Katharina, die Letzte (Catherine the Last)
Sinopsis de la película
El padre de Sybill no quiere saber nada del pretendiente de su hija, Hans von Gerstikow, porque le considera un vividor, mujeriego e irresponsable, y no cree que su hija quede con él en buenas manos. Así que lo echa de su casa el día en que éste se presenta con intenciones formales, pero Hans no está dispuesto a rendirse y se buscará una estrategia para seguir viendo a su noviecita. Así conocerá a Katharina (Francezca Gaal), la doncella que limpia los pisos de la mansión… y quizás desde entonces, las necesidades de su corazón cambien para siempre.
Detalles de la película
- Titulo Original: Katharina, die Letzte
- Año: 1936
- Duración: 89
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Hay mujeres que por ser de extracción humilde, porque su apellido huele a rancho y no a palacio, o incluso, por no tener colgado un diploma que las acredite como personas estudiadas, sienten que su lugar ya está claramente definido y que sería iluso aspirar a otras posiciones en la vida. Pero resulta que hay muchas mujeres con estas características que son bellas, nobles, generosas, tiernas, comprometidas y leales, y con tales cualidades, una cuna, un apellido y un diploma ¡valen huevo!
Katharina (solo muy tarde habremos de saber que también tiene un apellido) es la muchacha analfabeta que limpia los pisos en la mansión de los Braun. Ni siquiera se la toma en cuenta cuando se dan órdenes colectivas a los empleados y su presencia solo es considerada por sus compañeros para definir quien, que no sea ella, descansará el domingo.
Como parte de una estrategia de Hans von Gerstikow para acceder a su enamorada Sybill, Katharina resulta pretendida por este zorro cazador… y así comenzará una relación donde, el irreverente galán, tendrá que elegir entre las dos clases de mujeres que describíamos al principio.
Cuento de hadas bien rociado por La cenicienta –que de vez en cuando se vuelve realidad-, CATALINA LA ÚLTIMA es uno de los seis filmes que le bastaron al director Hermann Kosterlitz, para hacerse luego un lugar en Hollywood, donde con el nombre de Henry Koster, se posicionaría como uno de los realizadores más efectivos y productivo$ de las décadas 1930, 40 y 50.
Pletórico de ternura, gracia y picardía, el rol de Franciska Gaal, renombrada actriz de la escena y el cine europeo -quien también tendría su breve momento en Hollywood, llevada enseguida con bombos y platillos por Cecil B. de Mille-, abría un camino para decenas de imitaciones que tendrían lugar luego, y dejaría una huella imborrable entre los amantes de la comedia romántica.
Al filme de Koster no le sobra un solo plano. Tiene esa magia que te envuelve desde un principio y que te pone a soñar con aquella bella pero marginada muchacha, en el derecho de todos a alcanzar un trocito de la felicidad que abunda en el mundo, pero que unos cuantos se la arrebatan a la mayoría, porque se suele dar más lugar al egoísmo que a la generosidad. Los toques de comedia son sumamente efectivos, y hay momentos de un fuerte romanticismo que es bien seguro, te removerán muy dentro.
Dos años después, y estando ya en Hollywood, Franciska Gaal sería llamada por Norman Taurog para hacer una versión a la americana de CATALINA LA ÚLTIMA, pero The girl downstairs (1938) no lograría el calor ni la autenticidad que tenía el filme de Henry Koster.