La región salvaje
Sinopsis de la película
Alejandra es una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos, junto a su marido Ángel, en una pequeña ciudad de México. Su hermano Fabián es enfermero en un hospital local. Sus vidas provincianas son alteradas con la llegada de Verónica. El sexo y el amor son frágiles en ciertas regiones donde existen los valores familiares, y donde la hipocresía, la homofobia, y el machismo son fuertes. Verónica les convence de que en el bosque cercano, en una cabaña aislada, existe algo misterioso que es la respuesta a todos sus problemas. Es algo a cuya poder no se pueden resistir.
Detalles de la película
- Titulo Original: La región salvaje
- Año: 2016
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
6.1
51 valoraciones en total
Se trata de una película desconcertante. No sólo por su componente surrealista, sino también por su composición. Hablamos de una extraña mezcla entre cine social y fantástico que no termina de cuajar, precisamente por no desarrollar debidamente ninguno de los dos estilos. Comparándolo con sus paisanos contemporáneos, podríamos decir que Escalante se queda a medio camino de Michel Franco y de Carlos Reygadas, sin decidirse por ninguno de los dos caminos a tomar.
La parte social, pese a intentar enriquecerla con una trama de traición en el seno familiar, se acerca peligrosamente al síndrome del perro apaleado. Es decir, al miserabilismo, a la recreación del director con la violencia psicológica y física sufrida tanto por los niños, por la protagonista y por su hermano homosexual. El espectador se convierte en un voyeur condescendiente que observa con lástima a esa familia, no hay denuncia, no hay complicidad, sólo morbo.
Por otra parte, la trama surrealista se presenta fascinante y desde luego se desarrolla mucho menos de lo que desearíamos. Una misteriosa bestia cuyos orígenes desconocemos y que tiene por fin complacer sexualmente a quien la visita. Eso sí, con el riesgo de herir al invitado si este no supiera canalizar esa energía, metáfora de la frustración y la represión. Una propuesta atractiva a la que llegamos demasiado tarde. Las escenas que conciernen la misteriosa montaña están cuidadas al detalle, perfectamente rodadas, planeadas, son además misteriosas, ensoñadoras e incluso bucólicas. Sirven como respiro al dolor de la vida de la protagonista y captan nuestra atención en todo momento. Desgraciadamente, son insuficientes.
La impresión que deja La región salvaje es la de dos películas mal combinadas para obtener una sola, sin disolución efectiva.
hommecinema.blogspot.fr
Dentro del apabullante e interminable mundo del Adult Video japonés existe un género que despierta en mí multitud de sentimientos: confusión, incredulidad, emoción, morbo…
Los films porno japoneses, en donde heroínas disfrazadas cual Ultra-girls (o sin disfrazar, para lo poco que dura la ropa da lo mismo) son atacadas sexualmente por una criatura tentacular, son tan desconcertantes que mis ojos curtidos en toda clase de locuras bizarras no pueden creer lo que ven.
Podemos citar el muy rescatable, atrevido y notable film anime Urotsukidoji: la leyenda del señor del mal (1989) como piedra angular e inicial en esta ferviente y enfermiza pasión japonesa por estos extraños films.
Bien, después de esta clase de historia del cine underground más extremo, ya estamos más preparados para enfrentarnos a La región salvaje , el nuevo film del provocador director mexicano Amat Escalante.
En el film, Alejandra es una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos junto a su marido Ángel en una pequeña ciudad de México. Su hermano Fabián es enfermero en un hospital local. Sus vidas provincianas serán alteradas con la llegada de la misteriosa Verónica, quien les convence de que en el bosque cercano, en una cabaña aislada, existe algo que no es de este mundo, pero que es la respuesta a todos sus problemas.
El film utiliza una premisa de temática fantástica secundaria (o más bien terciaria), para contar una historia de carácter social y que sirve de contrapunto emocional a los personajes. Esta historia de insatisfacciones vitales femeninas, con hombres que se acuestan entre sí pero que lo viven en total secreto e hipocresía, pretende ser un reflejo del México actual, con una sexualidad reprimida, donde se oculta la verdad emocional, las mujeres son esclavas de una vida enraizada en el hogar y con la supuesta obligatoriedad de cuidar a sus hijos.
Es en toda esta gran insatisfacción femenina donde entra en juego esta simpática criatura alienígena, bien cercana en diseño a un pulpo descomunal, y custodiada por una pareja de ancianos en una cabaña en medio de la nada. Un pulpo, al cuál le gusta utilizar sus tentáculos para poseer los cuerpos de las dos féminas del film, y ofrecerles jugosos y adictivos orgasmos que las libera de toda frustración y represión social (con los hombres, al parecer, no funciona porque los dos personajes masculinos que prueban al pulpo, aparecen muertos al día siguiente, si es que tampoco es tonta la criatura).
El film es interesante por este contrapunto anteriormente expuesto, en el que mezcla lo social y lo fantástico, el problema es que la presencia tentacular en la historia es mínima, no es que sea secundario, es que es muy terciario y una propuesta tan singular en un film serio merecía llevar la historia a terrenos aún más explícitos y radicales, pero se queda a medio camino (una sola secuencia verdaderamente explícita, brillante, eso sí), mientras los minutos pasan ante nuestros ojos con una historia cuasi telefílmica de violencia en la pareja y homosexualidad reprimida.
Por esto mismo, no entiendo la fama de polémica y provocadora que está causando el paso de La región salvaje por diversos festivales. Podrá provocar y causar revuelos en Toronto ó San Sebastián, pero en Sitges no nos la pegan. Pese a todo, es un film bien interesante y que merece toda nuestra atención, sin duda las magnéticas y misteriosas interpretaciones de Simone Bucio y Jazmín Ramos son motivo suficiente para acercarse al film (y el pulpo provoca-orgasmos por supuesto), pero los que busquen emociones más fuertes y radicales mejor que vuelvan a la saga Urotsukidoji o a las cloacas videofílmicas japonesas, donde reposa lo imposible.
(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Todos los mexicanos sabemos que nuestro cine no está en buena salud. Y no porque no se haga cine, sino porque el cine que sí se hace no es lo que necesitamos. Las películas mexicanas que se adueñan de las taquillas y recaudan millones son todas comedias mediocres sin chiste protagonizadas por actores de telenovelas, con guiones muchas veces tomados (con permiso o sin el) de otras películas extranjeras que fueron éxitos en su país y que las productoras cercanas a Televisa (el cuasi monopolio televisivo en México) reutilizan con menos gracia que las originales. 3 idiotas Todos queremos a alguien Cómo cortar a tu patán Hazlo como hombre Cómo matar a un esposo muerto Me gusta pero me asusta Una mujer sin filtro entre otras, tan solo en este año, son ejemplo de la terrible y casi grosera baja calidad de nuestro cine. Cine que agrada a las masas y que genera millones de ingresos. El problema de este cine es que con el tiempo baja las expectativas del público, y con ello el buen gusto por el cine de calidad, prepositivo e ingenioso. Hunden al cine mexicano en una mediocridad que no parece tener fin. Nos convierte en consumidores de comida chatarra que acabará por reventar nuestras arterias.
Por otro lado, existe el otro cine, el de autor, el encabezado por personajes como Amat Escalante y Carlos Reygadas, claramente influenciados por el buen cine internacional de todas las épocas, de los grandes directores que quizás no muchos conozcan, pero que fueron parte fundamental del cine y su evolución. Estos directores mexicanos intentar ser originales con golpes de martillo, radicales, provocativos y nada amables con el público masivo. Sus películas rara vez son expuestas en cines comerciales, a menudo recaudan menos de lo que invirtieron (aunque sus recursos provengan del gobierno y otras instituciones), pero logran nominaciones y premios en festivales de cine internacionales.
La región salvaje es el ejemplo perfecto de este tipo de cine. Es un película que no se deja ver. No solo porque su dudosa estancia en los cines comerciales fue corta y hasta polémica (Cinemex parecía que no iba exhibirla) sino también por que su guión, forma y escenas no se prestan al consumo del público en general. La gente abandona las salas cuando se harta de ver escenas explicitas de hombres teniendo sexo, o calamares fornicando con mujeres, o planos largos con ausencia de música, y todas aquellas herramientas cinematográficas de las que usa y abusa Amat Escalante.
Es verdad que México necesita buen cine, que es importante apoyar nuestras películas, pero lo más inteligente que podemos hacer por el cine mexicano no es apoyar películas como La región salvaje . México no necesita películas encriptadas en lenguajes densos y extravagantes que están fabricadas apropósito para causar desagrado y repugnancia al espectador. En este momento de la historia el cine mexicano no necesita un cine que intenta emular al de Andrei Tarkovsky, (que por supuesto considero el mejor cineasta de todos los tiempos), o lo más provocativo de Lars Von Trier (pero sin su talento y contenido) que sólo aleja al espectador promedio, por más premios internacionales que gane y que no significan nada para nuestra industria. Amat es claro, ha dicho que su arte tiene la función de provocar, pero esa provocación ahuyenta el interés por su cine a nivel masivo. Para la región salvaje el promedio por pantalla en su primer día fue de solo 48 espectadores. Pero a Amat Escalante es seguro que eso no le interesa. No hace cine para el espectador mexicano promedio, hace cine para los festivales, pero sobre todo para sí mismo. Amat como muchos otros directores de cine de autor pretenciosos sólo tiene una prioridad: complacerse a sí mismo, retarse, sentirse creador de una obra original que contenga todo aquello que él cree es importante. El gobierno mexicano y otras instituciones le dan dinero a Amat Escalante para hacer el cine que le complazca a él, y sólo a él, (y a unos cuentos jurados claro) sin importar el retorno en la recaudación, sin importar el gusto del expectador, sin importar lo vital que es atraer a los mexicanos al cine de calidad. No le importa desarrollar el gusto de los mexicanos por el buen cine, le da igual si televisa convierte en ignorantes y mediocres a los espectadores, le da igual si nadie mira su película (aunque lucha para que la exhiban).
¿Debemos apoyar el cine que consume recursos y que no se interesa por el público mexicano?
Lo que el cine mexicano sí necesita son películas con guiones originales y buenas actuaciones que puedan ser consumidas por el espectador promedio y que al mismo tiempo su calidad esté por encima de las telenovelas mediocres que nos invaden. Necesita cineastas que se interesen en el público, que construyan una buena historia, con creatividad y buen gusto, sin pretenciones pseudo artisticas y enigmaticas, sin egos, y sin la necesidad de un gran presupuesto. Y es que lo que realmente importa al público son las historias, no el presupuesto. Amat Escalante recibió del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad 8 millones 500 mil pesos y 1 millón 500 mil pesos de Fidecine, fondos del estado que administra el Instituto Mexicano de Cinematografía, más otras instituciones. En total tuvo un costo de 25 millones de pesos. (aprox 1 millon 300 mil dolares), más o menos lo que cuesta hacer películas como la española Verano 1993 , que además de tener nominaciones importantes fue un exito en taquilla, y una gran historia.
El cine méxicano no necesita pseudo Tarkovskys pretenciosos que quieren provocar al espectador en la forma incorrecta, y hacerlos huir de las salas, necesita cineastas de calidad que respeten al público en todos los sentidos.
Original propuesta que une drama social, de intriga, costumbrista… todo con la ciencia ficción, con ser extraño, se supone que de otro mundo, capaz de proporcionar orgasmos sin cesar a las mujeres que se le ponen a tiro.
Cuesta un tanto entrar en la historia, hasta conocer a los no muchos personajes, mostrándonos una sociedad homófoba, machista, hipócrita e infeliz.
En su interrelación se mostrarán como son en realidad, y lucharán por conseguir su libertad, un futuro mejor lejos del maltrato, de la falta de libertad.
A mí me ha gustado y me ha convencido, aunque no me resultaría extraño ni incomprensible que haya espectadores a quienes esta propuesta les haya parecido marciana (quizás nunca mejor dicho, a saber). Pero si se aceptan sus novedosas y muy arriesgadas propuestas, puede gustar bastante.
En cualquier caso, muy personal trabajo de Amat Escalante, a quien hay que seguir de cerca en sus futuros trabajos.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2016/11/region-salvaje-la-dinamarca-mexico.html
En su cuarta película, el director mexicano Amat Escalante decide hacer un notorio cambio de registro, luego de explorar el hiperrealismo más crudo, y ahora con una película que se acerca a lo fantástico, en un relato que aborda el deseo y las pulsiones sexuales de sus personajes, sin perder de foco la realidad de la actualidad nacional.
La historia sucede, una vez más, en Guanajuato, Verónica es una chica que vive en la montaña, recurrentemente visita a una pareja mayor que habitan una cabaña en una zona alejada, allí Verónica se somete sexualmente a una criatura llegada del espacio exterior hasta que es atacada de manera violenta. Al acudir a atenderse al hospital, conoce a Fabián, un joven médico gay.
A través de Fabián conocerá a su hermana Ale, y al esposo de ésta, Ángel, quienes son padres de dos niños. Ante la problemática vida sexual de Fabián, Verónica lo persuade de visitar la cabaña y a ese algo que a ella le da placer, pero un hecho violento trastocará la vida de ellos, por lo que Verónica ahora convencerá a Ale de que ir a la cabaña la ayudará a aligerar su convulsionada vida.
La nueva película de Escalante se distancia de su obra previa en diferentes formas, ya que además de acercarse al género como el terror y lo fantástico, sus personajes tienen un mejor trazo y desarrollo, el relato es uno lleno de ambigüedades y hasta sutilezas y prescinde de ese golpe de impacto o shock final, más cercano a una forma de manipulación que recurso narrativo.
Escalante consigue un relato que sostiene un tono uniforme de principio a fin, actuaciones creíbles, una atmósfera atrapante y una narrativa que fluye con fuerza, abordando temas tales como el deseo sexual, el machismo, la homofobia y la liberación femenina (la cual la consiguen gracias a esa misteriosa criatura), y poniendo de manera sutil lo que se narra como reflejo de la realidad nacional.
En su nueva película Escalante alcanza la madurez como director, con una película original, inteligente, seductora, provocativa y desafiante, sin duda la mejor de su filmografía hasta ahora.
http://tantocine.com/la-region-salvaje-de-amat-escalante/