La batalla de Chile (Parte II): El golpe de estado
Sinopsis de la película
Entre marzo y septiembre de 1973, izquierdas y derechas se enfrentan en la calle, en las fábricas, en los tribunales, en las universidades, en el Parlamento y en los medios de comunicación. La situación es insostenible. Estados Unidos financia la huelga de los camioneros y fomenta el caos social. Allende trata de llegar a un acuerdo con las fuerzas de la Democracia Cristiana, pero fracasa. Las propias contradicciones de la izquierda agravan la crisis. En Valparaíso los militares empiezan a conspirar. Un amplio sector de la clase media apoya el boicot y la guerra civil. El 11 de septiembre de 1973, Pinochet bombardea el palacio de la Moneda, donde se había refugiado Allende.
La batalla de Chile es una trilogía que relata el último año del Presidente Salvador Allende. El rodaje se prolongó hasta el mismo día del golpe de estado (11 de septiembre de 1973). Después, a Guzmán lo mantienen incomunicado dos semanas en el estadio nacional. En noviembre, recupera la libertad y abandona el país, llevándose todos los rollos a Europa. Allí empezó a buscar los medios económicos para montar la película, que, al fin, fue estrenada. Nota de FILMAFFINITY: por su contenido, lugar y fechas de rodaje, este documental se considera de nacionalidad chilena, a pesar de que la financiación procedió de otros países (Cuba, Francia, Venezuela).
Sobre la trilogía de La batalla de Chile : La Batalla de Chile es un documental histórico que en las décadas de los 70 y 80 fue distribuido en 35 países del mundo. No es un filme de archivo: es un documento filmado en el momento mismo de producirse los hechos. Su autor y director trabajó con un equipo en medio de los acontecimientos. El material virgen (película de l6 MM en blanco y negro) fue una contribución del documentalista francés Chris Marker y el montaje se realizó gracias a la colaboración del Instituto de Cinematografía Cubano (ICAIC). Jorge Müller Silva (el cámara del filme) fue secuestrado por la policía militar de Pinochet en noviembre de 1974. Hasta hoy se desconoce su paradero. Es uno de los 3.000 desaparecidos que todavía hay en Chile. La Batalla de Chile ha sido objeto de la censura en Chile y nunca ha sido emitida por la televisión pública. (información extraída de la página web oficial de Patricio Guzmán).
Detalles de la película
- Titulo Original: La batalla de Chile (Parte II): El golpe de estado aka
- Año: 1976
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
8.2
31 valoraciones en total
Retomando los acontecimientos donde los dejara la primera parte -el fallido primer intento de golpe militar-, este segundo acto de La batalla de Chile se halla presidido por un constante y amenazador ruido de sables, y muy especialmente centrado en las encontradas respuestas y actitudes a las que esta situación empujó a la izquierda.
Partiendo del hecho de que la opción violenta quedaba descartada -un rasgo único y encomiable de lo que se dio en llamar la vía chilena al socialismo -, la estrategia que la izquierda podía oponer a la creciente marea reaccionaria (plasmada en el intervencionismo militar en las fábricas, la manipulada huelga del transporte, los atentados de la extrema derecha y la ofensiva de los medios) se limitaba a dos opciones, o bien se apostaba por el control efectivo de los medios de producción mediante la ocupación y gestión obrera de las fábricas, o bien por contemporizar, tratando de llegar a un acuerdo de gobernabilidad con el ala moderada de la Democracia Cristiana y con el sector constitucionalista de las Fuerzas Armadas.
Esta encrucijada clave nos es mostrada de la mejor manera posible, esto es, filmando los propios debates desarrollados en los sectores obreros, así, resulta enormemente interesante la secuencia en que un representante del gobierno trata de convencer a los trabajadores miembros de un cordón industrial (un sistema de autogestión), plasmándose en ella las razones del primero (el aislamiento internacional de Chile, la falta de divisas y la necesidad de mantener la legalidad) y las de los segundos (la ocupación y gestión obrera de las fábricas como principal medio de unión de la clase trabajadora en defensa del proceso revolucionario). Igualmente destacable es la entrevista realizada -en medio de una impresionante manifestación- a un viejo militante marxista, que expresa su apoyo al gobierno y la necesidad de aunar esfuerzos y no perderse en debates estériles, so pena de repetir la situación que se dio en España durante la Guerra civil, reflexión que resulta poco menos que profética.
Formalmente se mantienen las constantes ya mencionadas en la primera parte, aunque en esta hay un momento que, cinematográficamente, resulta de apabullante brillantez dramática, me refiero a la secuencia del entierro del comandante Araya (interlocutor de Allende, asesinado por grupos de extrema derecha), en la que la cámara toma primeros planos de la cúpula militar mientras suena la música fúnebre.
Sigue en spoiler.
Desde el punto de vista político-histórico uno de los aspectos más educativos del documental lo plantea el hecho mismo del golpe de estado: es imposible cualquier resistencia ante el hecho de que una de las partes en conflicto tenga el monopolio absoluto de la violencia y los medios de coerción. Como planteara Charles Tilly en su definición de guerra civil ésta sólo se produce en el momento en que se produce la fragmentación de dicho monopolio en múltiples células. Esto es algo que no ocurrió en el caso de Chile precisamente porque uno de los bandos, el representado por la Unidad Popular, optó por una lucha sin armas, es decir, legalista o situada dentro de los presupuestos democráticos y del pensamiento político del propio Allende (la vía chilena hacia el socialismo). En mi opinión La batalla de Chile ahonda de forma bastante certera en esta idea de lucha sin armas sostenida por una parte notable del pueblo chileno al tiempo que nos muestra los efectos del radicalismo y la desempatía de otra parte no menos importante de la sociedad chilena . Esto es lo que hizo posible que el golpe de estado del 11 de septiembre se impusiera con una rapidez pasmosa a pesar del elevado grado de movilización y conciencia política imperante en la sociedad chilena por aquel entonces y esto es lo que convierte este episodio de la historia de Chile en una verdadera tragedia.
En segundo lugar el documental muestra la importancia decisiva del control de los medios de comunicación en la formación de marcos de referencia y en la conquista de la opinión pública internacional. No en vano, como el propio documental destaca y la propia Marta Harnecker se encargaría de recordar años después la oposición a la Unidad Popular controlaba el 70% de la prensa escrita y 115 de las 155 radios, entre las cuales se encontraban las cadenas de mayor potencia . De este modo la oposición trató por todos los medios de trasmitir una imagen de Chile entregado a la anarquía, al caos, al desgobierno y al vacío de poder, fomentando un estado de opinión favorable tanto en ciertos estratos de la sociedad chilena como en el ámbito internacional hacia un posible golpe militar.