La pasión de Gabriel
Sinopsis de la película
Gabriel es un sacerdote apasionado por la vida, obsesionado por la justicia y enamorado de una mujer. Vive en un apartado pueblo de Colombia y en su intento por evitar que los jóvenes del municipio sean enfilados en la guerrilla, se enfrentará a los habitantes, a la mujer que ama, a la iglesia, la guerrilla, el ejército y hasta a los políticos de la región, cargando su propia cruz.
Detalles de la película
- Titulo Original: La pasión de Gabriel
- Año: 2009
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
6.4
44 valoraciones en total
Interesante película colombiana que narra la lamentable cotidianeidad de alguna regiones de este bello país, guerrilla versus soldados, con la gente común entremedio.
La figura del padre Gabriel en el medio tratando de poner un poco de sentido común en medio del caos, algo osado por cierto.
A mi criterio el guion es bueno, la producción es cuidada, buena la elección de la música, la actuación de Andrés Parra solo puede merecer elogios ya que la película descansa sobre sus espaldas, que son anchas, pudiendo hacer frente a tamaño compromiso, saliendo airoso de tamaño desafío.
El filme nos muestra el doble discurso de varios de los personajes, de la guerrilla, del ejército e inclusive del padre Gabriel, en este caso lo hace más humano, por cierto.
En síntesis una buena producción latinoamericana, que merece ser vista.
Jesús, fue un ser que vino al mundo para luchar por la unión -Unicidad- entre todos los hombres. Dio amor, despertó conciencias, sembró verdades que nos ayudarían a vivir en paz, y nos convocó para que hagamos sentir, a cada hermano, que con nosotros está libre de agresión alguna. Lo persiguieron por decir cosas que afectaban a los poderosos , lo calumniaron por denunciar a los falsos dioses, y lo crucificaron por estar en contra de cualquier atropello a la dignidad del hombre. Fiel a sus ideales y leal a su destino, Jesús de Nazaret jamás renunció al ejercicio de lo que consideraba justo, quizá, porque también sabía que morir haciendo el bien es un verdadero triunfo, pero, vivir haciendo el mal es una triste desgracia.
>, Luis Alberto Restrepo -el director colombiano que nos diera ese gusto a mujer-con-alma en, La primera noche-, nos complace ahora con una afirmación de Cristo-eterno, vista desde lo terreno, pero, con un sabor a fuerza espiritual que nadie puede denegarle.
Gabriel, es un sacerdote tan terrenal como cualquier otro hombre. Aunque ejerce dentro de la iglesia católica, ha renunciado al celibato porque siente que es su derecho experimentar ese maravilloso y dual sentimiento que es el amor físico-espiritual por la mujer. Pero, Gabriel, ama a su pueblo y se duele al verlo sometido -en ese momento histórico- entre tres lesivos fuegos: las fuerzas del Estado que para nada lucen como símbolo de justicia y las fuerzas insurgentes (guerrilla y paramilitares) que, con su enfrentamiento, traen sombra por doquiera que se asientan.
Respaldado por la mayoría de los representantes del pueblo, Gabriel tiene como objetivo construir un puente que él ve como una puerta abierta para dar paso al transporte de alimentos desde el pueblo hacia otros lugares, pero otra cosa ven los grupos al margen de la ley, quienes tratan de disuadirlo de esta empresa. Por ésta, y por otras situaciones en las que Gabriel se compromete en defensa de la justicia, su vida queda en entredicho y algunos comienzan a presentir que corre verdadero peligro.
Pero, cada tanto, irreversible y poderosamente, surge el hombre necesario que trazará el puente de luz que la humanidad requiere para mantenerse viva y poder seguir con la frente en alto… y así, Gabriel hará historia, y en la conciencia de un joven valeroso que ha sabido seguir su camino, quizás deje una huella indeleble, y posiblemente, él será el próximo en oponerse a los desafueros de los hombres.
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Reconocimiento a, Andrés Parra, por su vigorosa actuación que, siendo a la vez cálida y profunda, logra dar, al personaje de Gabriel un carisma sorprendente y maravillosamente humano, y bien por, Ana Cecilia Sánchez, la bella Silvia que consigue ver el corazón amoroso y sincero que, de tanto en tanto, puede haber en un hombre de iglesia.
Los atrasos de las instituciones siempre promoverán la rebeldía de los hombres.
Sin duda, es este uno de los mejores acercamientos al padre lleno de vocación. A pesar incluso de lo que llega a comentarle uno de sus superiores sobre ella, la vocación del padre Gabriel está en el servicio, en el amor a su comunidad, en describirse a sí mismo como el pastor de esta vereda .
Como en todo, hay de todo: sacerdotes buenos y malos, militares buenos y malos, y claro: malos que posan de buenos y buenos que engañan.
Andrés Parra se lleva los honores con esta interpretación en la que afinca los terrenos del sacerdocio en el verdadero acompañamiento con su comunidad. En Colombia, ¿cuántos no habrán conocido a un cura así? Hasta con mujer, novias e hijos, pero llenos de voluntad de hacer mejor las cosas que aquellos hipócritas que solo miran la paja en el ojo ajeno.