La vida de Pi
Sinopsis de la película
Tras un naufragio en medio del océano Pacífico, el joven hindú Pi, hijo de un guarda de zoo que viajaba de la India a Canadá, se encuentra en un bote salvavidas con un único superviviente, un tigre de bengala con quien labrará una emocionante, increíble e inesperada relación.
Detalles de la película
- Titulo Original: Life of Pi
- Año: 2012
- Duración: 127
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Opinión de la crítica
Película
7.1
86 valoraciones en total
Aunque no suelo ir a los estrenos aclamados antes de verse en pantalla, con esta película tenía una corazonada. Ya el tratamiento que hizo el director del tema homosexual en Brockenback Mountain no dejó indiferente a nadie… y a pesar de haberse estrellado con Hulk, la estética fílmica de este americano con origen japonés, prometía desde el comienzo. Así fue. La película es magistral en efectos, en técnica cinematográfica, con algunos planos imborrables, pero sobre todo en fotografía (por cierto, a cargo de un hispano, como ya hiciera en el western citado). La estética digo es fabulosa, y te atrae desde la presentación del zoo del protagonista, los colores, la nitidez, la luz ambiente es un protagonista más del film. Narrativamente también es un prodigio en mi opinión… con el primer plano narrativo del protagonista adulto, se recrea una primera parte que aborda la infancia de Pi (abreviatura de piscines ) que a mí me recuerda al estilo narrativo de Amélie Poulain. Toques de humor, primeros planos, y giros casi increíbles hacen cómplice al espectador del niño. La segunda parte cuenta el naufragio y el viaje de supervivencia de Pi, para terminar con la vuelta al narrador actual, un Pi adulto que da una vuelta de tuerca a su propia historia, dejando anonadado al espectador.
Esto me pasa por fiarme de la crítica. Esperaba una fábula poética donde los significados se escondieran sutilmente bajo la superficie y me encuentro con un pastiche pretencioso y visualmente sobrecargado con moraleja al final. Menuda encerrona de dos horas.
Quienes se sienten delante de La vida de Pi están de suerte: el director les ofrece dos películas al precio de una.
La primera película se divide, a su vez, en dos partes. Los 45 minutos iniciales (así a ojo) son una especie de Big Fish en versión hindú, con personajes simpáticos y una fotografía alegre, de vivos colores.
Después de esta larga presentación todo cambia y llegamos por fin a lo que estábamos esperando con ansia: el relato de la supervivencia del chico y el tigre, una majestuosa e inverosímil sucesión de imágenes a mayor gloria del 3D. No cometan el error que cometió un servidor y vayan a verla en 3D. De lo contrario corren el riesgo de que se les haga tediosa.
Terminada esta explosión de belleza onírica, a uno se le queda una sensación de vacío y de decepción. ¿Y esta es la historia que nos iba a hacer creer en Dios? Hmmm. Demasiado zooplancton fosforescente y demasiada poca chicha.
Entonces empieza la segunda película, que dura unos escasos 5 minutos. Y entonces te quedas con cara de tonto.
Hermosa, escalofriante alegoría sobre la creencia en Dios. A mí, desde luego, me ha convencido.
¿Qué historia prefieres: la del Tigre o la del Capitán? Pues lo mismo pasa con Dios. Tras ver ayer en el cine La Vida de Pi, quizás ésta sea la frase que mejor resume el mensaje de la película. Un mensaje, en mi opinión, más que discutible, pero interesante, y que pasaré a profundizar directamente en el spoiler. No obstante, en estas primeras líneas quisiera dar mi opinión general sobre la película:
La historia es inverosímil, pero fascinante, fantasiosa, pero con fondo de verdad, extraña y exótica, pero a la vez cercana. Visualmente, la película está impecable, consiguiendo momentos realmente impactantes y prodigiosos (aunque pongo en duda la necesidad del 3D). Los diálogos no son ni maravillosos ni ocurrentes (en general), pero consiguen explicar conceptos e ideas difíciles de comprender con un lenguaje sencillo. El ritmo es lento, pero se mantiene la intriga y el interés. Las actuaciones han estado a la altura. Hay simbolismo, mensajes y lecturas paralelos. Se nos invita a un segundo visionado, pues, al final de la película, se nos plantea una nueva perspectiva para interpretar esos símbolos y poder dar así un nuevo significado a la historia y a lo que representan en realidad esos personajes animales.
Merece una mención especial el diseño del Tigre, que casi parece un animal de verdad. Y no parece un animal de verdad porque se le ha querido dotar de alma. En los momentos en que el Tigre se comporta como el animal salvaje que es, da miedo y tiene un aspecto hiperrealista. Sin embargo, en los momentos en que parece comportarse como un humano con emociones (por ejemplo, en su primera aparición en la jaula), el brillo de los ojos y los gestos de su cara parecían tan humanos que casi me da grima (se parecía un poco al gato de Shrek). Bromas aparte, lo cierto es que incluso este último detalle tiene su sentido…
Son muchas las virtudes de este atípico relato, y si tuviera que mencionar algún defecto concreto, sería incapaz de hacerlo. Pero quisiera ser sincero y, por tanto, debo decir la verdad. Y la verdad es (y ésta es la mala noticia) que la película no ha llegado a entusiasmarme. Reconozco que me ha gustado y que la considero una buena película, pero no me ha convencido del todo. No sabría explicarlo, pero creo que le falta algo. Me ha parecido una película más interesante o entretenida que verdaderamente divertida o útil. De todos modos necesitaría verla de nuevo para formarme una opinión más completa. No sería la primera vez que una película me gusta más la segunda vez que la veo. Por este motivo le doy un 7 de 10 provisional. Eso sí, recomiendo a cualquier lector que vaya al cine a ver La Vida de Pi, porque vale la pena.
A veces vas al cine sabiendo o al menos antes has leído algunas críticas que te aseguran que lo que vas a ver es algo por lo que merece la pena pagar (que con los tiempos que corren). Al menos tenía garantizado un espectáculo visual digno de ver. Llego, me siento y comienza la sucesión de imágenes, hasta aquí nada nuevo, una aventura con un chico y un tigre intentando sobrevivir de un naufragio. Espectáculo visual, pirotecnia y efectos visuales… pero vacío. Sí, la historia es muy original pero no tiene nada especial que la diferencie de las demás.
Pasada ya la hora y media de película, esta llegar a ser cansina, incluso a aburrir. Pero de repente, en unos 4-5 minutos magistrales, todo lo cansino anterior se olvida de súbito, y se comienza a vislumbrar la obra de arte que estás viendo delante de tus ojos.
Lo curioso es que después de toda la parafernalia de efectos especiales y visuales, el momento del climax, esos 4-5 minutos magistrales, solo muestran la cara del chico mientras narra la historia… esto señoras y señores es la magia del cine. Ojo, lo que aclara todo es el informe del naufragio.
Una historia que te hará creer en Dios.
Desde aquí sigo en spoiler, ya que no quiero desvelar nada, pero es imprescindible para mi seguir.
Lo mejor: El tramo final de la historia
Lo peor: Las personas que van al cine para comer palomitas.