La diosa fortuna
Sinopsis de la película
Alessandro y Arturo, pareja desde hace más de 15 años, están en crisis desde hace tiempo. La pasión y el amor se han transformado en un sentimiento de afecto. La llegada imprevista de dos niños que la mejor amiga de Alessandro les deja en custodia podría, sin embargo, aportar un cambio a su estancada rutina. Esta solución es un gesto de locura. Pero el amor no deja de ser un estado de placentera locura.
Detalles de la película
- Titulo Original: La dea fortuna aka
- Año: 2019
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
6.1
94 valoraciones en total
Ozpetek logra en esta película lo que muchas pretenden: ser humilde y de tanto serlo, ser grande. Muchas virtudes pueden sacarse de esta comedia coral, con una trama en escalera que atrapa aunque poco interesa al espectador. Lo único que se desea es que el tiempo transcurra y la vida les pase por delante a los personajes. También la verdad transcurre como si de un río se tratase, la verdad que parece oculta para un Alessandro que podía haberla extraído antes de su subconsciente. La relación en crisis de la pareja vertebra la historia por encima de otras tramas que por su condición de polémicas o extraordinarias, podrían haber eclipsado al resto de la obra. En esto hay que felicitar al director: la psicología de la pareja en declive es un auténtico paradigma susceptible de la terapia integrada conductual de pareja. La naturalidad de los desenlaces muestra una sensibilidad sin llegar a la sensiblería, que emociona sin fraude.
Pero esta película tiene tantos lugares comunes, tantas coincidencias con otras de Ozpetek y tantos escenarios ya trillados en otras películas italianas, que parece que estemos viendo lo mismo de siempre. Ozpetek tiene la poca sutileza de repetirse sin avergonzarse. Parece que estemos rememorando las mejores escenas de sus películas anteriores. Al visitar el Museo Nacional Arqueológico de Palestrina, me acuerdo de la escena inicial de El Hada Ignorante, la mejor película de Ozpetek.
Lo mejor: la complicidad de los personajes y su comunicación no verbal. La música. Los niños, que son niños normales y no raritos como en la mayoría de las películas en las que aparecen niños.
Lo peor: que no es nada original, que es previsible, que ya la he visto.
Pero me lo he pasado muy bien viéndola.
El momento de incertidumbre que atraviesa la ya larga relación entre Alessandro y Arturo conoce un momento de aparente respiro con la llegada de Annamaria, antigua amiga del primero y que se presenta en el domicilio con sus dos hijos pequeños del brazo. De ascendencia aristócrata pero rechazada por su progenitora por haber tenido un hijo distinto con cada hombre y no haber contraído matrimonio, Annamaria cae en brazos de la pareja como si los 5 conformaran en sí una pequeña familia. Sin embargo, la sorprendente visita de esta mujer lleva aparejada una noticia no tan buena: su estado de salud dista de ser óptimo y debe someterse a un ingreso hospitalario para valorar posibles consecuencias.
El título de la última obra del cineasta turco (asentado en Italia) Ferzan Ozpetek, La diosa fortuna, ya indica aproximadamente por dónde se irá encarrilando la película conforme avance su metraje. Lo que Ozpetek nos presenta es una combinación de drama de pareja y drama familiar, que desde el comienzo quedan unidos en una trama no del todo original pero que sí sabe exhibir un corazón y un conocimiento de la vida muy grandes.
Pese a que La diosa fortuna comienza con una escena algo descabellada, en mitad de una boda donde no dejan de salir tantos personajes que parece que jamás nos va a dar tiempo a conocer a todos, de inmediato el film pasa a centrar su mirada en los cinco personajes ya narrados y prácticamente ya no los soltará hasta la parte final. Esta circunstancia genera lo que será una gran virtud de la película como es la profundización que se produce en los problemas de cada miembro de este quinteto. Aunque lo mejor de esta parte es, posiblemente, que el esfuerzo en presentarnos sus personalidades es tan pequeño como efectivo. El carácter de Alessandro y Arturo y la situación de pareja por la que atraviesan se nos cuentan en apenas dos diálogos, con los niños sucede algo muy similar e incluso Annamaria, más enigmática que el resto (excelente Jasmine Trinca, por cierto), genera empatía desde el inicio.
Como decimos, a partir de esos minutos iniciales, el desarrollo de La diosa fortuna no aporta demasiadas cosas nuevas ni en su línea argumental ni tampoco en su puesta de escena, pero Ozpetek sabe llevar su película por un camino bastante satisfactorio. Cada secuencia sirve para conocer un detalle más tanto de la trama como de sus personajes y todo ello se narra de una forma muy natural, exhibiendo sentimiento y sabiendo evitar cualquier peligro de volverse anodina. Esto último se refleja a la perfección en la última media hora, cuando llega el momento de dar una vuelta de tuerca a la obra.
Respecto a los asuntos que en sus dos horas de duración trata La diosa fortuna, el impacto que la llegada de unos niños tiene en una pareja es el más evidente de todos, a pesar de que en este caso (y por suerte) no se presente como una paternidad imprevista al uso ni tampoco se siga el típico esquema de esta clase de películas. El hecho de que el perfil de los niños vaya acorde al aroma que desprende la obra, evitando el típico prototipo de chiquillo repelente, facilita sobremanera el mensaje que se quiere transmitir y, por supuesto, también el cerrar el film de una manera bastante óptima.
No merece la pena, por tanto, mencionar las flaquezas de La diosa fortuna cuando sus virtudes resaltan tanto que hace que aquellas se olviden. No es sino al final de la película cuando se puede pensar en que lo visionado dista de ser un drama familiar memorable, pero lo que Ozpetek nos narra durante dos horas es tan sensible y veraz que bien merece rendir un aplauso a esta gratificante labor.
Álvaro Casanova – @Alvcasanova
Crítica para @CineMaldito
Esperaba yo la típica peli italiana de gracias y astracanadas cuando me sorprendió gratamente esta peli: un argumento que, si bien no es original, era muy bien llevado, muy bien desarrollado por unos personajes que te convencen, que te meten en la historia sin aspavientos ni chistes fáciles. Amor, desamor, relaciones cotidianas difíciles, alguna gota de humor y se obra una pequeña maravilla. Muy aconsejable, créanme!
Ferzan Ozpetek tiene en su filmografía títulos notables como El hada ignorante y La ventana de enfrente. Tras Napoli velata, el director ha vuelto a tratar personajes homosexuales en su último trabajo que sí se ha podido estrenar en España. Alessandro y Arturo, pareja desde hace más de quince años, están en crisis desde hace tiempo. La pasión y el amor se han transformado en un sentimiento de afecto. La llegada imprevista de dos niños que la mejor amiga de Alessandro les deja en custodia podría, sin embargo, aportar un cambio a su estancada rutina. Esta solución es un gesto de locura, pero el amor no deja de ser un estado de placentera locura.
Este es un aceptable drama italiano con toques de comedia sobre la agonía que acompaña el amor, está realizado con sensibilidad y llega a ser emotivo aunque no es una gran película y no es sutil. Está muy bien interpretada por unos estupendos y contrastados actores Stefano Accorsi (El campeón) Edoardo Leo (18 regalos) y Jasmine Trinca (Fortunata) además de los dos niños. Además, cabe destacar la fotografía a cargo de Gian Filippo Corticelli.
El film ganó dos premios David di Donatello a mejor actriz para Trinca y canción y fue nominado a mejor guion y el premio David Giovani. Así pues, esta propuesta puede gustar sobre todo a los seguidores del cine de Ozpetek y de historias de temática LGTBI aunque no hay momentos de intimidad física entre la pareja.
Valoración: 6’5
Lo mejor: las actuaciones del trío de actores principales.
Lo peor: los momentos musicales pueden chirriar un poco.
https://josh-cine.blogspot.com/
La diosa fortuna podría haber sido una comedia más de gays con niños, o gays enfrentándose a cosas de heteros , pero va mucho más allá. Primero porque no es exactamente una comedia, sino un drama con toques cómicos sobre la disolución de una pareja en las últimas… ¿o quizás no? ¿A lo mejor Alessandro y Arturo sí tienen una oportunidad? Tendrán que verla para averiguarlo.
Lo que está claro es que la película de Ferzan Ozpetek triunfa en su originalidad esquivando los tópicos y hace una propuesta tierna, entretenida y sobre todo sincera, reflexionando sobre la suerte y las circunstancias que nos hacen encontrar nuestro camino, o perdernos de forma inevitable.
Notable y con buenas interpretaciones.