La bouche de Jean-Pierre

2 comentarios en «La bouche de Jean-Pierre»

1. Espeluznante relato sobre el acoso y abuso infantil, perturbante y necesario. ¿Qué tanto intervino Gaspar Noé más allá de lo que se declara en créditos? Ésa fue mi duda. Dato:cierto intertítulo previo al final es utilizado en Seul contre tous .

2. A Lucile Hadžihalilović nadie la incluye en el Nuevo Extremismo Francés pese a prácticamente haberlo inventado al financiar Carne y Sólo Contra Todos de Gaspar Noé y haber desempeñado un sinfín de labores en ambas, amén de haber coescrito Enter The Void . Lo único bueno que tienen esas invenciones de la prensa de las etiquetas, los movimientos y demás historias, la publicidad que pueden reportar a determinados autores para que dejen de ser completos desconocidos, a Lucile le pasa de lado. Esta señora ya se ríe directamente cada vez que le preguntan en entrevistas que cómo es que tengan que transcurrir más de diez años entre película y película para que consiga que le financien la última que presenta, que si hay algún tipo de machismo estructural en la industria francesa que le aparte del ejercicio de su profesión, su respuesta siempre va en la línea de aquello que cantan Junco y Diamante en Baix Penedés, aquel que es fácil echarle la culpa a los demás cuando todo va mal: Hadžihalilović dice que qué va, que el problema está en ella, en el cine que hace. Lucile, que viaja hacia su propio interior para hacer cine, que busca emociones abstractas inherentes a la femineidad para transmutarlas en imágenes, que hace un cine que plasma de forma sensorial conceptos tales como el paso de niña a mujer o qué supone la maternidad, que descarta con ello casi de pleno que el sector masculino pueda implicarse emocionalmente con sus films pero que a la vez -al pasar a imágenes abstracciones que les son ajenas a los hombres- ayuda a que algunos puedan aproximarse a entender algunos sentimientos inherentes y exclusivos al sexo femenino… Lucile lo que es es congruente consigo misma habida cuenta que sabiendo todo esto, sabiéndose diferente a cualquier otro director y directora, no pide cuentas a nadie. Algún día dejará de alabarse a medianías tales como Sofía Coppola y Lynne Ramsay y se reivindicará a esta mujer y esa dupla complementaria que conforman Innocence y Evolution, dos auténticas anomalías cinematográficas de esas que sólo se pueden acertar a denominar milagro.

   Empero se obvia que Hadžihalilović hizo una película antes de las dos que se le conocen, La Bouche De Jean-Pierre. Dura cincuenta minutos escasos, está en el umbral que separa el mediometraje del largo. Tampoco necesita más metraje, con esa duración Lucile se basta para tratar varios temas urticantes y dejar no poco desasosiego en el espectador. Narra la historia de Mimi, una chicuela de diez años la cual, tras el intento de suicidio de su madre, es acogida en casa de su tía. Ésta vive en una barriada donde la presencia de vecinos de otras etnias y confesiones no es bien vista, hay una moción de expulsión por parte de los vecinos que sí que son caucásicos y aconfesionales. Mimi supone una molestia para su tía haga lo que haga: si toca una de sus muñecas la reprende, si pregunta si sabe cómo está su madre la reprende, si permanece quieta mientras ella habla por teléfono la reprende y además la manda al descansillo, la expulsa de su casa. Mimi no entiende nada. Su tía tiene un noviete. Les pilla follando y entiende aún menos. El novio de su tía es bastante amable. Quizá demasiado. Primero la pilla duchándose. Luego la saca de casa de unos vecinos jóvenes enfrentándose con ellos y llamándoles maricones sólo por ser de otro país. Un día, aprovechando la ausencia de su novia, se acerca a Mimi. Empieza a manosear bajo la falda de sus muñecas. También toca las piernas a Mimi. Pide que le bese. Se asiste en una larga secuencia a algo bastante turbio. Mimi se defiende, y cuando su tía vuelve ella dice que su novio es un maricón. Intenta escapar, quiere reunirse con su madre de nuevo.