La última tentativa
Sinopsis de la película
Henry Thomas (Steve McQueen), un convicto al que le conceden la libertad condicional, vuelve a un pequeño pueblo de Texas, donde actúa como cantante de una banda. Su madre le insta a que deje de cantar y reanude sus estudios. Su mujer, Georgette (Lee Remick), y su hija vuelven para vivir de nuevo con él, pero su fuerte temperamento pondrá en peligro su libertad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Baby the Rain Must Fall
- Año: 1965
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
5.7
20 valoraciones en total
La verdad que no había visto ni una sola película de Mulligan, y después de ver ésta, puedo decir que echaré un vistazo a su filmografía.
Me ha parecido bastante interesante en algunos puntos.
La manera de trabajar a los personajes, muy definidos desde el principio, y la forma de relacionarlos entre ellos, ya sea mediante ese vestuario tan contrastado o esas magníficas multiescalas de luz y composición (madre adoptiva en el lecho de muerte y Henry sentado en la silla, Henry y su mujer sentados en el banco, despues de ingresar denuevo en prisión, Henry plantando un árbol, observado por su mujer y su hija, etc). También el plano desde el exterior a través de la ventana de Henry y su mujer partidos por la vertical, ese gran plano de Henry tras la verja del cementerio, en el entierro de su madre adoptiva, tras tomar la decisión de volver a cantar.
Al menos merece un segundo visionado, ya que estoy seguro de que encontraré muchas mas cosas.
Contenta de estar de nuevo en un verdadero hogar, con su hija y su esposo de nuevo reunidos, Georgette Thomas quiere ver su pequeño terruño sembrado de árboles variados y muchas flores. Cuando el oficial de policía Slim, les complace llevándoles algunos árboles, Margaret la hija, ansía sembrarlos de inmediato y Henry, su padre, la consiente ofreciéndose a sembrar el que ella más desee. La niña escoge el cerezo, y desde el momento en que Henry lo pone en la tierra, ese árbol -como el cielo- se vuelve testigo de las buenas intenciones que tiene Henry… del buen trato que brinda a su esposa y a la niña… y del empeño que pone para salir adelante como cantante… Pero, sobre Henry pesa el maltrato infantil de que lo hiciera víctima su madre, pesa su desobediencia por querer seguir más a su instintos y talento que a lo que le piden que haga aquellos que pretenden ayudarlo, pesa su condición de recluso en libertad condicional y pesa, sobre todo, una sociedad notablemente torpe que no se cuida de lo que dice y hace y que, en vez de ayudarlo a sentirse seguro, lo empuja hacia el abismo con sus improcedencias. Esta suerte de indelicadezas, empezaremos a verlas con la señora que, en el autobús, se sienta al lado de Georgette.
Piensa la gente que, los hombres como Henry Thomas son incorregibles, pero habría que sopesar si no es la sociedad entera la que está reclamando un alto grado de corrección. Cuando un hombre sale a la calle tras un largo período de reclusión, no se puede abrir la puerta dejándolo que se defienda como pueda. Para evitar la reincidencia, necesario es prepararlo psicológicamente para que asuma con sensatez y firme carácter su reencuentro con la sociedad. Debe entender que hallará tropiezos, que recibirá desprecios y rechazo, que quizás reciba burlas y sarcasmos por su desconocimiento de algunas cosas… y para todo esto hay que darle herramientas que le permitan trascender sin caer en las trampas del destino.
Con un guión de Horton Foote, basado en su propia obra The traveling Lady, Robert Mulligan se reúne de nuevo con el productor Alan J. Pakula, para sacar adelante otro fuerte drama que desvela algunos de los vicios que mantienen enferma a nuestra sociedad, y a fe que lo hace con ese sutil cálculo de mostrar sin emitir juicios, de tal manera que seamos nosotros los que determinemos si, lo que va ocurriendo, es sensato o produce consecuencias que lamentar.
Para Steve McQueen, representar este papel fue rememorar en buena parte lo que fue su propia vida: Su padre abandonó a su madre durante el embarazo, ésta era poco afectuosa, desprendida y de palmada fácil, y pronto dejaría al chico en manos de un tío que tampoco supo arreglárselas, con lo que, Steve, fácilmente terminó experimentando la delincuencia juvenil. Hay un diálogo en el filme, entre Henry y su recuperada familia, que da cuenta de que se está hablando de la propia vida de McQueen, cuando el joven dice que llegará hasta Hollywood para aparecer en grandes producciones.
(Aquí tendré que citar el desenlace del filme) La historia me deja, no obstante, con algo de desconcierto en la actitud final de Georgette, pues, al ver que llevan a Henry de vuelta a la cárcel, ella, guiada en su auto por el policía Slim, emprende con resignada actitud la dirección contraria y acepta lo que sucede sin hacer nada para defender a ese hombre que, con ella y su hija, demostró que sabía ser bueno. Ya no me sirves, adiós, es la sensación que queda de semejante desenlace… y hasta podemos presagiar que hará pareja con el viudo policía. En mi sentir, la protagonista no es ella, es Henry, quien queda como perfecto ejemplo de que, el hombre nace bueno, pero la sociedad…
Aún con esto, LA ÚLTIMA TENTATIVA, da una merecida sacudida a esta humanidad que sigue necesitando un buen shampoo… profundamente aplicado.
Título para Latinoamérica: EL INCORREGIBLE
Este film en general es previsible, bien si se lee una sinopsis previamente, bien si se tiene un poco de experiencia con este tipo de películas ( Típico film de antihéroe que sin apenas comerlo ni beberlo se ve asediado por fuerzas externas a su voluntad ). Aquí queda patente la mano en el guión de Horton Foote ( autor de la novela y también de otra obra mucho más lograda La Jauría humana , en la que esta constante queda mucho más patente y reflejada ademas de una manera más cruda y descarnada ). Tambien de Foote es el guión de Matar a un ruiseñor , dirigida por el propio Mulligan, fervoroso y necesario alegato contra el racismo.
De todas formas es un film que se deja ver con mucho agrado, transcurre de una manera líneal, el siempre efectivo Mcqueen le da la simpatía necesaria a su rol, aunque aquí, más bien al principio está un poco blando para los papeles que estamos acostumbrados a verle, por lo cual hay que hacer un leve esfuerzo extra para identificarnos con su papel.
Tambien hay que decir que se defiende muy bien como cantante de Country.
Prosiguiendo con el papel de los actores , la belleza clásica, frágil y serena de Lee Remick ayuda a ver esta película. Sin embargo más desapercibido pasa Don Murray ( el co-protagonista de Bus Stop junto a Marylin Monroe ).
Cabe destacar en la dirección a Robert Mulligan, un director surgido en la generacion de la tv junto a Lumet, Frankenheimer, etc….no era un director efectista en la realización, ni especialmente personal en la composición ó en las tomas, aunque cabe destacar buenas fotografias habidas en filmes suyos como Verano del 42 , La noche de los gigantes ó esta película sin ir más lejos.
Mulligan fue un director preocupado por darle un trasfondo social y progresista a sus películas como queda demostrado aquí y sobre todo en su gran obra culmen ( Matar a un ruiseñor ). Tambien hay que citar en este aspecto La noche de los gigantes . Por este y otros motivos que no voy a citar ahora para no extenderme en exceso, le recomiendo al crítico de arriba que visite su filmografía. Aparte de las ya citadas se encontrará una comedia interesante como Kiss me Goodbye ó El otro , que no la he visto pero que debe estar bien.
Obviamente y volviendo a una de mis aseveraciones anteriores , no nos encontramos con una gran película pero si que es verdad que cumple su cometido muy dignamente y es de esos films que siempre te llevan a pensar un poquito en la individualidad como camino de vida.
Un saludo, Efelson.
Drama firmado por el director de Matar a un Ruiseñor (To Kill a Mockingbird, 1962) y Verano del 42 (Summer of ´42, 1971) y que cumple con los requisitos para edificar un melodrama de base, aceptable y si ayuda, con suficiente apoyo, una bonita fotografía supervisada por Ernest Laslzo, mejor que mejor. Los vacíos y amplios paisajes llanos que ambientan la historia no pueden desmejorar la situación de soledad y desamparo en que vive la familia desestructurada que se reencuentra para edificiarse de nuevo. Pero no sin problemas por el medio, Henry Thomas (Steve McQueen) se castiga constantemente con el alcohol mientras intenta triunfar como cantante más allá de los bares de carretera, mientras su mujer Georgette (Lee Remick) y su pequeña hija Margaret (Kimberly Block) recién llegadas en esa malas tierras, van en su búsqueda, e intentarán apagar la terrible verdad de un hombre incapaz de mirar hacia sus verdaderas responsabilidades.
Tal vez el film carece de la intensidad dramática reportada en la anterior Matar a un Ruiseñor pero se ve la firmeza de Mulligan en mostrarnos unos personajes desarraigados, presas del infortunio en una puesta en escena como si se tratara de la Gran Depresión Americana.
Buenas escenas con otras francamente rutinarias… algunos filones desaprovechados (como el papel del sheriff amigo de la infancia)… pinceladas sin desarrollo… y un McQueen bastante perdido y francamente sobreactuado, como si quisiera demostrar a ¿quién? que él podía ser tan intenso como Paul Newman en una película sobre una pieza de Tennesse Williams. A mí me ha decepcionado, sobre todo por las fechas en las que se rodó, y sólo la califico de interesante por algunos planos llamativos, como cuando McQueen coge la pala rumbo del cementerio, el encuentro cara a cara con la moribunda o su intento de trepar al camión, con la cámara dentro del mismo. Para colmo de males, McQueen volvió a equivocarse (como en El rey del juego) al asumir un papel demasiado juvenil para su edad real.