La calle del adiós
Sinopsis de la película
El teniente Halloran, piloto de bombardeos, y una bella enfermera británica se enamoran, a pesar de que ella está casada. Pero es que, además, el marido debe acompañar al amante en una peligrosa misión secreta durante la cual su avión es abatido.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hanover Street
- Año: 1979
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
Película
5.9
51 valoraciones en total
Llevo un tiempo haciendome una especie de ciclo de Harrison Ford y esta peli me ha sorprendido.
¿Porque?, porque no contaba con Harrison Ford como actor de peliculas romanticas y este fue su primer acierto en este genero.
Tanto él como sus compañeros de reparto me agradan, aunque la parte belica del film se queda un poco escasa.
Sera que las peliculas de amores imposibles, siempre me han gustado. Yo se mucho de ser rechazado hasta encontrar el amor de mi vida que es mi actual esposa y por esos amores condenados al fracaso me encantan.
Es de la primera epoca de Harrison Ford, del que por cierto estoy deseando ver su ultimo film, cuando se acabe la epoca de confinamiente.
Una curiosidad sale Patsy Kensit como hija de los protagonistas. A algunos os sonara como actriz y cantante de los Eight Wonder un grupo pop de los 80.
Echarle un vistazo.
Estamos ante una película de bella factura a la que, simplemente, le sobra romanticismo. La emoción tarda casi una hora en arrancar porque se pierde en los detalles tórridos de un idilio del que realmente no tenemos ningún contexto.
No sabemos nada de por qué hay una crisis matrimonial entre Margaret (Lesley-Anne Down) y Paul Sellinger (Christopher Plummer). Más tarde intuimos que es por la apatía de ella, causada por la falta de pasión de su marido y una supuesta mediocridad de éste, pero esto cuesta creerlo cuando el marido es:
– Christopher Plummer: por mucho que pretenda personificar la vulgaridad, no lo consigue (mon dieu!). Aquí el casting debió escoger a alguien menos carismático.
– No es precisamente un oficinista aburrido, sino un oficial de la inteligencia británica.
– Por si fuera poco, el pobre hombre es un abnegado esposo y un padre estupendo (amiga Margaret, ¿no te basta?).
Cuando Margaret se cruza con David Halloran (Harrison Ford), un joven piloto americano, ambos se enamoran y caen en el más desenfrenado de los amores de la noche a la mañana. Ford es atractivo, qué duda cabe, pero no tanto para esto.
Cuando Ford y Plummer, por caprichos del destino, tienen que compartir aventuras en medio de la Segunda Guerra Mundial, la película se convierte en una joya. Los dos protagonistas demuestran tener más química entre ellos de la que tienen con Lesley-Anne Down, y juntos comparten los momentos cumbres de la película enfrentándose a los nazis.
Plummer, infravalorado en el papel de anodino esposo, se come la pantalla en todas sus escenas y explota su bilingüismo cuando tiene que hablar francés -recomendable la versión original. Ford, que ya venía de ser Han Solo, saca partido de su simpático papel y cautiva con su vis comica.
Al final, la sensación es muy buena. Si hubieran profundizado en el drama bélico y recortado minutos de cama, estaríamos ante un peliculón.
Peter Hyams, director irregular y con ciertas tendencias suicidas en su cine, como las ridículas El fin de los días o El sonido del trueno, pero con algún que otro escollo salvable en su repertorio, la excelente Atmosfera cero (remake futurista de Solo ante el peligro), y las eficaces Testigo accidental o Timecop (uno de las faenas más decentes del malogrado Van Damme), se encarga en La calle del adiós de escribir y realizar una convencional pero ágil historia de amor entre un piloto americano (Harrison Ford) y una atractiva enfermera británica (Lesley- Anne Down) casada con un oficial de la inteligencia inglesa (Christopher Plummer), marido y amante por caprichos del destino deberán unirse en una peligrosa misión secreta.
Hyams logra un producto sencillo, sin excesivas pretensiones, quizás algo edulcorado en las escenas románticas, unos momentos en donde Hyams parece no sentirse cómodo precipitando los acontecimientos y dejando de lado una implicación más pasional, un refuerzo que logra en gran parte gracias al fabuloso score del maestro John Barry, una bellísima música que emociona sin necesidad de ir unida a la película, uno de los muchos e inmortales temas de amor compuestos por el compositor inglés en su ejemplar carrera, sin duda uno de los plenos aciertos de este Hanover Street que gana cierto peso en su segundo tercio, cuando el relato se centra en la acción acontecida en la Francia ocupada, es ahí donde Hyams se mueve con mejor fortuna y va desengranando una historia que alcanza su cenit en su desenlace, un final clásico e incluso nostálgico que cierra con éxito este, parcialmente, disfrutable film.
La calle del adiós puede verse con el agrado sincero de un titulo que lejos de ser brillante planea con vuelo raso gracias a su acaramelado e ingenuo batido de emociones, romance triangular de una película bien empaquetada y fácilmente consumible.
LO MEJOR: Los bellos ojos de Lesley- Anne Down, una mujer que no gozó de la popularidad merecida, los encuentros en la calle Hanover, en especial el segundo donde un nervioso Harrison Ford espera y espera. Christopher Plummer, genial como ese hombre agradable que ansia ser más valiente, y sin dudarlo la música de Barry, faltan adjetivos para describir su majestuosa belleza.
LO PEOR: Lo previsible del guión y que no profundice más allá de su cuidado envoltorio, quedándose solamente en la superficie de un romanticismo suave, ligero e inocente.
A mí esta película me encanta, si no has leído el argumento, claro, ya que te lo cuenta todo. Por esta razón no fue previsible para mí.
Es sencilla pero adorable e incluso con unos ratos bastante emocionantes.
Película que homenajea a los grandes clásicos ingleses de amores prohibidos como el clásico Breve Encuentro , con sus encuentros furtivos, o El Puente de Waterloo al situarse en la II Guerra Mundial.
Peter Hyams, excelente, aunque olvidado director, dió en esta película su segundo protagonista a Harrison Ford tras la Guerra de las Galaxias y una oportunidad para que demostrase sus registros interpretativos, aparte de sus aventuras espaciales. Y lo hace bien, encarnando a un galán tipo años 40-50, junto a él deslumbra la belleza de Lesley-Anne Down, conocida de Arriba y abajo y el gran Christopher Plummer, el marido que ve como su mujer se aleja y acepta una peligrosa misión para reivindicar su masculinidad.
La calle del adiós es una bonita película romántica, sin muchas pretensiones, y que cumple con creces su objetivo: narrar una historia de amor, desde su inicio hasta su final, en una época difícil para el mundo.