La novia salvaje
Sinopsis de la película
Un trampero duro y solitario (Robert Taylor) pasa por Barren River para vender pieles y conoce a Mary Stuart, una muchacha indómita que se enamora de él al instante, y que está firmemente decidida a hacer lo que sea, a recurrir a todo tipo de estratagemas, con tal de casarse con él. Bien es verdad que dispone de poco tiempo para conseguirlo, pues el predicador, que está a punto de llegar, pasa por el pueblo sólo una vez al año. Sin embargo, el matrimonio es algo que no entra en los planes del solitario cazador.
Detalles de la película
- Titulo Original: Many Rivers to Cross
- Año: 1955
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
6
82 valoraciones en total
Simpática comedia, mezcla de aventuras, en el marco del Oeste, en los límites fronterizos con Canadá, acerca de un trampero, al cual hieren los indios y es salvado por una muchacha, bastante asilvestrada, la cual se enamorará de él al instante y cuando lo lleve a curar a su cabaña ( donde vive con sus padres y sus cuatro hermanos), ideará toda clase de estratagemas, para conseguir casarse con él.
La película aprovecha claramente, el tirón que proporcionó el gran éxito musical Siete novias para siete hermanos, no en vano, dos de los intérpretes de aquella, trabajan en ésta y aunque la historia es diferente ( aquí hablamos del acoso y casi secuestro de la mujer hacia el hombre), contiene elementos que recuerdan, salvando las distancias, mucho a aquella.
Lo cierto es que tiene secuencias muy divertidas y Eleanor Parker está magistral, no tanto Robert Taylor, encarnando a la clase de mujer, cabezota y poco refinada pero hermosísima que la caracterizaba.
Toda la película tiene ese tono desenfadado ( preciosas peleas pero inofensivas, guerra de sexos graciosa, en un marco idílico de las montañas rodado en Cinemascope, indios poco temibles), para dar al público de todas las edades, un producto entretenido e inofensivo.
Aunque el producto final no es todo lo regular que debiera, tiene escenas francamente deliciosas.
Se salva porque es una película de aventuras con dos buenos actores, el primero (Robert Taylor) por ser una estrella, ya que a nivel interpretativo dejaba bastante que desear y la segunda (Eleanor Parker) por razones evidentes. Lo mejor y más bonito de la película es la ambientación, típica película de aventuras que se desarrolla en el Canadá colonial con un cazador explorador y una mujer, también de familia de colonizadores, que se pasa toda la película persiguiendo a Robert Taylor buscando que se case con ella. En este sentido resulta un tanto ridícula porque la chica parece una desesperada y el tipo un Don Juan (a todos nos gustan los galanes que se las llevan de calle, pero este caso es exagerado). Para el recuerdo queda el estribillo de la canción que Robert Taylor va silbando y cantando mientras pulula por los salvajes paisajes canadienses: El gran afán del ave es hacer su nido y de la mujer es ambición poder cazar marido, un tanto ñoña pero entrañable, sobre todo para los que nos encantan este tipo de películas y las vemos con buenos ojos y perdonamos cualquier error que otros utilizarían para demoler la cinta. En cualquier caso a mí tampoco me vale cualquier cosa y esta película es muy agradable de ver y perfectamente recomendable, especialmente para los que gusten de este tipo de cine.
N: el final también hay que reconocer que es un tanto blandengue, vamos, que si algo más podemos criticar de este film es que quizá podrían haber dado un toque mayor de dureza, quizá se pasen un pelín ensalzando su faceta como comedia de aventuras.
Esta es lo que se dice una película bonita.
Una de cuando los colonos andaban explorando con Daniel Boone territorios que jamás antes había pisado ningún rostro pálido. Territorios de bosques, aire puro, buena caza, grandes ríos e inmensas montañas y con el aliciente de encontrarse con peligrosos indios encima. Que más se puede pedir…
Una de aventuras en tono de comedia en la que, por encima de todo, hay una historia de amor simpática como pocas.
Robert Taylor está acertadísimo, tanto que no es extraño que ella, Eleanor Parker, vaya insistentemente detrás de él. Él se resiste porque eso del amor lo ve como algo opcional…
Los indios ponen un poco de intranquilidad, sin pasarse, y James Arnes, el hombre del rifle, aporta una breve historia emocionante…
Una película para todos los públicos y para cualquier momento, sin complicaciones, estupenda, en la que gusta hasta las secuencias más inocentes.
El gran afán del ave es hacer su nido y de la mujer es ambición poder cazar marido.
De las que siempre se recuerdan.
Entretendilla película, que a ratos es un western y otros una pura comedia, aunque un poco sosa la verdad.
Es mediocre e irregular.
Se aguanta, pero no es gran cosa.
Buenos intérpretes habituales en el western (nada menos que el gran Víctor McLaglen, James Arness, Alan Hale Jr…) y bonitos paisajes.
Lo mejor es que resulta simpática, resultona, aunque claramente escasa y olvidable.
La fotografía, a toda pantalla, en Cinemascope (si no se respeta apaga y vámonos…), a cargo de John F. Seitz, es de recibo y la música dicharachera de Cyril J. Mockridge, alegra el cotarro y la eleva un poco.
Por lo demás, poca cosa, mariposa.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Baron Gentry es un trampero que vive libre y feliz entre ríos y montañas. En una pelea contra cuatro indios la intrépida Mary Stuart le salva la vida. Pero Mary Stuart se enamora perdidamente de él y no dejará de perseguir a Baron hasta que se case con ella.
Aprovechando el éxito apabullante de esa obra maestra titulada Siete novias para siete hermanos Rowland rueda esta simpática película también entre montañas y también con Russ Tamblyn en el reparto. Evidentemente no puede competir con la joya de Donen pero La novia salvaje mantiene el tipo como un film entretenido, divertido y con una bella fotografía. Aunque Rowland pretende moverse en tres géneros (aventuras, romance y comedia) se inclina descaradamente a este último y combina desigualmente sinsustanciadas -que diría mi abuela- con secuencias divertidísimas (la pelea final del matrimonio con el indio es una gozada).
Cuenta Rowland, eso sí, con una pareja protagonista de altísimo nivel: Robert Taylor y Eleanor Parker. Y, sin ninguna duda, hay que destacar el extraordinario trabajo de la pelirroja, al que estos papeles de rebelde obstinada le iban como anillo al dedo ( Scaramouche ) dotando a sus personajes de un encanto, una sensualidad y un vigor inigualables.