La fortuna de vivir
Sinopsis de la película
Francia, años 30. Garris y Riton viven en las marismas, a orillas del río Loira, trabajan juntos y comparten su vida con dos amigos más: Tane, conductor de tren, y Amedée, soñador y devorador de clásicos literarios. Los cuatro conocen a Pépé, un anciano millonario que proviene también de las marismas, pero que no reniega de su humilde pasado. Garris se enamora en secreto de Marie. Por su parte, Riton provoca la ira de Jo Sardi, un boxeador que acaba en la cárcel, donde urdirá un plan de venganza que trastocará la tranquila existencia del grupo de amigos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Les enfants du Marais
- Año: 1999
- Duración: 110
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia la película en formato 4K y HD. Seguidamente te citamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
7.5
51 valoraciones en total
Déjate llevar. Es lo que me sucedío después de los 20 primeros minutos. Simplemente déjate llevar y disfruta de los pequeños placeres que la vida ofrece. Y deja que los grandes lleguen…si quieren llegar.
En primer lugar quiero destacar la genial interpretación de todos los actores y la fotografía de algunas escenas clave, en segundo lugar, y más mi interpretación personal, La fortuna de vivir es una película que abarca sin duda más temas de los que en un principio nos puedan parecer.
Sí, es cierto araña nuestra conciencia sobre ser honestos y enfrentarnos a la verdad en cada una de nuestras vidas. Pero sobre todo cabe destacar temas como la humildad del trabajador reflejada en los dos amigos protagonistas, la dureza del amor en Riton en antítesis con la feliz historia de la niña, el verdadero valor de la amistad en Garris y sobre todo la búsqueda de la felicidad, cómo nos equivocamos en el afán por encontrarla y cómo el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa cuando la alcanza y la pierde.
Imprescindible para quien la busca y también para los que siguen intentándolo.
Hermosísima película de Jean Becker, con una fotografía magistral de Jean-Marie Dreujou y con una excelente interpretación de los cuatro actores principales: Villeret, Gamblin, Dussollier y Serrault.
Pasear por el pantano, pescar ranas, recordar caminos ya andados, observar como un niño se enamora por primera vez, una agradable conversación, sentir el calor de un amigo que tan solo con su mirada, te hace sentir grande, entero, orgulloso de formar parte de su vida. Se llama felicidad. Pequeños placeres cotidianos que no valoramos, pero cuando nos faltan si los hemos llegado saborear, nos hacen sentir culpables por haber dejado escapar. Se puede ser libre y feliz al mismo tiempo…
A orillas del pantano cuatro amigos deleitan sus oídos con Louis Armstrong, mientras saborean un excelente vino…Cuatro amigos unidos en la riqueza de la vida, exquisitos paladares de la fortuna. Distintos en sus pensamientos, casi dispares, unidos en sus formas, abiertos a la libertad. Lo importante de esta vida no cuesta dinero. Más allá de los sueños existe la realidad, los pequeños detalles dejaran que nos sintamos distantes a estos, buscando solo la sencillez del día.
Participa en su sencillez y complicidad.
Hay momentos en la vida en los que desearíamos que nada cambiase.
Una película sin grandes pretensiones, bien hecha y con el objetivo de pasar un muy buen rato. No me extraña en absoluto que sea francesa, todo rezuma un buen rollo que nadie se creería a no ser que premeditadamente te dejes llevar. Y es a eso a lo que invita, por qué no, por una vez dejar de lado los dramas, la sangre y las tripas y adentrarse a través de La fortuna de vivir en un ideal paisaje en el que la amistad, la bondad y las buenas maneras residen en cada minuto de película. Incluso el malo malísimo acaba siendo un osito Eric Cantona, no hay lugar para la desgracia, todo es tan maravilloso que me extraña no haber encontrado (de momento) la típica crítica anti-Amelie diciendo que esos paisajes de libertad y buen rollo son imposibles e irreales. Lo cierto es que lo que nos rodea comprende los dos extremos y a veces, yo lo recomendaría muchas más, vale la pena percibir este positivismo. Un verdadero canto al optimismo con todo el olor a Francia, mejor antidepresivo no podría recomendar.
Estamos ante una de esas películas que invitan a ser mejores personas, que nos sumerge de lleno en las vidas de unos personajes tan entrañables como humanos. Con un maravilloso trabajo de actores y un guión que se desliza suave como el agua de la charca que da titulo a la cinta. La película se nos pasa en el tiempo se tarda en emitir el suspiro nostálgico contenido desde el inicio.
Una autentica maravilla para los amantes del cine con contenido humano.