Lamb
Sinopsis de la película
Tras dos recientes y dramáticos acontecimientos en su vida familiar, David parece abocado a la desesperación y la soledad. Pero entonces se topa con una niña de once años, Tommie, en la que fija su atención.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lamb
- Año: 2015
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
6.1
60 valoraciones en total
Una película con todas las apariencias del cine Indie, que aunque no está mencionado en FA como género, bien puede serlo. Lamb (Cordero) nos muestra una amistad entre un hombre que pasa por una situación personal complicada y una niña con una familia poco estructurada. Ambos deciden emprender un viaje clandestino escapando así temporalmente de su situación personal. Con este viaje Ross Partridge consigue crear y trasladar al espectador una situación llena de ambiguedad y tensión sutil…
Si uno ve que una lolita se va con un hombre mayor de viaje, supongo que esperara que sucedan ciertas cosas, pero aquí no es el caso.
La película logra mantenerte atento (incluso nervioso) durante casi todo el tiempo, porque uno esta ahí pendiente, esperando a que suceda lo que tiene que suceder siempre que una niña se va con un extraño con dudosas intenciones, pero no, la película no se va por lo predecible.
Una película para reflexionar sobre si siempre es sabio o nos seguir nuestras corazonadas y actuar sin pensar mucho en las consecuencias.
El principal problema que tiene esta tan valiente como interesante película es la inverosimilitud del punto de partida, ya que difícilmente una niña de 11 años de edad se dejaría llevar en una situación como la planteada, incluso a pesar de su situación familiar.
Pero superado este escollo (y no es imposible en el cine ni el arte en general aceptar situaciones extremadamente anómalas, por la propia particularidad del arte mismo, que permite la creatividad y que no tiene por qué estar tan sometida al realismo incluso en películas que pretenden eso, además de la certeza de que en el ser humano es posible todo), Lamb se revela como una obra muy a contracorriente en los tiempos que corren, por atreverse a apuntar sutilmente aspectos como la pedofilia sin enjuiciamiento moral ni tratamiento negativo de la misma, lo cual es insólito, inteligente, y valiente en el cine actual, autocensurado por el condicionamiento social respecto a tan escandalizable asunto. Bien es cierto que no se permite ir más lejos y tan sólo está latente, hasta el punto que muchos espectadores ni se lo plantearán, lo cual hace aumentar su interés.
La niña coprotagonista es un descubrimiento, ya que replica a su compañero adulto -y director de la película- con absoluta naturalidad y credibilidad, no siempre tan fácil de encontrar en los intérpretes infantiles.
Una pequeña obra de factura muy modesta (esto sí es cine independiente de verdad) pero que ofrece al espectador una muy particular historia de amistad (y amor) de las que no se cuentan nunca, y a pesar de algunas situaciones discutibles en cuanto a credibilidad, tan sólo por eso ya merece la pena.
¿Un lobo vestido de cordero, o simplemente cordero?
…, y no se decide a actuar -tampoco sabes si lo pretende-, y no se sabe decir de qué va, únicamente desconcierta y aturde, prepara el terreno con detalle y esmero, es simpático, amable y divertido, cariñoso, honesto y abierto, incómoda y desconcertada le observas avanzar, ganar espacio y confianza…, y todo es expectante, extraño y disconforme.
La inocencia de una niña/la perversidad de un adulto -¿también inocente?-, una pareja inquieta de unión desigual, pues uno tiene un deseado plan elaborado/la otra está confusa y ensimismada al mismo tiempo, es lenta y relajada en su proceso de ir al matadero, si es que va, lo esperas pero lo dudas, y en esa indefinición y despiste te preguntas si es un demonio, o un desequilibrado, o un buen hombre desorientado.
Un amor malentendido, de quien emocionalmente es inestable, y de quien afectivamente está necesitada y necesitado, el argumento mantiene una tensión uniforme, de incertidumbre perpleja, hacia un perturbado que no muestra sus garras directamente, que juega al embiste y al engaño, a la indeterminación con un espectador que no le entiende, ni acepta, ni sabe realmente qué hace.
Es sosegada en sus tiempos, acuciante en sus sentimientos, tranquila en su padecimiento, inverosímil según actos, sabia según otros, de situación anómala, un incomprensible adulto, difícil de definir, que es David en sociedad/Gary en sus fantasías personales, esas necesidades que le llaman hacia un prohibido enamoramiento, insano y enfermo, del cual se permite gozar una semana, escondido del mundo.
Abre sus puertas con escaso crédito de inicial contacto, una vez embarcado se recompone y adquiere interés de rumbo, motivo y desenlace, hacia el final pierde enteros, por ser una partida que opta por apostar sin rasgarse las vestiduras, su guión no quiere mancharse las manos, sólo insinuar los peligros de unas sensaciones nacidas de la desconexión y desencaje con el mundo y sus aceptadas normas.
Lamb, un tierno cordero, que despierta preguntas sin responder ninguna, ávida en expectación, con algo de torpeza entre medias, un acierto la pareja protagonista -especialmente la joven y expresiva Oona Laurence- en ese deseo de huir del vacío, el dolor y la apatía y hallar la belleza paisajística del mundo, en conexión mutua, 36 años de diferencia para una lectura doble, la que se confiere desde el punto de vista externo/la que crece al paso de su compartir tiempo y espacio.
El disentimiento es presente en el juicio, de forma constante y aturdida, no hay maldad, pero está mal/es una equivocación cuyas emociones se viven con acierto, produce rechazo, desasosiego y enigma de suceso.
Inclasificable relación de dos almas vagabundas y perdidas, donde crece la polémica sobre lo vivido…, ¿amistad, amor platónico, deseo sexual no manifestado?, todo cabe según ojos del que mira y juzga pero, lo cierto es que nada vuelve a ser lo mismo, para ninguno de los dos, tras su viaje.
¿Lobo o cordero?, ambas posibilidades dan miedo.
Lo mejor, la viveza de Oona Laurence, una fantástica incipiente lolita.
Lo peor, un guión comedido en su ambigüedad inconveniente.
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