La habitación del pánico
Sinopsis de la película
La recién separada Meg Altman y su hija Sarah se mudan a una lujosa mansión en Nueva York. Pero cuando tres intrusos invaden brutalmente su hogar, las dos se encierran en una habitación antipánico , una cámara oculta construida como refugio, con cuatro muros de hormigón, línea de teléfono independiente, un conjunto de monitores que controlan todos los rincones de la casa y una impenetrable puerta de acero…
Detalles de la película
- Titulo Original: Panic Room
- Año: 2002
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
Película
6.1
50 valoraciones en total
Guía de cómo conseguir una buena película partiendo de un guión mediocre. Por David Fincher.
Como ya he dejado caer, la premisa de la que parte el libreto no da para más que un simple entretenimiento de hora y media, pero todo puede mejorar poniéndolo en manos de un director con la gran capacidad visual de Fincher. Después de los estupendos títulos de crédito, la ratonera cámara del responsable de la maravillosa Seven, siempre acompañada de la inquietante música de Howard Shore, inunda todos los espacios, inspecciona todos los rincones y consigue un efecto turbador como ninguna otra, haciendo que el espectador quede inmerso en la peli. Aquí, como ya hiciera el maestro Hitchcock con La ventana indiscreta o Crimen perfecto, la casa es nuestro único escenario, convirtiéndose a cada momento más asfixiante y acabando por desarrollar casi toda la acción en dos habitaciones contiguas. Todo esto nos angustia, pero no sólo a nosotros, sino también a los personajes, incluyendo a los ladrones (maniatados a esperar cuando abrirán).
Pero no terminamos aquí, aunque ya vengan con la personalidad de fábrica, el reparto también hace de las suyas. Encabezados por la gran Jodie Foster y por el siempre sobresaliente pero infravalorado Forest Whitaker, el cual consigue transmitirnos todas las emociones que se dan en el film, además de llevar encima toda la carga dramática y el significado moral de la cinta (por favor productores de Hollywood, tened más en cuenta a este fantástico actor), por otra parte están los secundarios (quienes cumplen su función sin estropear nada), que aparte de Jared Leto, no hay ninguno que merezca gran atención.
Pero ¿qué es una crítica sin conclusión? ¿qué sacamos de todo esto?
Construye una habitación blindada en tu casa, te ayudará a llevar la sartén por el mango si alguien entra a robar. Y no sólo eso, también te ayudará a recordar que merece la pena ver todo lo dirigido por Fincher, aunque creas que el argumento lo podrías haber ideado tú.
Para quien esto escribe, una decepción mayúscula
Para la mayoría de los mortales, un thriller con una realización muy cuidada y dosis de suspense.
Analizándola en el contexto de la carrera de David Fincher, un borrón.
Como la mayoría de la gente sabe no fue un camino de rosas su inicio en el mundo del cine, paso de reputado director de videoclips de Madonna a que le cayera el marrón de hacer la tercera parte de la manoseada saga Alien, no es moco de pavo, y el error fue aceptar un trabajo que ya venia tocado de sucesivas reescrituras, no en vano, estuvo a punto de rodarse la historia de la llegada de Ripley a un planeta de madera, no me extraña que saliera espantado el ejecutivo de turno, había mucho dinero en juego y encima le hicieron un leve recorte de presupuesto.
A este duro inicio le siguió Seven, un thriller que ha conservado su aureola de peliculón, mas allá de su final sorpresa, visualmente insuperable, sucio, escabroso, malsano, una joyita de lo bizarro, ahí empezó a subir el listón.
Su siguiente obra no deja de ser un artificio, The Game es un correcto entretenimiento pero no pasara a la historia.
Y entonces salto la banca, la película que le ha dado mas fama y prestigio, El Club de la Lucha no es solo un digno artefacto visual, es pura anarquía, deconstrucion del yo social, renacimiento del yo mismo, fuera la esclavitud del trabajo, un gran momento de evasion pero que puede asustar o no congeniar con mas de uno.
Y llegamos a 2002, Fincher se ha ganado su prestigio, y le ofrecen realizar como no, un thriller, pero en esta ocasión bastante minimalista, un solo decorado, perfectamente controlado, eso si, pone las cámaras donde quiere y sobre todo al principio son un personaje mas de la historia. Me queda la sensación que le faltaba apretar una tuerca mas al guión, llegar a unos niveles mas altos de tensión, alejarse del tópico de la niña enferma y la madre divorciada, viendo como se las gasta 5 minutos después es difícil creérselo. Pero en fin, un visionado merece como cualquier obra menor de buen director, yo es la segunda vez que la veo, quería comprobar si la decepción era justificada y el tiempo me ha dado la razón.
De vez en cuando aparece una de esas películas que nos recuerdan que más allá de de las estrellas y del circo mediático que se forma a su alrededor, la verdadera esencia de las películas no es otra que el director, el artista que plasma su personalidad en las obras que realiza. Y David Fincher es uno de los mejores artistas de los que a día de hoy se pueden disfrutar en esto del cine.
La Habitación del pánico es un thriller atípico, una cinta oscura y claustrofóbica, pero ante todo, es un brillante ejercicio de dirección.
Desde el mismo comienzo, en unos títulos de crédito que sorprenden e inquietan por igual, está la declaración de que se va a disfrutar de un espectáculo visual de calidad. Para ello, son fundamentales los alardes técnicos de la dirección, puestos de manifiesto en forma de planos atípicos, zooms, travellings marca de la casa y otras virguerías ejecutadas con la maestría que sólo otorga el talento. Y no sólo en una depurada técnica queda la cosa: en las casi dos horas que dura, consigue mantener una tensión palpable y el ambiente angustioso y opresivo está más que bien conseguido.
Sin embargo unas carencias de guión demasiado evidentes hacen que la película se ahogue a sí misma y se desinfle conforme avanzan los minutos sin demasiadas novedades. No llega en ningún caso a ser monótona o previsible, pero se echa de menos alguna situación que aporte algo diferente a la trama, y excepto al final, con algún giro inesperado, el film es esclavo de su propio planteamiento. Los personajes, excesivamente planos, tampoco ayudan a este menester, aunque Jodie Foster esté inmensa.
Una excelente muestra de lo que este director es capaz de hacer y de las posibilidades que aún tiene.
La Habitación del Pánico es un ejemplo de cómo un guión mediocre puede convertirse en una buena película gracias a una dirección sobresaliente.
Si os dijeran que esta película trata sobre una madre y su hija que viven la terrible experiencia de ser secuestradas en su propia casa lo más seguro es que penséis: nada nuevo que no haya visto en las sesiones de sobremesa de tele 5.
Pero lo cierto es que el virtuosismo de David Fincher queda patente en cada proyecto que lleva a cabo y esta película no es ninguna excepción. Fincher saca petróleo de donde no lo hay, creando una atmósfera claustrofóbica digna del mejor thriller, dilatando el suspense y extendiéndolo hasta prácticamente toda la duración del film. La película mantiene al espectador en vilo hasta el desenlace.
Muy recomendable.
¿Qué verás?
1. Un buen thriller de suspense psicológico.
2. Una película tremendamente entrenida cuya duración te parecerá menor que la que realmente tiene.
3. Una puesta en escena brillante de la mano de David Fincher que deja claro su indudable talento. A modo de aperitivo, los títulos de crédito iniciales.
4. Dignas interpretaciones the Jodie Foster y Forrest Whitaker.
¿Qué NO verás?
1. Una vez que termines de verla y se vaya dispando la satisfacción de tu rostro, empezarás a darte cuenta de las claras deficiencias del guión.
2. No verás ni un sólo personaje original. Todos ellos son estereotipos esbozados con un buen puñado de clichés: la madraza preocupada por su hijita, la niñata enfermiza medio rebelde medio sumisa, el negro sabio malo que en el fondo es un bonachón, el jefe de la banda frustado y el malo malísimo.
El talento artístico y estético del que hace gala Fincher (cámaras atravesando cerrojos o conductos de ventilación) es impecable, casi tanto como la adecuación de la puesta en escena que requiera el guión. Ante todo es un talento que no requiere de sobredosis de clembuterol para conseguir grandilocuencia visual, ejercicio habitual de Christopher Nolan últimamente.
Sin embargo, aunque el trabajo de Koepp propone temáticas como la paranoia y el miedo psicológico, no son acentuadas como su predilección por la acción frenética y comercial, cosa contraria a la actividad estética y mitificadora de Fincher.
Es decir, Koepp es más Jurassic Park o Spiderman que Fight Club .
Aquí el guionista se decanta por un pretendido humanismo que se despoja certeramente de efectismos. Pero es la cámara de Fincher y el desenvolvimiento de una veterana actriz los que ocultan una estructura narrativa plana y limitada por un enmascarado convencionalismo.
El cineasta posee el suficiente talento bruto como para liberar tensión desasosegante en cada plano, pero el material que tiene entre manos es demasiado humanista, o demasiado conformista como para alcanzar el punto álgido de un relato psicológico de las características que pretendía.
Una obra menor de Fincher, que bien podría ser la obra maestra de muchos.