La herencia del viento
Sinopsis de la película
En una pequeña ciudad del estado de Tennessee se juzga a un profesor por enseñar a sus alumnos la teoría de la evolución de las especies. El darwinismo se enfrenta a una burda y fundamentalista teoría del creacionismo en una explosiva batalla judicial entre el abogado defensor Henry Drummond (Tracy) y el líder ultraconservador Matthew Harrison Brady (March). Basada en hechos reales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Inherit the Wind
- Año: 1960
- Duración: 127
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Opinión de la crítica
Película
7.6
50 valoraciones en total
En su imprescindible libro, Los Grandes Iniciados, además de la frase citada en el título, Edouard Schuré, escribía: La ciencia sin esperanza y la religión sin prueba, se alzan una frente a la otra y se desafían sin poderse vencer. La gran virtud de, <> es, precisamente, poner en la balanza ambas materias (como lo hace, en su momento, el defensor Henry Drummond, quien nos descubre que, solo equilibrándolas podremos acercarnos a la verdad y a la justicia.
Clarence S. Darrow (1857-1938), fue un prestigioso abogado penalista, reconocido mundialmente por haberse convertido en acérrimo enemigo de la pena capital. Se cuenta que, de más de un centenar de condenados a quienes defendió, ninguno de ellos fue condenado a muerte. Fue, Darrow, quien, en 1925, asumió la defensa del profesor, John Thomas Scopes, a quien pretendían degradar por exponer ante sus alumnos los conceptos evolucionistas de, Charles Darwin, sobre el origen de las especies. Esta fue, la clase de juicio que da clara cuenta de que, en ocasiones, cuando a uno le parece que ha perdido, en realidad ha ganado.
El director, Stanley Kramer, autor, hasta entonces, de una corta, pero, sobresaliente filmografía ( Not as a Stranger , The Defiant Ones , On the beach ), nos trae con esta película una versión libre de aquel relevante suceso que supuso un levantamiento franco y veraz contra la fe ciega, el dogmatismo, el fanatismo y la intolerancia, y a la vez, es un canto en favor de la libertad individual, el libre pensamiento y el derecho a cuestionar hasta las ideas más incuestionables.
Con guion de Nedrick Young y Harold Jacob Smith, basados en la obra de Jerome Lawrence y Robert E. Lee, y con impecables actuaciones de, Spencer Tracy y Fredric March, como los abogados en litigio, <>, se desenvuelve en el modesto escenario de un pueblo llamado Hillsboro, el cual tiene a su propio mesías y donde se pone en clara desventaja al acusado y al defensor, al favorecer con un apoyo masivo, pancartas publicitarias y un juez católico, el proceso que adelanta, Mathew Brady, contra el modesto profesor.
Con alegatos muy cuidados, y dando a cada ponente los mejores argumentos para mantener el equilibrio y la transparencia, Kramer logra una elocuente historia en la que predomina el respeto y la concordia, y donde los litigantes, con un pasado de amistad, reconocen uno al otro, su valía y su notable papel en la sociedad. Por otro lado, se nos deja sentir los improperios, la crueldad y la intolerancia que fluyen del fanatismo, el cual, siempre acerca más a la maldad que a la verdadera religiosidad.
Y a lo largo de la historia, se dan conceptos dignos de la más honda reflexión, los cuales deberían ser tomados en cuenta por los oscurantistas que, para retraso del proceso evolutivo de la humanidad, todavía existen en muchísimos credos:
La religión debe servir para consolar a la gente, no para amedrentarla .
El fanatismo, el odio y la segregación, son las esperanzas que brindan muchas iglesias .
¿Quién recordaría a San Jorge si, en lugar de un dragón, hubiese matado a una mosca?
Título para Latinoamérica: HEREDARÁS EL VIENTO
Al cine de Stanley Kramer le suele pasar lo que a los políticos, que levantan muchas expectativas en campaña con promesas y con temas polémicos pero luego cuando pasan las elecciones no llegan a tanto. Con sus películas pasa lo mismo, lo que propone es siempre superior a lo que ofrece.
Herencia del viento es uno de sus casos más llamativos, siendo una buena película está lejos de llegar a explotar todo lo que el atractivo tema podía sugerir.
Me llama poderosamente la atención lo mal que se suele interpretar esta película por parte de muchos, algunos amigos la disfrutan porque ven en ella un alegato antirreligioso. Si quieren ver eso que lo vean, como pueden ver naciones históricas de dos mil años de antigüedad en el norte de España y cerdos volando. Herencia del viento es una película posibilista. Su mensaje es que ciencia y religión forma parte de la educación y del conocimiento y que cualquiera que intente eliminar una de las dos sufrirá tarde o temprano la angustia espiritual o intelectual. Realmente quienes salen mal parados son los periodistas y los medios de comunicación, los cuáles no creen ni saben otra cosa más que de carroña como los buitres.
Hay que avanzar en el sentido teológico, no se trata de caer en panteísmos pero sí comprender que para entender a Dios, hay que entender las matemáticas, la ciencia, la astronomía, la evolución… eso es Dios. Y así lo creen cada vez muchos más científicos, y así lo creo yo.
De las actuaciones, sobresaliente Spencer Tracy, que gana la batalla por mucho a Fredric March, algo irregular y cargante Gene Kelly.
Más allá del valor de la película de Kramer, que lo tiene, lo importante es el debate que siempre sus obras generaron y generan. Y de eso se trata, que se hable y converse sobre asuntos interesantes. Película ideal para La Clave o cualquier video forum que se precie.
Quinta realización sobre un total de 15 de Stanley Kramer (1913-2001), director y productor, independiente y liberal, aficionado a los temas trascendentales y espectaculares. El guión, de Ernest Gold, adapta la obra de teatro Inherit The Wind (1955), de Jerome Lawrence y Robert Edwin Lee, basada en hechos reales. El film se rueda en estudio con algunas tomas de exterior. Nominado a 4 Oscar, gana el Oso de plata de Berlin (F. March). Producido por Stanley Kramer para Stanley Kramer Productions, se estrena el 18-VI-1960 (Fest. Berlin).
La acción dramática tiene lugar en el juzgado local de Hillsboro, pequeña localidad fictícia de Tennessee, en julio de 1925. El joven profesor de biología del Instituto, Bertram T. Cates (York), es acusado de infringir la Butler Act (ley Butler), recientemente aprobada, al enseñar a los alumnos de un centro público las tesis evolucionistas de Charles Darwin sobre la aparición de los seres vivos en la tierra y su evolución posterior. Es detenido por orden judicial y sometido a juicio. Intervienen Henry Drummond (Tracy), como abogado defensor, el famoso letrado Metthew Harrison Brady (March), como apoyo del fiscal, el juez John T. Raulston (Morgan) y el columnista periodístico E. K. Hornbeck (Kelly), del diario Baltimore Herald. Drummond, de 68 años, es astuto, temperamental, agnóstico, relativista, liberal y de Chicago. Brady, de 65 años, antiguo secretario de Estado, 3 veces candidato presidencial, es populista, fundamentalista y especialista en la Biblia. Cates, de 24 años, inseguro e inexperto, está enamorado de Rachel Brown, de 22 años, hija del fanático reverendo Jeremiah Brown (Atkins).
El film suma drama, drama judicial, historia, romance y análisis social. Se basa en hechos ocurridos en Dayton (Tennessee) en julio de 1925, dramatizados en la obra de teatro Inherit The Wind, que se presenta en Broadway en abril de 1955 como medio de denuncia de la caza de brujas (1950-56), liderada por el senador por Wisconsin Joseph McCarthy. El film no presenta un debate entre las tesis evolucionistas y las tesis creacionistas, como la mayoría de espectadores esperan. Se limita a debatir algo tan anodino, como si las explicaciones evolucionistas del profesor Cates en sus clases en el Instituto están o no prohibidas por la Butler Act en el ámbito de las escuelas públicas de Wisconsin. Tampoco se dice nada sobre la constitucionalidad de la norma citada, de reciente aplicación. La inconstitucionalidad de la misma fue la causa de la declaración de su nulidad años más tarde.
(Sigue en el spoiler sin desvelar partes del argumento)
Creo que es la mejor película de Stanley Kramer. Film de juicio sociopolítico y religioso que en su momento levantó alguna ampolla entre los estadounidenses más descerebrados. Recuerdo haberla visto cuando tenía diez años y me encantó. Un nuevo vistazo refleja que 45 años después no ha perdido ni un ápice de su fuerza.
Leía hoy en un diario una entrevista a una famosa bióloga americana, en la que contaba cómo la teoría de la evolución darwiniana iba perdiendo terreno en la América fascista de G. Bush. Supongo que a día de hoy y en el mundo en que vivimos, que un montón de paletos con corbata (senadores, jueces, legisladores y demás morralla) que habitan para desgracia de sus pobladores en los Estados Unidos y que tienen la palabra bíblica como referente único en sus vidas ya no extraña a nadie. Los charlatanes bíblicos han mantenido a Bush otros cuatro años y no votaban nunca. Ahora sí. Y ésto coloca a Herencia del Viento en un referente, no en Europa, dónde nos hemos ganado la libertad con millones de muertos, sino en aquel país casposo y paleto dónde dios y el petroleo se han hecho íntimos.
Pirulas aparte, las interpretaciones de Spencer Tracy, Fredric March y un reconvertido Gene Kelly, son excelentes. La secuencia sentados en el porche es magistral por sus brillantes diálogos. La fuerza del film radica en la inteligente utilización de éstos. Película con ritmo, interés y un sutil sentido del humor. 9.4
¿Es vd. extranjero? ¿Quiere alojarse en un lugar cómodo y limpio?
Gracias, pero he dejado un lugar cómodo y limpio para venir aquí
Me parece una película razonablemente entretenida y agradable de ver, algo que no es poco. Eso sí, estoy de acuerdo en que es demasiado maniquea. Personalmente, creo que en un mundo civilizado creer en la creación del mundo con todo el rollo de Adán y Eva no es menos disparatado que creer en Papá Noel. Y que religión y racionalismo son cosas inversamente proporcionales. Pero incluso así, hay que pensar que nadie es 100% espiritual ni 100% racional. Aunque efectivamente la fe sea algo que por pura definición se opone a la capacidad de cuestionarse las cosas, eso no significa que los cristianos tengan que ser tontos, o tan fanáticos como se los presenta en esta película (y los habrá así, pero es que el retrato del pueblo en conjunto parece demasiado exagerado).
Y no solo parecen exagerados los personajes, sino que más aún llama la atención el propio tratamiento que les da a la película. Eso es lo malo. El estilo con el que está filmado el sermón del reverendo, por ejemplo, es demencial. Los contraplanos con las caras emocionadas e histéricas de la multitud recuerdan a las técnicas de los documentales nazis. El hecho de que a cada parida que dicen los creacionistas le siga un comentario jocoso y certero de Gene Kelly o Spencer Tracy no define a los personajes, sino que define al autor de la película. Y, paradójicamente, al final son ellos los que intentan dirigir nuestro pensamiento de la misma manera tendenciosa y obcecada que les critican a los fanáticos cristianos. Esto es especialmente cierto en el caso de Spencer Tracy, y no son pocas las películas suyas en las que se sigue la directriz de intentar dar la sensación de que siempre tiene razón .
Aparte de todas estas cuestiones más ideológicas que otra cosa, la película no es que esté mal, pero da pena que con un punto de partido tan interesante te planteen lo que se plantea en esta película, en vez de una verdadera discusión. Hay otras cosas que sí merecen más atención, como la bonita historia de amistad entre los dos protagonistas, o incluso detalles que critican el exceso de fe pero de una manera más sutil: por ejemplo cuando Fredric March habla de la religión diciendo que es algo bueno darle a esas gentes una esperanza de un mundo mejor. En una conversación como esa se nota perfectamente que ese personaje cree menos en Dios que aquellos a los que adoctrina, y que quizás ni crea en absoluto. Simplemente dice, en tono paternalista, que es mejor engañar a la gente para que estén felices, quitándoles la capacidad de escoger. Y yo estoy convencido de que así ven la religión sus grandes líderes en general. Como una forma de dirigir el pensamiento. Buena o mala…según como se mire…habrá quien diga que esos creyentes son más felices y habrá quien diga que están más expuestos a ser engañados utilizando esas creencias, esa ignorancia (por ejemplo por políticos). Pero vamos, una forma de dirigir el pensamiento al fin y al cabo.