La legión negra
Sinopsis de la película
Frank Taylor, obrero de una fábrica, cae presa de la desesperación al perder un puesto de capataz que conceden a un extranjero. Tras oír hablar de la Black Legion proamericana, una organización secreta que sigue el ejemplo del Ku Klux Klan, se une a ellos mediante solemnes ritos de iniciación. Frank pasa cada vez más tiempo fuera de su casa, tomando parte en las acciones de ese reinado del terror, despertando las sospechas de su mujer…
Detalles de la película
- Titulo Original: Black Legion
- Año: 1937
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
6.4
41 valoraciones en total
Película de contenido severo presentada en forma de historia moralizante algo maniquea, explícita, siempre directa y que se vierte al celuloide sin contemplaciones.
La trama se urde sin disimulo al servicio de una determinada tendencia ideológica y eso resta cierto interés conceptual y vigencia crítica pero, desde el punto de vista de la narrativa, el largometraje ofrece eficacia expositiva, dinamismo, sentido de la coherencia y una fotografía de gran plasticidad.
La ambientación de las situaciones debe destacarse, también la caracterización de los personajes y la descripción del contexto en general.
La interpretación de H. Bogart es de las que ayudan a consolidar la trayectoria de un actor aunque utilice capirote.
En mayor o menor medida las películas son un reflejo de la sociedad en que vivimos, no únicamente por lo que se cuenta sino también por la óptica que se aplica sobre los acontecimientos. En este sentido y desde un concepción amplia de las cosas, todo el cine es histórico y nos permite bucear en las profundidades de épocas presentes o pasadas.
Traigo esto a colación al respecto de La legión negra, película de Archie L. Mayo, realizada en 1937 e interpretada por un Humphrey Bogart en fase de ascenso, especialmente después de rodar El bosque petrificado también con Mayo. La legión negra retrata una sociedad prebélica (la segunda guerra mundial se iniciaría en 1939) en la que la expansión económica, su consumo asociado y las evidentes mejoras en lo que hace a la calidad de vida, atraen a los emigrantes hacia un modo de vida americano en pleno desarrollo. La mayor competencia en un mundo laboral que no solo remunera el trabajo sino que incentiva el estudio, el esfuerzo y la imaginación hizo que determinados sectores de la América reaccionaria prestasen oídos a las exaltadas arengas de quienes buscaban enfrentamientos xenófobos.
Bogart interpreta a Frank Taylor, obrero al que un compañero perfeccionista y polaco – americano, priva de un esperado ascenso. Caldo de cultivo de fácil captura para sectas tipo ku klux klan que a base de ejecuciones y castigos sembraron, con bastante impunidad, el terror entre todos aquellos que no podían justificar la pureza de su raza USA ¿A qué nos suena?.
De planteamientos simplistas pero eficaces la película es una crítica social donde no solo se ven reflejados los años 30 sino también, muchos de los episodios de intolerancia que marcaron el siglo XX. La intolerancia de Griffith no era evidentemente un fenómeno aislado ni extinguido. Era y es un mal social, americano, europeo y mundial. En este sentido la película es una invitación a la reflexión y más allá de las connotaciones cinematográficas (dirección, actores, etc.) lo verdaderamente importante está en rescatar del olvido errores históricos para evitar que estemos condenados a repetirlos.
Sorprendente me pareció comprobar la baja nota que los usuarios de filmaffinity le han dado a esta película. Supongo que algo habrá influido el que el nombre del director sea un tal Archie Mayo (autor del que algunos usuarios que ni siquiera han visto dos películas suyas se atreven a decir que nunca hizo nada destacable ) y no, por ejemplo, Fritz Lang. Que conste que no estoy comparando a Archie Mayo con Fritz Lang, y que conste también que yo mismo no he visto más que dos películas de Archie Mayo, y que la segunda no me ha gustado mucho, pero es que sólo con La Legión Negra este hombre tiene mi respeto. Y está claro que no soy más que un usuario más de esta página web, que podría estar hablando con algún conocimiento de cine o con ninguno, y que lo que yo respete o deje de respetar no le importa a nadie. Pero aun así lo quiero decir, porque me sorprende (de verdad, me ha sorprendido muchísimo) ver lo bajo que puntúa la gente a esta película. Y no me lo explico.
En este momento, no se me ocurre qué otra palabra utilizar en vez del verbo fascinar . Me parece un verbo cursi y algo manido, pero bueno. Dicha esta miserable auto-excusa y por la que no merezco demasiada compasión, os diré que esta película me fascinó. Supongo que tiene muchos de los elementos necesarios para ello: me encanta el cine clásico de los años 30, Humphrey Bogart está fenomenal y convincentísimo (al menos, para mí), la ambientación es misteriosa y turbia, y se respira un aire de peligro y de fatalidad constante en la pequeña ciudad estadounidense sobre la que se cierne la Legión Negra. La película trata fenomenal temas como lo peligrosas que pueden ser las masas frustradas y manipuladas contra un enemigo fácil y ficticio, la cobardía individual, sobre todo cuando puede ensañarse con el que no tiene forma alguna de defenderse y se ve respaldada por el resto del rebaño, el deseo de venganza y el resentimiento que a veces experimenta la mediocridad contra la superioridad, el progresivo deterioro moral de un hombre cuando se ve mezclado en ciertos ambientes…
Me parece una película irrepetible, que, por su forma, sólo podría haber sido de esta época, pero que por los temas que trata es desgraciadamente intemporal, pues siguen con nosotros en multitud de formas.
En fin, una película absolutamente recomendable, y que pongo sin duda entre mis favoritas por lo mucho que la disfruté. Si por algo no le doy un diez es por el final, en que… (sigo en el spoiler)
Excelente film que es a la par que un espectáculo muy entretenido y vistoso, amén de ejemplar , una denuncia de carácter político-criminal-social, que parte de una historia corta original de Robert Lord, que estuvo nominada al Óscar.
Espectacular e intimista cuando se requiere, gracias a un medido guión, vamos contemplando el callejón sin salida a donde se mete un buen hombre a quien le comen el coco de mala manera sacando de él los peores instintos.
Soberbio plantel de estrellas de la Warner en su mejor momento (los años treinta) y un final duro, sin concesiones a la galería, precedido de un perfecto discurso del juez del caso en cuestión, que dice bien a las claras las verdades sobre los ataques al derecho y a la Libertad, por parte de ciertos segmentos de la sociedad, que cobardamente menoscaban los derechos individuales.
Un film ejemplar, de los que se deben ver en los centros de enseñanza para que los jóvenes estén prevenidos.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
En la segunda mitad de la década de los treinta, y en el contexto del New Deal impulsado por Franklin Delano Roosevelt, proliferaron en el cine estadounidense películas que, a caballo entre el drama social y el género protonegro , realizaban amplias denuncias y críticas de la sociedad y la moral del país. Recordemos que por esos años Fritz Lang realizaría Furia (1936) y Sólo se vive una vez (1937), o que Raoul Walsh se apuntaría también a esta fórmula, de la mano de They drive by night (1940), obras todas ellas que se ajustan al patrón antes mencionado.
Establecido así el contexto, la presente película se revela como un buen ejemplo de las claves ideológicas y narrativas de este tipo de historias, aunque lo más común en la mayoría de filmes de esta clase era estropear el final, recurriendo al manido happy end , en éste resulta apreciable la dureza del argumento y la ausencia de paños calientes. El guión, francamente notable, analiza las claves de los prejuicios raciales e identitarios que experimenta la sociedad estadounidense, centrándose en este caso en la clase obrera, al tiempo que alerta y denuncia la proliferación de sectas totalitarias, como lo es esa Legión Negra , alter ego del célebre Ku Klux Klan.
Así, más allá de los dramas particulares desarrollados a lo largo de la película, lo que el guión enfatiza es un discurso radicalmente contrario a la ideología WASP (white, anglo-saxon, protestant), que había alcanzado una influencia enorme (sobre todo en el sur), contándose sus seguidores por millones. Otro de los grandes aciertos argumentales es el análisis que se hace del impacto de la inmigración en la clase obrera, y cómo ese impacto, arteramente utilizado y manipulado por estas sectas y corrientes ideológicas, es el caldo de cultivo de la intolerancia, el racismo y el totalitarismo (en este sentido, el discurso del juez resulta una perfecta síntesis de los objetivos de la cinta, así como la más acabada expresión de su talante democrático). Lo único que cabe reprocharle al argumento es que la violencia no se ejerce sobre el colectivo que más frecuentemente la sufría, el afroamericano, totalmente ausente en la película.
Con una realización correcta aunque convencional, y unas interpretaciones eficaces pero no deslumbrantes, la película se sustenta en el guión, destacando en todo momento la fuerza y honestidad de su mensaje, de validez universal y plena actualidad, tal vez no tanto en lo relativo a las sectas, pero sí en las actitudes de desconfianza y rechazo al otro , al inmigrante, que son hoy tan frecuentes o más que entonces.