La duquesa
Sinopsis de la película
Inglaterra, siglo XVIII. Hermosa, sofisticada y adorada por el pueblo, Georgiana (Knightley) fue la mujer más fascinante de su época. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Fiennes), fue confidente íntima de ministros y mantuvo excelentes relaciones con la Casa Real. Llegó a ser también un icono de la moda, y su influencia en el Partido Liberal fue notable. Sin embargo, fracasó estrepitosamente en su búsqueda desesperada del amor: desde el apasionado pero fatídico romance con Earl Gray hasta el complicado triángulo amoroso con su marido y su mejor amiga Lady Bless Foster (Atwell).
Detalles de la película
- Titulo Original: The Duchess
- Año: 2008
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
6.2
82 valoraciones en total
Retrato de una historia de desamor muy sencilla adornada con mucha parafernalia estilística. La temática de la pelicula es muy sencilla y maneja una idea muy universal -una muchacha que se casa con un hombre rico por dinero, y que le hará desgraciada toda su vida- pero aún asi está llevado a escena de una manera didáctica y entretenida. Rodeada de una impechable y muy convincente puesta en escena que nos lleva de pleno a la Inglaterra del siglo 18, la historia es muy verosímil, y pese a que sea una película de época no es nada pretenciosa, sin embargo está realizada de una manera muy acádemica y meticulosa.
Los personajes no obstante quedan demasiado planos y reducidos al maniqueismo, quizá demasiado encasillados en sus respectivos roles sociales -la mujer desengañada de su matrimonio, el marido rico, caprichoso y déspota- salvo en pequeños y aislados esbozos psicológicos, que si se hubieran desarrollado en un sentido más narrativo, habrían aportado un mayor realismo a cada uno de ellos.
Es sin embargo una buena lección de Historia con un mensaje muy claro: El dinero no da la felicidad.
Georgiana fue la mujer más fascinante de su época, el siglo XVIII. Pero mientras que su belleza y su carisma le forjó un nombre en la historia, el amor siempre se le escapó. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire, fue confidente íntima de ministros y la Casa Real, llegando a ser un icono de la moda, madre adorada e influyente política para el partido liberal. Sin embargo, en el núcleo de su historia está la búsqueda desesperada de afecto y amor. Desde el apasionado pero fatídico romance con Earl Gray hasta el complicado triángulo amoroso con su marido y su mejor amiga Lady Bless Foster.
Siempre me han gustado mucho las películas de época, las intrigas cortesanas, los amores secretos, el artificio que esconde pasiones humanas, los juegos, las miradas furtivas, las declaraciones que no se hacen. Los vestidos son la forma por los que las mujeres se expresan . Por qué no.
La duquesa parece un exponente perfecto: rezuma aroma inglés por los cuatro costados, viene avalada por su Oscar al mejor vestuario, un reparto bastante lujoso encabezado por una Keira Knightley bastante curtida en estas lides y un diseño muy cuidado. En efecto, La duquesa está bien hecha, y como la protagonista, es fascinante, bella y carismática… Una de tantas.
¿Qué falla? Que Saul Dibb no tiene la estrella de Joe Wright y cuenta con un guión demasiado lento (¿un desenlace demasiado repentino y poco hilado?) y la película se hace larga, muy larga. Que Keira Knightley es una repetición continua de gestos, que ese amor repentino con el señor Grey, de los que tanto a mí me gustan, no me emociona. Que según la prensa, quiere ser un retrato moderno al estilo Diana, aun a costa de ciertas incongruencias argumentativas… O que podría ser perfectamente una de las trabajadas miniseries que vemos los fines de semana en televisión, un best-seller más.
Pero merece la pena. Por ser una más, si te gusta el género, porque repite todas las convenciones, y, al fin y al cabo, es bonita. Y porque las películas aburridas en buena compañía… se vuelven inolvidables.
Antes de empezar, una precisión: la actriz que hace el papel de amiga no es Charlotte Rampling (madre) sino Hayley Atwell (apartado género y critica de affinity).
Película superficial salvada por la magnificencia de las mansiones y el paisaje inglés. Se resiste porque la puesta en escena, decorados, vestuario, son estupendos y el reparto es de primera pero son malos el guión y la dirección por lo que una historia que podría haber dado mucho de sí en buenas manos (las películas históricas podrían jugar un papel didáctico en generaciones para las que la imagen lo es todo) se convierte en un film insustancial que falsea la realidad enviando como tesis: los ricos también lloran .
Lamentablemente va a pasar sin pena ni gloria.
Segunda película del británico Saul Dibb, y primera producción importante que ha logrado situar en los Oscar con 2 nominaciones: dirección artística y vestuario, éste último premiado con la preciada estatuilla.
A finales del siglo XVIII, Georgina es una joven despreocupada de clase media-alta que acepta casarse con el Duque de Devonshire, cuya única preocupación es conseguir un heredero varón. Ella es generosa, aplicada, bella y buena esposa. Él frío y distante. Su carácter se va agriando a medida que se van sucediendo los acontecimientos.
Desde el comienzo del film en el que una joven Keira juega en los jardines del palacio, se intuye una película formalmente buena. Encuadres perfectos, paisajes preciosos, magnífica ambientación, logrados escenarios, trajes y peinados cuidados al detalle, sutil puesta en escena, lograda banda sonora.
El protagonismo absoluto recae en Keira, que lleva todo el peso del film. La película está enfocada desde su punto de vista. Su actuación es estelar. Domina toda clase de emociones, si al principio le embarga la felicidad, a lo largo de la historia recorre diversos estados de ánimo: incredulidad, decepción, sometimiento, resignación… todos ellos con singular maestría. A todos maravilla excepto a su marido. A mi juicio es la gran olvidada de los Oscar, pues su trabajo merecía más reconocimiento. Coincido en que puede ser la mejor actriz actual en películas de época.
Le da la réplica Ralph Fiennes, realmente gélido y de una contención exagerada, rayando en lo pusilánime, sólo alterado en momentos de feroz ira.
Los secundarios cumplen con creces, especialmente Charlotte Rampling, en su papel de madre, amiga y consejera. Más que solvente.
Quizá la historia podría haber generado más, y junto con la leve caracterización de los embarazos es lo menos logrado del film. No obstante, la realización, la duración excepcionalmente corta para una película de época (todo un acierto), la parte técnica y la gran interpretación de Keira confieren al conjunto un toque de distinción, convirtiéndose, en definitiva, en una película notable.
Como por ejemplo estilosa, vistosa, lujosa, grandiosa, ostentosa, suntuosa… y que no acaben en osa , como señorial, imponente, solemne… en fin, todos los adjetivos que signifiquen lo contrario de humilde o modesto.
En La duquesa no se ha escatimado en búsqueda de localizaciones, reacondicionamiento de mansiones y castillos, vestidos, brocados, candelabros, muebles de época… ni en actores: imposible encontrar una pareja más flemáticamente inglesa que Fiennes y Knightley. Lo único que no derrocha la película es interés, algún atractivo que no sea ver una reconstrucción de lo aburrida y monótona que era la vida de los nobles del siglo XVIII. Porque mi opinión es que La duquesa es una película bastante aburrida que no aspira a ser más que una especie de docudrama de la BBC, una performance de museo sobre cuernos aristocráticos, monotonía conyugal, machismo trasnochado y feminismo de rebajas.
Ni un sólo pro para recomendarla ni tampoco un sólo contra para ponerla verde. Es lo que es y aspira a lo que aspira, a ser una película de relleno, que no ofende sensibilidades ni despierta pasiones.
PD: Me permito un maldad. Espero que La duquesa complete la trilogía del aburrimiento de Keira (junto con Seda y Expiación ), esa especie de homenaje a Park Chan-wook y su trilogía de la venganza, y Keira vuelva a hacer películas de las que no provocan reticencia por ir a ver al cine. No digo que vuelva a Piratas del Caribe , me conformo con un término medio.