La luna
Sinopsis de la película
A pesar de la repentina e inesperada muerte de Douglas, su viuda Catherina no puede anular una importante gira. La famosa cantante de ópera tiene que dar un concierto en Italia y toma la decisión de llevarse consigo a su hijo. Decisión que le cambiará la vida por completo…
Detalles de la película
- Titulo Original: La luna
- Año: 1979
- Duración: 142
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6.8
70 valoraciones en total
Película que trata de llevar al límite los sentimientos de los protagonistas, una diva de la ópera y su hijo adolescente, logrando dibujar en su camino una relación donde la autodestrucción y los deseos se esconden bajo un manto de apariencias.
Tras la muerte de su marido, Caterina decide partir con su hijo hacia Italia, país en el que conoció el más alto éxito como cantante de ópera. Una vez allí, mientras su madre alcanza la cumbre con sus interpretaciones, Joe cae en los abismos de la heroína. La vida de ambos cambiará cuando la madre descubra la dependencia del hijo, momento a partir del cuál su relación huye de los cánones sociales.
No podemos hablar de La Luna como una película de incesto, como se ha dado en afirmar. Simplemente el autor somete a sus personajes, dotados de una personalidad y experiencias singulares y propias, a una relación de amor y admiración mutua titánicas en la que la única constante es la tensión, trascendiendo de este modo su relación como madre e hijo.
En sus más de dos horas de duración, Bertolucci sabe mantener constantemente el interés del espectador, mediante una trama que se va descubriendo a si misma como un viaje al corazón, de donde surge su razón de ser, a través de bellos paisajes formados por la música, la pasión y el dolor de sus protagonistas, sin perder en ningún momento la fuerza visual que le caracteriza.
Hace 32 años cuando vi esta película, salí del cine conmocionado tarde unas horas en digerir y comprender este film que me produjo confusion y perplejidad. Sigue siendo incontestablemente, para mi una de las cumbres de Bertolucci. Unas consideraciones:
1.- En la base de este film está la experiencia psicoanalítica de Bertolucci.
2.- En los primeros fotogramas están todas las claves de la puesta en escena del film: la luna y la cara de la madre que se confunden y se superponen y el twist lleno de deseo que baila la madre con su amante el pescador italiano, mientras el niño se atraganta con la miel (futura heroina )y se enreda en el ovillo de lana.
3.- La película está contada en clave de relato del inconsciente y sobre una puesta no naturalista, como en los sueños, que remarca la profesion de Diva de la Opera de la madre, y la tramoya de la escena con la falsedad de los elementos de atrezzo y decorado, que son el tono que marca todas las relaciones de la historia.
4.- el tan famoso l complejo de Edipo no está en función, aquí, del deseo del hijo sino de una estructura ficcional de una relacion que no puede ser mediada por la funcion simbólica del padre que aparece como ausente.
5.- Toda la ficción torna a la realidad cuando el padre real le abofetea. No porque sea el padre real, sino porque en él el hijo puede reconocer el deseo de su madre por un hombre que no es él..
Estas consideraciones tuve el privelegio de transmitirselas a Bertolucci en un coloquio en Madrid, hace 30 años, y contestó con un escueto de acuerdo .
La luna (1979), de Bernardo Bertolucci, narra la historia de una relación sutilmente incestuosa entre una cantante estadounidense de ópera a la que le gusta vivir en Europa, Catherina, y su hijo adolescente, Joe, que, aunque disponiendo de mucho dinero, está totalmente abandonado a su suerte emocionalmente, y se va haciendo adicto a la heroína.
Bertolucci comentó, acerca del film:
Freud dice que el niño no necesita ver el coito de los padres, ya que le es suficiente, y al mismo tiempo inevitable, imaginarlo. Recordando dónde estaban ubicados los cuartos de la casa donde vivía de niño, y conociendo el pudor insano de mi padre, creo haber vivido una escena imaginada y no real. Mi cine ha estado muy determinado, y en algún sentido modelado, por este recuerdo imaginario .
A partir de ahí, Joe, el adolescente protagonista, comienza la busca desesperada de un referente emocional, su verdadero padre, en el que anclar su vida para poder superar su adicción y su vacío vital. Éste es el viaje iniciático que da sentido al film y que lo acaba convirtiendo en una gran obra de ese maestro del cine llamado Bernardo Bertolucci.
Probablemente, desde El hombre del brazo de oro, la heroinomanía no fue tratada con tanta crudeza como en La luna. Contemplar como su pueril protagonista inyecta en su brazo la adictiva droga opiácea es una de las experiencias cinematográficas más crudas que un servidor ha contemplado, pero la película de Bertolucci es algo más que un tratamiento polémico y provocador de la drogadicción, La luna es ante todo una amalgama de sentimientos y situaciones extremas que incluso hoy en día escandalizarían a más de algún bienpensante. Soledad, incomunicación, pasión felliniana por la ópera, enamoramiento edípico e incesto se dan cita, añadiéndose así a la búsqueda hedonista del placer a través de las drogas, para narrar la tortuosa relación materno-filial de Joe y Caterina, una popular diva operística demasiado ocupada como para prestar atención a su hijo. Ambos, tras la muerte del padre de Joe y esposo de Caterina, se mudarán de Nueva York e iniciarán una nueva vida en Roma, el cambio provocará que toda una serie de emociones reprimidas se desaten salvajemente. Tras la epopeya historicista y obrerista de Novecento, Bertolucci retoma los fueros polemistas que tanta fama le granjearon a partir del estreno de El último tango en París, y aborda de manera desprejuiciada diferentes tabús sempiternos, hasta el punto de revolvernos de la poltrona en más de una ocasión.
A mi entender, el cine de Bertolucci se caracteriza, entre otras cosas, por una búsqueda del naturalismo a través de personajes intelectuales y apasionados hasta el paroxismo (El cielo protector), desarraigados (El último emperador), o simplemente insatisfechos, (El último tango en París, Soñadores), todos ellos rotundamente en contra u obligados a renunciar a los cánones establecidos. O quizás, personajes con una mezcla más o menos medida de todos los sentimientos antes mencionados, como sucede en este film del año 79.
El problema de querer dotar de naturalidad, a unos seres tan alejados de las normas y convenciones, como suelen ser los de Bertolucci, radica en la dificultad de hacer creíbles a estos, algo, que bajo mi criterio consigue en cierta medida en La luna, y en la más reciente, Soñadores.