King Kong escapa
Sinopsis de la película
El comandante Nelson, del submarino Explorer, estudia el mito de King Kong, que le fascina, y aprovechando unas reparaciones se acerca a la isla de Mondo, donde según sus investigaciones debe habitar Kong. Mientras, en el Polo Norte, el pérfido Doctor Who tiene una base secreta, en la cual ha construido un émulo robótico de Kong, Mechanikong.
Detalles de la película
- Titulo Original: Kingu Kongu no gyakushû (King Kong Escapes) (King Kongs Counterattack) (King Kong Strikes Back) aka
- Año: 1967
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
4.7
70 valoraciones en total
King Kong es raptado por el pérfido Dr. Wu para extraer material radiactivo del subsuelo del Polo Norte, algo que no puede hacer su réplica metálica Mecanikong por exceso de radiación. El monopolio del material radiactivo dará la supremacía en la carrera armamentística a un pequeño país para dominar el mundo. Pero King Kong se escapa y huye… de la civilización.
King Kong, es un personaje con fuerte identidad en el cine fantástico, un monstruo como Godzilla, Drácula, el monstruo de Frankenstein, el hombre lobo, la momia o Paco Martínez Soria. Este King Kong es más inteligente de lo usual ya que comprende básicamente el lenguaje humano y es manipulado, drogado, hipnotizado y explotado laboralmente. En esta película se enfrentan King Kong y Mecanikong y aparece el repertorio clásico del género: científicos malvados, planes para dominar el mundo, armas atómicas, laboratorios secretos pop, robots, errores científicos, rubias que se tropiezan, espías asiáticas, japoneses rocker, héroes acartonados, amores a primera vista imposibles, islas misteriosas, reptiles gigantes, destrucción de ciudades, escalada a edificios singulares (en este caso la antigua torre de comunicaciones de Tokio), etc. Como en la mayoría de las películas de monstruos se pasa de lo real (de la biología a lo social) a lo irreal, sin pasar por lo imaginado (los perfiles psicológicos). Por tanto, no hay que esperar demasiado de la película, a no ser que se sea un fan de este tipo de cine o que se viera la película de niño en la década de los 70 en un cine de verano.
La película se realizó en un periodo de expansión económica en Japón (1966-1969), la elevación del nivel de vida culminó con la exposición internacional de Osaka en la que Japón se presentó como la 3º potencia mundial, superando en P.I.B. a la R.F.A. No obstante este clima de esperanza no redujo la relación del japonés con las películas de catástrofes. El cine de Kaijus (monstruos) a través de Tokusatsus (efectos especiales) seguía siendo muy popular sobre todo a través de los Estudios Toho, con Tsuburaya en el maquetismo y transparencias y Honda, amigo y un año menor que Kurosawa, en la dirección.
La indefensión ante las catástrofes es el tema principal de las películas japonesas de monstruos y está fundamentada en dos fenómenos sufridos: los terremotos y la destrucción nuclear. Esta posición debilitada de las personas ante la amenaza que surge desde dentro de la tierra (los terremotos) y desde el cielo (las bombas nucleares) les comprime. El gran terremoto de Kanto y la aniquilación de las ciudades de Tokio, Hiroshima y Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial, estas dos últimas causadas por el único ataque nuclear de la historia (de EE.UU contra Japón, ordenadas por Truman) dejó una huella atroz en esa generación. King Kong es la amenaza de la naturaleza, latente, dormida y Mecanikong es la amenaza tecnológica, radioactiva, fruto de la ambición y crueldad humanas.
Una película curiosa, muy ingenua en cierto modo, y con momentos divertidos. Sin duda es un tipo de cine de barrio al estilo japonés, con maquetas y efectos especiales muy cutres, pero con un encanto entre naif y camp , a lo que ayudan la fotografía en color, y los decorados. Mechanikong es como el lado oscuro de King Kong. Es un mundo con claras conexiones con el manga y el anime de esos mismos años. Un mundo situado en el centro de la cultura popular, pop si se quiere, del Japón de entonces (junto con Ultraman y otros personajes archiconocidos).
Se puede destacar la presencia en el reparto de actores estadounidenses (como Rhodes Reason) entre los actores japoneses, lo que se explica por el hecho de ser una coproducción entre Japón y los Estados Unidos. Supongo que la versión que he visto es la japonesa, con todos los actores, incluidos los norteamericanos, hablando en japonés, lo que no deja de ser insólito.
King Kong, en su versión americana más clásica, tiene un significado muy especial para el cine fantástico japonés y para el género de monstruos gigantes. Fue la inspiración para el célebre Godzilla y para la manera de crear este tipo de criaturas, aunque allí elaboraron su variante particular a la hora de ponerlas en pantalla, sustituyendo maquetas por actores con traje desplazándose entre decorados en miniatura.
Es por ello lógico que Ishiro Honda, el gran maestro de este subgénero nipón, acabara realizando su propia versión del gigantesco gorila, que en esta ocasión se enfrenta con un modelo mecánico de sí mismo en una absurda peripecia que resulta divertida y hasta entretenida, y que figura entre los títulos de culto del cine friki por su tronado planteamiento argumental, donde no dudan en mezclar el mito de Kong con la obsesión japonesa por los robots gigantes, o mechas , el destrozo de ciudades y el cine de aventuras con submarino y científico loco incluido.
Por supuesto, el capitán del submarino responde al nombre de Nelson, como el célebre comandante de la serie de ciencia-ficción yanqui Viaje al Fondo del Mar , y para redondear la jugada, el villano de turno, un oriental que se hace llamar dr. Who, como el popular personaje británico, que nos recuerda a Fu Manchú en clave más tecnológica, empeñado en extraer un mineral asociado a una fémina representante de un inexistente país que desea dominar el planeta (buf, es que estos japoneses…¿qué le echarán a sus comidas para idear estas cosas?).
Si a todo ello añadimos alimañas gigantes, una isla y una reescritura del mito del mono gigante para convertirle en el héroe de la historia, tendremos un hilarante espectáculo que tira por el camino de lo absurdo y que hará las delicias de los coleccionistas de este tipo de rarezas.
El encargado de los efectos especiales fue Fuminori Oashi, artífice de numerosas hazañas de Godzilla, así que aporta el interés extra de ver cómo se desenvuelve con este otro personaje mítico de las películas de monstruos tamaño XXL.