La conquista del Oeste
Sinopsis de la película
La expansión hacia el Oeste protagonizada por los colonos, la anexión de Texas (1845) y la incorporación de Arizona, Nuevo México y California, tras una guerra con México que se salda con la victoria de los Estados Unidos (Tratado De Guadalupe-Hidalgo:1848) suponen un avance espectacular de la frontera norteamericana hacia el Pacífico. La película consta de cuatro episodios sobre la colonización del Oeste que tienen lugar entre 1830 y 1890. Los dos primeros y el último, fueron dirigidos por Hathaway, y el tercero, por Marshall, pero incluye también un interludio, dirigido por John Ford, ambientado en la guerra de Secesión (1861-1865), con un diálogo entre los generales nordistas Sherman (Wayne) y Grant (Morgan). Primera película rodada en Cinerama. El narrador es Spencer Tracy.
Detalles de la película
- Titulo Original: How the West Was Won
- Año: 1962
- Duración: 164
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes conseguir una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
7
96 valoraciones en total
Contar la historia de los Estados Unidos a lo largo del siglo XIX en tan sólo dos horas y media fue la ambiciosa pretensión de los productores de la Metro con este film, La Conquista del Oeste (1962). Un aparatoso proyecto en el que no escatimaron en gastos y esfuerzos: un enorme reparto con las mejores estrellas de Hollywood, como James Stewart, Gregory Peck o George Peppard, suntuosos decorados, vestuario de lujo y las más bellas postales del paisaje norteamericano, es decir, las grandes praderas, el río Ohio, el Missisippi, los desiertos, la cordillera de los Apalaches… Para tal fin, contaron con un nuevo método para rodar con tres cámaras simultáneas, el Cinerama, con el que buscaban sacar mayor partido a los espectaculares paisajes.
El intento de dotar de una columna vertebral a esta película de tan grandes dimensiones se basaba en el paso de varias generaciones de una misma familia y en su presencia en los acontecimientos más relevantes del siglo. Los personajes y sus propias circunstancias poco importan, apenas se encuentran definidos, siendo imprecisos y poco profundos, con muchas prisas para la próxima aparición de la estrella de turno que, como Henry Fonda, John Wayne o Lee van Cleef, pasan sin pena ni gloria, pues son meras excusas para mostrarnos un verdadero compendio de tópicos del Far West : los pioneros y primeros colonos, la fiebre del oro, la llegada del ferrocarril y el telégrafo, las manadas de bisontes, los grandes ríos, la Guerra Civil, las Guerras Indias… en lo que pretende ser la verdadera historia de los Estados Unidos o, incluso, el mejor western de la historia, quedándose en un resultado atropellado a pesar de su duración, al pasar de puntillas por muchas temas sin pisar ninguno (véase la parte de la Guerra Civil, rodada por John Ford), y quedando una sensación de hastío ante tanto exceso que no conduce a mucho.
A pesar de ello, tiene alguna que otra escena que merece la pena, como la de los rápidos y las balsas de los pioneros o la de la estampida de los bisontes, y de la música, compuesta por Alfred Newman, poco que decir sobre el tema principal, brillante.
La conquista del Oeste es una muy buena película. Vaya eso por delante. Lo de obras maestras se ha puesto cada vez más difícil entre otras cosas porque a medida que vamos viendo cine y más cine, nos hacemos superexigentes. Pero al Cesar lo que es del Cesar y How the West Was Won cumple con todas nuestras expectativas especialmente si se ve por primera vez hace ya algunos años y en aquel cinerama absolutamente espectacular. Luego me he enterado de sus muchísimas deficiencias, tantas que aparcaron el proyecto. Pero esa es otra historia. La que ahora nos ocupa es la historia del Oeste…
Porque de eso se trata. Del Wild West. Con sus tramperos, sus piratas de río (por cierto con un Lee Van Cleef previo a su etapa Leone aunque con un largo historial delictivo), su fiebre del oro, sus esperanzas, sus tahúres, sus indios, el Ponny Express, la guerra civil, el ferrocarril… Todos los elementos que han configurado todos y cada uno de los western que hemos visto, estructurados perfectamente en capítulos unidos a la perfección por los avatares de dos familias, los Prescott y los Rawlings, a su vez entrelazadas entre ellas.
¿Un plantel de actores excesivo? Como decimos por aquí, nunca por mucho trigo fue mal año (en España tenemos refranes para todo) Y encontrarse con todos ellos pues a mi me gustó. Algunos mejor que otros. Evidentemente. Solo voy a citar a una actriz olvidada en el reparto dado por Filmaffinity: la gran Thelma Ritter (¿O es que nadie se acuerda de su candidatura al Oscar a la mejor actriz secundaria por Manos Peligrosas de Samuel Fuller?).
¡Ah! Y la música de Alfred Newman toda una leyenda. Inolvidable. Western y BSO se identifican. Se hacen una sola cosa.
Tres directores de excepción y entre ellos el Ford más genuino. Ese que da importancia a la vida, a la familia y a los sentimientos en las condiciones más adversas, ya sea el trabajo en la mina, la supervivencia de la emigración o, como en este caso, en la guerra de americanos contra americanos. Un Ford que, como es habitual en él, ensalza en su medida justa (es decir las agiganta como se merecen) la figura abnegada de las madres y que no solo filma un concierto de balas sino también una sinfonía de sentimientos.
Acabo con la espectacularidad de una escena que me sobrecogió de joven, la de los búfalos en estampida. Vista en Cinerama me hizo sentir indefenso. Casi debajo de sus pezuñas. Hoy los años y las 625 líneas cambiaron el efecto. Pero aun así… ¡ Chapeau !
¿No es el mejor western de la historia?, ¡Que más da!
Lo bueno: la música (sin duda es lo mejor), la fotografía y el apartado técnico en general, el desfile continuo de actores masculinos de renombre, tanto en este género como en otros (James Stewart, Henry Fonda, Gregory Peck, Karl Malden, Lee J. Cobb, Spencer Tracy, John Wayne, Richard Widmark, George Peppard, Eli Wallach, Walter Brennan, Andy Devine, Raymond Massey… ¡uff!, es una locura intentar citarlos a todos), tiene interés documental y resume la mayoría de las situaciones que han servido de argumento para los westerns (invasión del territorio indio, conflicto entre ganaderos y agricultores, búsqueda de nuevas oportunidades, etc.).
Lo malo: alternancias demasiado bruscas entre intimismo y aventura, y además están tan calculadas (cada x minutos intercalan alguna larga escena demasiado espectacular) que todo queda muy artificial, hay tantas historias y tantos personajes que el guión no puede exprimir bien a ninguno, es larga y se hace larga.
Conclusión: víctima de una grandiosidad desmedida con la que se pretendía atraer al público a los cines en una época en la que la televisión parecía una amenaza.
De la mano de los tres maestros del cine del oeste, (Ford, Hathaway y Marshall), se presento en 1963 este western que pretendía ser el western definitivo, que diera a conocer la verdadera histria del salvaje oeste, y de todas aquellas personas, (colonos, apaches, buscadores de oro, aventureros), que hicieron posible que el mismo existiera.
Sin embargo, lejos de provocar en el gran público una profunda admiración, la película resultó ser un espectáculo algo fallido en cuanto a rigor histórico se refería, siendo sus tres episodios algo regulares, (a excepción del realizado por Jonn Ford), y de duración excesiva, lo que en algunos momentos puede llegar a cansar.
La película atrae con creces, gracias al grandísimo plantel de actores de primerisima fila, siendo algunos más destacados que otros, Gregory Peck, James Stewart, Henry Fonda, Richard Widmarck, Lee J. Cobb o el televisivo George Peppard, (Banacek, El Equipo A), logrando desbancar al mísmisimo John Wayne, en una interpretación algo gris y desdibujada.
No pasará a la historia por ser una gran obra, pero bien merece la pena verse y disfrutar, aunque sólo sea un rato, con tan magníficos actores.
Además es el western que más estrella aglutina. Todo esto no es sinónimo de éxito, de hecho no obtuvo el esperado, pero para mí es uno de mis westerns preferidos, y me parece el mas variado de la historia del cine, además resulta estupendo en todos sus aspectos (banda sonora, fotografía, interpretaciones, escenas de acción, golpes de humor, amor, ….. En fin, tienen de todos los ingredientes necesarios en una superproducción de este calibre, para que sea disfrutado por diversos tipos de público. Se dan prácticamente todas las situaciones posibles en una película de este género (colonos, caravanas, indios, manadas de animales en movimiento, duelos, sheriffs, cuatreros, …..). Se puede decir que es un compendio de la esencia del western, en un sólo film. Y para mi punto vista, consigue perfectamente recoger esa esencia. Quizás a algunos les resulte excesivamente largo, pero es algo que creo que es necesario para poder dar a conocer la historia del salvaje oeste a grandes rasgos, al menos.
Como se compone de mini historias dentro de una misma película, si se hace pesado se puede ver un episodio en cada ocasión, aunque personalmente recomendaría verla en de forma continuada.
La recomiendo a todos los amantes del cine, tanto si su predilección es el western como si no lo es ( en cuyo caso tiene la posibilidad de llevarse en una sola película la esencia del género, y así tener una opinión más formada y completa sobre el mismo, antes de catalogarlo o no entre sus gustos).