La voz dormida
Sinopsis de la película
En plena postguerra, Pepita (María León), una joven cordobesa, abandona su aldea y viaja a Madrid para estar cerca de su hermana Hortensia (Inma Cuesta) que está embarazada y en prisión. Una vez en la capital, se enamora de Paulino (Marc Clotet), un valenciano de familia burguesa que sigue luchando en las montañas de la sierra de Madrid.
Detalles de la película
- Titulo Original: La voz dormida
- Año: 2011
- Duración: 128
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Opinión de la crítica
Película
7.2
25 valoraciones en total
Antes de escribir mi opinión, he querido leer algunas criticas escritas, observo que muchas de las redactadas por críticos que escriben en los medios tachan de maniqueísmo, excesivo tremendismo, manipuladora y teatral.
En el lado de las opiniones de los espectadores leo que han sido embargados de emoción y de sentimientos conmovedores.
He querido situar la novela de Dulce Chacón, la cual ha sido el origen de esta película, la autora nació en Zafra, la ciudad fue tomada por los sublevados, unas doscientas cincuenta personas fueron asesinadas por las nuevas autoridades. La localidad tenía 7000 habitantes.
Chacón tardó cuatro años en escribir la novela. En ella, Dulce Chacón continuó abordando los difíciles años de la posguerra, novelando los testimonios, recogidos en entrevistas por toda España, de mujeres víctimas de la represión franquista durante los años cuarenta.
Tachar de maniqueísmo, tremendismo, manipuladora y teatral, es tanto como querer ignorar la historia, y con ello retrasar la reconciliación real, hemos oído la voz de los vencedores durante muchos años, es momento de oír la voz de los vencidos.
Esa desgraciada época de la guerra y de la posguerra, se escribe en pequeños capítulos, los que han vivido las personas de un bando y del otro, matándose sin querer matarse en muchos casos, odiándose en el mismo idioma, y llenando las fosas de personas inocentes.
No debería de haber ocurrido, pero después de que ha ocurrido debemos de recordarlo para evitar que vuelva a suceder.
La historia que narra esta película es estremecedora, el silencio contenido en la sala que a duras penas el espectador puede aguantar la emoción y con ellas las lagrimas.
Inma Cuesta y María León, las dos protagonistas indiscutibles de la obra, la primera nos impregna de ese espíritu y coraje que tiene toda madre que sufre por su hija recién nacida, manteniendo la dignidad y sus ideales.
Maria León sin duda es la encarnación de la dulzura, la inocencia, la pureza, lucha por su hermana, por su sobrina, su lucha es por amor, su interpretación es de lujo.
Un último recuerdo para Dulce Chacón, murió sin ver la película, a los 49 años de edad un cáncer se la llevo, en la web de la película encontraras La historia de cómo empezó esta aventura por Benito Zambrano. Director y Guionista, merece la pena leerlo.
Termina la película y mientras pasan los créditos aguanto las lágrimas de emocíon, me giro y veo a mi madre llorando. El silencio se instala en una sala en la que nunca mejor dicho la procesión va por dentro.
Y es que es una película emocionante, una entrañable historia entre dos hermanas, ejemplo de las muchas historias consecuencia de una guerra que si en algo estaremos todos de acuerdo, es que nunca debió haber sucedido.
Quizás no sea una gran película, y más si la evalúas desde el alto listón que dejó la novela de Dulce Chacón. Pero es una pelicula emocionante, conmovedora, que llega hasta muy adentro y que por lo tanto es 100 por 100 creíble, entre otras cosas porque es una ficción que no es ficción repleta de imagenes y sucesos que nuestros abuelos en alguna ocasión nos han contado. Y si es capaz de todo ello es porque es una buena película.
Mucha culpa de todo ello la tienen Inma Cuesta y la genial Maria León, que en su papel de Pepita derrocha humanidad, espontaneidad, transmite con todas la partes de su cuerpo e incluso es capaz de sacarte más de una sonrisa en una atmosfera tan triste. Sin duda una interpretación difícil de olvidar y por la que merece ya la pena pagar la entrada.
En definitiva, conmovedora y desgarradora pelícua una vez más con la posguerra de fondo. Y que si es así?. La cartelera está para elegir. Aunque ver este tipo de películas debería ser imprescindible , porque si somos lo que somos, es por nuestro pasado
La voz dormida, un compromiso con la Historia y la Memoria de España.
BRAVO POR EL CINE BIEN HECHO, POR EL CINE VALIENTE, SERIO Y COMPROMETIDO.
Así empiezo mi crítica reflexiva sobre esta magnífica película del director Benito Zambrano. Toda una bofetada a la conciencia, a la moral y a lo políticamente correcto .
En pocas palabras, un film valiente y necesario que TODOS deberíamos ver, al menos, una vez al mes, para valorar la enorme suerte que tenemos de vivir actualmente en DEMOCRACIA.
LA VOZ DORMIDA quedará en los anales del cine español como la mejor película sobre la negra posguerra española que se ha rodado jamás, una historia humana, real y necesaria.
Necesaria para que el pasado de nuestra historia no caiga en el olvido, sobre todo ahora, cuando parece que la sociedad española pretende pasar página y olvidar los horrores pasados.
En cuanto a la película, enorme trabajo interpretativo de Inma Cuesta y de María León, extraordinarias ambas. Para los que hemos leído y conocemos la Historia, ahora, una vez vista esta gran película, es más fácil poner caras a tanto sufrimiento, a tanto dolor, a las víctimas de la represión y a los derrotados de la guerra.
Un emocionado recuerdo a todos aquellos que sufrieron el horror de la victoria franquista.
Con una dirección magistral y una ambientación perfecta, esta trágica historia se merece un 10. Una nota máxima por su seriedad, respeto y valentía ante un tema muy peliagudo.
RECOMENDABLE AL 100% para todos aquellos cinéfilos a los que nos gusta el BUEN CINE con mayúsculas, es decir, el CINE COMPROMETIDO Y CRÍTICO CON NUESTRA HISTORIA.
Qué lastima que no se hagan más películas así, de esas que nos acercan a la realidad y nos dan un pellizco en el corazón, haciéndonos salir del cine con el alma tocada y con un nudo en la garganta, haciéndonos reflexionar sobre muchos temas.
No dejéis de verla. Por muy dura que sea esta película, la realidad lo fue mucho más.
Las películas ambientadas en la posguerra española son el equivalente nacional a las cintas bélicas sobre la Segunda Guerra Mundial producidas en EEUU. Las hay muy buenas (El espíritu de la colmena, Surcos, Ser o no ser, Los mejores años de nuestra vida) y muy malas (Raza, Días de sangre y fuego, Emboscada en la Bahía) pero de lo que no hay ninguna duda es de que son un género en sí mismo como el propio bélico, los slasher o las películas de Nicolas Cage. ¿Por qué entonces esa obsesión por volver a esta época de la que se ha contado absolutamente todo? Según el director de Solas, pretendía homenajear a las mujeres encarceladas injustamente por el régimen franquista que tantas vidas, sueños y esperanzas truncó. Pero, yo me pregunto ¿Estas mujeres realmente eran tan benditas, altruistas, dignas e inmaculadas como Zambrano nos hace ver? ¿Eran las mujeres franquistas o casadas con franquistas tan malas, víboras y venenosas? Si nos atenemos únicamente al libreto escrito por Benito Zambrano, Carmen López-Areal e Ignacio del Moral en base a la popular novela de Dulce Chacón, el sí es rotundo. Pero, ¿Qué dice la historia? Yo entiendo que en 120 minutos no quepan todas las opiniones y puntos de vista sobre un conflicto tan peliagudo pero con un simple esbozo de historia verídica nos hubiéramos conformado y hubiera pasado por alto el peor defecto que arrastra este film: su maniqueísmo exagerado.
Porque no hay término medio, hay buenos (comunistas) y malvados (franquistas). Es didáctica en el peor sentido de la palabra, confundiendo reivindicación con imposición argumental, perdiendo a los espectadores más concienzudos por el camino. Aunque eso no parece importar a un Zambrano que se lo apuesta todo a una carta peor de lo que se piensa. Asumiendo esta imparcialidad propia de Oliver Stone o Ken Loach (que por cierto tuvo su momento de gloria en este asunto con Tierra y Libertad) otro de los grandes problemas es la sobreexposición dramática sin ningún tipo de respiro o salvoconducto al que somete a la historia. A una escena dramática le precede otra aún más dramática y concede la posibilidad al espectador de acostumbrarse a ello, mutilando sus emociones más allá del minuto 60 o 70. Un par de escenas algo más distendidas (aunque no fuera comedia) añadidas en la sala de montaje hubieran sido el necesario vaso de agua que nos salvaría de atragantarnos con tanto diálogo tristón aderezado con una enfatización desproporcionada de la banda sonora en los momentos clave (música=llorar por mandato). Hay demasiados encuentros entre las protagonistas en la cárcel para llegar a las mismas conclusiones.
Sigo en spoiler sin ser spoiler
Una de las críticas que se le suele hacer al cine acerca de la Guerra Civil o de la posguerra es su maniqueísmo. No hay medias tintas. Todo es blanco o es negro. Los republicanos son gente buena, humilde y luchadora, mientras que los franquistas son malvados y crueles.
Es cierto. No voy a ser yo quien lo niegue.
No estaría de más alguna que otra película que, por una vez, presentara republicanos llenos de defectos y franquistas con virtudes, o personas que, simplemente, hacen su trabajo, aunque éste sea el de carcelero o torturador…
Ahora bien. Reconocer ésto, que es la verdad, no debería ser impedimento para reconocer algo mucho, muchísimo más importante: La represión de posguerra se llevó por delante a muchas, demasiadas personas cuyo único delito había sido conocer a un militante de izquierdas o tener una serie de ideas. Ésa es la triste historia de nuestro país, y quien no lo reconozca se engaña a sí mismo…. viendo esta película y viendo la televisión, cuando es tan fácil denunciar en Siria, Libia o Cuba lo que hemos negado dentro de nuestras fronteras durante tantos y tantos años….
Así, partiendo de esta triste premisa, Benito Zambrano regresa al gran cine después de la sobrevaloradísima Habana Blues, y lo hace demostrando que es un maestro como pocos. Zambrano es un habilísimo narrador, y maneja luces, sombras y colores con una pericia envidiable. La fotografía, el vestuario y la dirección de arte recuerdan mucho a las de otras películas similares, como Las 13 Rosas, pero no por ello resultan menos destacables.
Pero es en la dirección de actores donde reside la clave de la película. Las presencias de Marc Clotet y Daniel Holguín son fascinantes y emotivas. Ana Wagener y Lola Casamayor se convierten en auténticas robaescenas. Ángela Cremonte confirma las buenísimas sensaciones que ha dejado en Hispania. Miryam Gallego, con sólo tres secuencias, se hace inmortal en un personaje sin peso pero maravillosamente escrito. Y por supuesto, Inma Cuesta y María León, María León e Inma Cuesta. Las dos en el mismo estado de gracia, y las dos distintas…. Cuesta emociona a cada paso, con esa rabia, esa contención, esa dignidad que imprime a Hortensia. Viniendo de un personaje tan distinto como el que interpreta en Águila Roja, es un lujazo verla llevando sobre sus espaldas el peso de la película, y dando una auténtica lección de sacrificio y alma.
Pero si Cuesta está increíble, lo de León es ya extraterrestre. Su naturalidad, su dulzura, su sentido del humor y su expresión a través de esos ojos son tan grandes que consigue que te hundas en el corazón enorme de Pepita desde el primer minuto y hasta el final. Éstos son los papeles que marcan una carrera, y el momento de María León ha llegado. Si no se lleva el Goya, habrá una gran injusticia…