La conspiración del poder
Sinopsis de la película
Un misterioso móvil que manda mensajes anunciando posibles desastres o dónde ir para que a uno le sonría la fortuna, hace vislumbrar a un joven ingeniero americano (Shane West) la posibilidad de enriquecerse, pero, al mismo tiempo, se convierte en el blanco de una mortal conspiración internacional.
Detalles de la película
- Titulo Original: Echelon Conspiracy
- Año: 2009
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
4.4
84 valoraciones en total
Un ingeniero informático norteamericano que se encuentra instalando un sistema de seguridad en una empresa de Bangkok, al llegar al hotel la recepcionista le entrega un paquete diciéndole que es un regalo que han dejado para él y que resulta ser un móvil de última generación en el que le aparece, primero un sms diciéndole que se quede el fin de semana puesto que el hotel tiene una oferta por la que la estancia le saldría a mitad de precio (el vuelo 4400 que era el que debía de haber cogido, se estrella, muriendo todo el pasaje), y luego otro sugiriéndole que compre acciones de una compañía (al día siguiente triplican su valor), por lo que al recibir un tercero diciendo que vaya a Praga, mientras intenta averiguar quién le mando el teléfono y los sucesivos sms, allí que se dirige, nada de en plan angustioso o inquietado, sino en plan que guay. A estas alturas de la película (10 min) y a pesar de salir Edward Burns como el encargado de seguridad de un casino al que el ingeniero ha ido y en el que ha pegado un par de pelotazos a las maquinas tragaperras y black jack (100000 euros que había pillado en las maquinas y saca 21 en el blacky), y ver la reacción del casino al ver por los monitores que mira la pantalla del móvil antes de apostar, (un gigantón que se limita a decirle que no están permitido los móviles en el casino, dejándole ir a continuación, que como es sabido es la reacción habitual en estas instituciones benéficas, cuando sospechan que han sido estafados) nos damos cuenta que esta no es una película seria, que empieza a oler a castañazo que apesta y que no va a ser ni de lejos como la anterior joyita también dirigida por Greg Marcks (11: 14 – Destino fatal 2003) y que la presencia de los otrora sinónimo de cierta calidad en las producciones en las que se embarcaban Edward Burns y Martin Sheen, es solamente por motivos alimentarios o vaya usted a saber.
En fin, para no marear mas la perdiz, estamos ante una soberbia y pueril tontería de la sección conspiraciones varias y cuidadito con Echelon, eso sí, con sus agentes del FBI, sus rusos, cosmopolitas escenarios (Bangkok, Praga y Moscú), una resultona fotografía, su trío de actores serios (Edward Burns, Jonathan Pryce y Martin Sheen ), su siempre seguro actor de carácter (Ving Rhames), su aguerrido toque femenino (una tal Sandra De Sousa, que es la protagonista de la primera escenilla de acción a la hora de metraje) y como estrella de la función el tipo que deleito y asombro al mundo con su asombrosa interpretación en su última película, la extraordinaria Red Sands 2009: Shane West.
Para ver en un día tonto en el sofá de tu casa (en el mejor de los casos) e ipso facto olvidarla para los restos.
Cuando alguien hablaba de que se intentaba controlar a la humanidad a escala planetaria se le tachaba de conspiranoico . Era una forma sutil de llamarlo loco, raro y friki. Luego se ha demostrado que la NSA insertaba programas de espionaje en los ordenadores personales con Windows, que Google, Facebook y otras grandes empresas analizan tus correos e información personal, las operadoras telefónicas almacenan a quién llamas, cuando y cuánto dura la llamada, y un largo etcétera.
La idea no es espiarte a ti personalmente, porque mientras seas un fulano anónimo, no le importas a los poderosos. La idea es que si llega el momento en que eres un incordio para ellos o necesitan algo de ti, que te puedan hacer la trazabilidad como a una vaca. Que puedan ver el histórico de tu vida y buscarte los puntos débiles para extorsionarte con ellos.
Esta película va de Echenon, el sistema de la NSA (National Security Agency) estadounidense para captar, catalogar y almacenar la información sobre tu vida.
Toma elementos de Yo, Robot, Terminator y, si me apuras, de Juegos de guerra. El resultado es coherente. La historia en sí me ha gustado. Lo que no me ha gustado son algunos aspectos que dan la sensación de estar viendo una película de bajo presupuesto. Tampoco que sea una película machista (el criterio para esto es que salgan al menos dos mujeres y hablando entre ellas).
Max Peterson (Shane West) es un ingeniero electrónico que en uno de sus viajes de negocios a Tailandia recibe un paquete con un teléfono móvil. A través de los SMS y las instrucciones que se precisan a través de tan jugoso aparatito, Max empieza a acumular en su cuenta cantidades enormes de dinero. Se deja llevar por el juego hasta aterrizar en Europa del Este donde consigue desenbancar un casino. Su peripecia llamará la atención de el encargado de seguridad de la sala de juego (Edward Burns) y un agente del FBI (Ving Rhames). Mientras tanto en la Agencia de Seguridad Nacional de Maryland están a punto de abrir el protocolo de la supercomputadora Echelon, que permitiría acceder a todas las bases de datos de los ordenadores del mundo. Lo que quedaría en entredicho tan potente cerebro electrónico.
Entretenido thriller de acción con una brillante primera mitad y que se debe seguir detenidamente para no perder el hilo. Caso habitual en esta clase de cintas que están muy en boga. Aquí se calientan los teléfonos móviles (podría decirse que uno es el protagonista) antes que las armas de fuego. Pero al menos se puede decir que recupera el antiguo espíritu en que se tramaban las historias de espías en la Guerra Fría. Con un argumento propio del cine de James Bond, solo que aquí no es un agente secreto al Servicio de Su majestad sinó un cabeza de turco al servicio de cebo del FBI.
Lo Mejor: los golpes de suerte de Max en las frenéticas secuencias del casino
Lo Peor: lo que hay que soportar a través de lo enrevesado del argumento
Una película que comienza siendo una idea interesante (aunque nada del otro mundo) y que se complica absurdamente a los 10 minutos.
La catalogaría en un género nuevo al que podría llamar Comedia tecnológica dados los absurdos argumentos técnicos en los que se basa la película aderezados con todos y cada uno de los topicazos habituales en películas de acción, siempre totalmente predecibles.
Si te gustan las nuevas tecnologías, la informática, las películas de acción y de comedia, todo junto en un solo producto, esto es lo que estabas buscando.
Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador, del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para el espectador, y todo aficionado al cine que desea saber si un filme merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena, buenísima, a mala, malísima, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: FLOJA.
Si el cine puede pervivir, es gracias a su sobresaliente mímesis, es decir, a la forma de adaparse a cada tiempo y generación. Pero, no nos engañemos, pues se trata de una elegía.
Esto puede darse gracias a que la memoria del individuo del siglo XXI es corta, muy corta. Y así, cada dos por tres, vuelven las mismas historias, que cada generación descubre como una auténtica novedad. Nada más lejos, por supuesto. Para los que tengáis no tanta edad, ésta es ya una auténtica reiteración del trhiller con chico perseguido, el cual no sabe qué le está pasando. Y, además, sosa y plagada de tópicos infantiloides, como los del final.