1189-1192), seguramente la más famosa de todas las cruzadas. Nuestro protagonista es Ricardo, el rey de Inglaterra, conocido con el sobrenombre de Corazón de León, quien interpreta el actor más que convincente Henry Wilcoxon. No es extraño que sea este el personaje principal del filme, y no el Rey de Francia Felipe Augusto, o Federico Barbaroja (quien por otra parte tiene un tratamiento muy menor en el filme). La Leyenda de Ricardo Corazón de León siempre ha estado dos o tres pasos por delante de la realidad histórica, y se obvia el hecho de que fue un sanguinario y furioso (en el peor sentido del término), seguramente por ser el estandarte de la cristiandad más firme, en contraposición de Saladino. Además, al ser el Rey de Inglaterra, el personaje tiene un tirón más que lógico en el público de Estados Unidos.
La película se centra en dos ejes concretos. Por una parte, la relación amorosa que existe (o existirá a medida que avance el film) entre Ricardo y la esposa con la que efectivamente se casó, Berenguela de Navarra, que interpreta la actriz Loretta Youg. El filme nos muestra como en un primer momento Ricardo sólo acepta el matrimonio con Berenguela por puro interés económico, pero el filme se centrará en la evolución del personaje (en general y en particular con su esposa) que cada vez más le irá cogiendo cariño a la dama, a pesar de las dificultades que les coloca el destino (o más correctamente, el guión) y que son las pruebas que en definitiva dan tensión a la película. Hay que destacar que el guión de Las Cruzadas pretende desarrollar la evolución del personaje de Ricardo Corazón de León, enalteciendo hasta convertirlo en el príncipe ideal de los cristianos. Empezamos en Inglaterra, donde el rey campea a sus anchas, distrayéndose en torneos donde exhibe su violencia y riéndose de sus criados. Cuando es llamado a las cruzadas ve la oportunidad perfecta para embarcarse en una aventura que le puede reportar mucho éxito, pero en realidad el no está confiado de la cruz, y prácticamente la película nos lo muestra como un descreído. Pero gracias al amor de su amada, nuestro personaje se irá convirtiendo en un Personaje de principios, que incluso finalmente acabará abrazando la causa del cristianismo. Por su parte, el personaje de Loretta Young sería bastante interesante, sino fuera por el tono ultra cursi con el que afronta la actriz el papel, convirtiéndola en una pesadilla cada vez que la vemos irritarse exageradamente.
La película, como es habitual en las producciones de Cecil B.De Mille, busca el consentimiento ideológico del espectador norteamericano medio. Se puede decir claramente, que Las Cruzadas es una película que busca reflejarse en ese mismo espectador. Los ideales del cristianismo, el romance y la lucha épica, se mezclan buscando el consentimiento y la evasión de un público que pretende maravillarse en una historia que le es cercana y lejana al mismo tiempo.
Como en muchas otras producciones del cineasta, se trata de hacer lo máximo posible con lo mínimo. Sin embargo, también es cierto que en ciertos momentos se le ve el plumero a la producción. Para empezar, sólo nos encontramos con una secuencia de batalla (hay que ver cómo cambian los gustos, ahora sería prácticamente imposible que una película que quiere arrasar en taquilla ofreciendo un espectáculo épico sólo incluyera una única secuencia de batalla) y además es ciertamente risible. El asalto al castillo es en realidad el asalto a una simple muralla, y además con un despliegue de medios bastante paupérrimo.
En definitiva, Las Cruzadas es una película entretenidísima, pero tan vacía como lo podría ser un Blockbuster convencional de hoy en día.
[1] ALBERICH, Enric, Películas clave del cine Histórico, Ed. Ma Non troppo, Madrid 2009, p. 51
https://neokunst.wordpress.com/2015/05/21/las-cruzadas-1935/
Espectacular film sonoro de Cecil B. DeMille (1881-1959). El guión, de Harold Lamb, Waldemar Young y Dudley Nichols (acreditados) y de Jeanie MacPherson, Howard Higgins y Charles Brackett (no acreditados), adapta libremente la novela histórica The Crusades (1931), de Harold A. Lamb (1892-1962). Se rueda entre febrero y abril de 1935 en platós de interior y en decorados exteriores de Paramount Studios (Hollywood). Es nominado a un Oscar (fotografía). Producido por Cecil B. DeMille para Paramount, se proyecta por primera vez en público, en doble sesión de preestreno, el 21-VIII-1935 (Londres y NYC).
La acción dramática tiene lugar en Jerusalén, Reims, Londres, Marsella y San Juan de Acre (hoy, Haifa). El sultán de Egipto y Siria, Saladino (Keith) toma al asalto la ciudad de Jerusalén en 1187. El ermitaño Pedro (Smith) deja Jerusalén para movilizar a los reyes cristianos de Europa en una nueva cruzada (la tercera) destinada a recuperar la soberanía sobre Tierra Santa. El primero en responder es Ricardo I de Inglaterra (Wilcoxson). Le siguen Felipe II de Francia (Gordon) y Federico Barbarroja del Sacro Imperio Germánico (Bosworth). Les acompañan Hugo de Borgoña (Farnum), Sverre de Escandinavia (Borg), el duque Leopoldo V de Austria (Conti), Guillermo de Sicilia (Malatesta), Nicolás de Hungría (Twardowski) y Conrado de Montferrat (Schildkraut). Los líderes son Ricardo, recién casado con Berenguela (Young), hija de Sancho de Navarra (Barbier), y Saladino. Ricardo y Felipe, que embarcan en Marsella, llegan a Acre por mar, mientras Federico y otros llegan por tierra. Ricardo, de 33 años, es fuerte, rudo, basto y aguerrido. Saladino, de 52 años, es refinado, elocuente, elegante y culto. Berenguela, de unos 20 años, es hermosa, atractiva y de carácter fuerte.
El film suma aventuras, épica, historia, romance, guerra y cine de época (s. XII). Con numerosas licencias y abundantes inexactitudes, enmarca la acción en antecedentes y en el desarrollo de la tercera Cruzada (1190-1192). Introduce en el relato una historia de amor, que aporta elementos intimistas y románticos destinados a aliviar las escenas de guerra y ampliar el interés popular del film. Algunas inexactitudes se deben a errores (la incorporación a la expedición del príncipe Misha de Rusia) y otras responden a conveniencias del relato. No se entiende que a Federico de Alemania (Sacro Imperio Romano Germánico) se le dedique una atención marginal, cuando en realidad ocupa uno de los tres puestos dirigentes de la operación, al mismo nivel que Inglaterra y Francia. Rusia no participa en la ofensiva porque ésta no reúne a todos los reinos cristianos, sino sólo a los cristianos romanos (que aceptan la autoridad del Papa). Por esta razón quedan fuera de la acción los reinos cristianos ortodoxos (Rusia, Grecia, Turquía…). Portugal, Castilla y Aragón no son convocados por estar ocupados en la Reconquista.
El otro día estaba releyendo la Despertaferro nº 18, dedicada a las cruzadas (Despertaferro es una publicación sobre historia militar antigua y medieval que recomiendo a todos los aficionados a la Historia), y me entraron ganas de ver alguna peli sobre las Cruzadas, llegando a esta superproducción del siempre inefable Cecil B. DeMille.
Hay que señalar que el film versa sobre la Tercera Cruzada (1187-1191 d.C.) y más concretamente sobre el romántico rey Ricardo Corazón de León encarnado aquí muy efectivamente por Henry Wilcoxon que enfundado en su cota de malla no deja de recordarnos al sin par Capitán Trueno de Ambrós. Es clavado, macho.
La peli se permite bastantes licencias históricas y da una exagerada importancia al personaje de Berenguela de Navarra. Nos deja un rey Ricardo valeroso y arrojado, violento y un tanto zafio (por supuesto no dice nada sobre su homosexualidad y su afición a las violaciones) y un Saladino noble, inteligente y justo, tal y como ha quedado retratado para la historiografía actual.
Las batallas tienen la épica que precisa una producción de estas características. Se nota que hay pasta detrás del diseño de decorados y vestuario, y los personajes adolecen a veces de cierto postureo , pero bueno, es lo que tienen estas películas épicas de la época.
Pues me ha parecido una gran película. Tal vez sea el primer film que afrontó esta temática, y está muy bien, porque son personajes con un arco evolutivo muy interesante (en especial, el rey de Inglaterra).
Es verdad que he leído por ahí que se trata de un film con poco rigor histórico, pero no creo que eso interese a DeMille que, en esta ocasión, está más preocupado por mostrar una conversión que por narrar un hecho estrictamente verídico. Los diálogos son geniales y el trato que le dispensa a los musulmanes mereció el aplauso de este grupo religioso.
A mí me gustó mucho, por eso la recomiendo.