Julieta
Sinopsis de la película
Cuando Julieta está a punto de abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal, se encuentra por casualidad con Bea, una antigua amiga de su hija Antía, a la que no ve ni sabe nada desde hace años. Bea le cuenta que vio a Antía en el lago Como, en Italia, y que tiene 3 hijos. Aturdida por la noticia, Julieta cancela su viaje a Portugal y decide escribir sobre su hija, desde el día en que conoció a su padre durante un viaje en tren… Adaptación de los relatos Destino , Pronto y Silencio , de la Premio Nobel de literatura canadiense Alice Munro. Una historia de mujeres sobre el dolor, la culpa y la pérdida.
Detalles de la película
- Titulo Original: Julieta
- Año: 2016
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
6.3
24 valoraciones en total
Mi cita en el cine con Pedro ya llegó. Es algo que busco ansiosamente tras haber visto su última película hace ya dos años, Los amantes pasajeros, comedia alocada aborrecida por casi todos, que me pilló en un momento extraño que ahora veo muy lejano. Julieta me pilla en pleno apogeo de alegrías y emociones. En el mejor momento posible como en su momento me pasó con Hable con ella o incluso con Volver.
Cine de una fuerza dramática casi imperceptible por lo austero y desnudo que lo presenta Pedro. Un torrente de emociones todas juntas arremolinadas sobre unos personajes magnéticos, vivos por dentro y por fuera que cierran un círculo de contención (en las palabras, en los gestos, en esos escenarios) apabullante. Qué acertado ese título original de silencio porque es precisamente ese concepto (lo básico, lo que no hace ruido, lo que fluye por dentro dejándote inmovilizado, sufriendo y disfrutando con la historia) lo que eleva a Julieta a la categoría de verdadera obra maestra y sí, probablemente, a la consideración de la mejor película de Almódovar no en mucho tiempo, sino de toda su carrera.
Es la culminación absoluta de un estilo depurado al máximo que no por ello se olvida de lo realmente importante: Pedro, una vez más, rasca las heridas, las cura e intenta cicatrizarlas a través de personajes, de diálogos, de monólogos y de muchas más cosas que son la esencia de todo su cine.
Muchos la han calificado como la menos almodovariana de sus películas, pero yo no estoy de acuerdo: Julieta huele a dolor, a perdón, a desamor, a alegría contenida, a tantas y tantas cosas que el universo del manchego ha sabido retratar con acierto a lo largo de los años. Ello sin embargo no es óbice para reconocer que Julieta se mira en Hable con ella y en Volver fundamentalmente lo que, en todo caso, me parece algo natural en Pedro. Es evidente además que aunque en Julieta el dominio del guion y de la dirección es absolutamente perfecto (pero que difícil lo tendrán ahora sus detractores habituales), su espíritu, sus colores, sus detalles artísticos (guiños constantes y homenajes a los mitos de Pedro), sus cameos reconocidos y no tan reconocidos y por supuesto la elección de las actrices (portentosas todas ellas, al nivel del elenco de Volver) te llevan inmediatamente a Pedro.
Julieta es la película que yo quería ver. Es la película que necesitaba ver y que me llena de felicidad y emoción en un momento vital de alegría. Es la película que Pedro me ha regalado y por lo cual le estoy inmensamente agradecido. Gracias, Pedro.
Un 10
Mira que intento no caer en la tentación de leer críticas de Almodóvar antes de ver la peli, pero como siempre, no he podido resistirme y he pasado la semana leyendo por allá y por acá.
Decían que era pretenciosa, falsamente engolada, que Emma Suarez estaba poco creíble. Y ya de lo de Boyero, pa qué hablar. Todos mienten. Todos lapidan. Julieta es la película que debía hacer justo en este momento, justo en este lugar de su carrera. Una historia muy pequeña que puede parecer intranscedente pero qué coño, es la primera vez en el cine que te van a contar tan bien como una gilipollez, una culpa, una cabezonada…Te pueden joder la vida a ti y a los demás para siempre.
Si alguien dice que es una película mala o mediocre, mentirá como un bellaco. Y ya si dice que Emma Suarez esta mal, es que no tiene criterio. Qué sutil, cuanto cuenta sin contar apenas nada, qué falsa sencillez tan espectacular. Y que técnicamente gigante es Almodóvar a estas alturas de carrera.
Boyero, no tienes ni idea, eh? Pero ni idea.
Es su película número veinte y miren ustedes de lo que es capaz este señor. Ave Almodóvar. Yo me arrodillo
Regreso del mejor Almodóvar tras varias películas fallidas, quizás su mejor obra de la última década. Vuelve a uno de sus géneros favoritos: el melodrama. Su protagonista sufre y padece, pero el acierto está en velar dicha aflicción y dejarla fuera de campo, al albur de la imaginación del espectador, como si su director fuera pudoroso y se limitara a plantear el folletín pero hurtándonos, por decoro, la catarsis. Es el espectador quien deberá de completar la proyección con lo que tan sólo se apunta o sugiere durante su metraje, por ello, si te dejas seducir por la tragedia planteada saldrás recompensado, pero aquellos otros insensibles al dolor o que rehúyen la congoja y la frustración, se encontrarán con una propuesta adusta, morosa y sin facilidades que les resultará ajena.
El tormento de la pérdida. La crueldad de la separación. La desdicha del abandono. Y todo ello aderezado con el infierno atroz del sentimiento de culpa que te corroe las entrañas y anula tu existencia. El centro de gravedad que articula la trama reside en dos personajes ausentes (o que desaparecerán) y resulta meritorio poner en pie el relato a partir de un vacío que no hay forma de contener ni abarcar, que lo inunda todo y anega todo porvenir. Dar cuerpo a esa fatalidad, a ese drama, a esa angustia, no es cosa fácil. Y Almodóvar apuesta por el camino más difícil: la austeridad. Hay contención en los gestos, moderación en las expresiones emocionales, un ascetismo estético que parece ir contra el sello fallero y exuberante que le ha dado fama. Pero es esa templanza y mesura la que ahonda la medida de la desventura desoladora. Cuando se ha perdido todo, no queda nada.
Es una apuesta arriesgada que me temo no encontrará un público propicio que esté dispuesto a transitar este seco calvario de una mujer ahíta de quebrantos. Pero merece la pena porque nos muestra a un artista el pleno domino de su oficio, mejor guionista que nunca, excelente director de actrices (Emma Suárez y Adriana Ugarte están soberbias, Rossy de Palma e Inma Cuesta dotan de alma a unos breves personajes que podrían haber naufragado) y sabio planificador de secuencias, acertando con el tono y la textura, sin digresiones ni atajos, sin el alivio del humor ni el consuelo de la dicha. Y con un final redondo, de los mejores de su filmografía.
No es una película fácil ni liviana, pero se le hará justicia con el paso del tiempo porque, como todo paisaje memorable, a veces hay que escalar una ingrata montaña para poder apreciarlo.
En una película hay muchos factores que influyen en que te llene o no. En esta, por muy buen guión que tenga, por muy buena fotografía, buena música, los personajes no te atrapan. Son fríos, predecibles: la señora rica, las hijas estupendas, la asistenta, interpretada por la estereotipada Rossy de Palma, Julieta de joven, con un pelucón horrible y que no se sabe si va o viene, Julieta de mayor, sin garra, al igual que Xoan, sin atractivo. La única que se salva, para mi gusto, es Michelle Jenner en su corto papel, me parece el más vivo de todos. Se hace larga, con ganas de que acabe y acaba sin más, con una bonita foto escuchando a la gran Chavela Vargas que te obliga a permanecer unos segundos sentado. Decepcionante.
Pedro Almodóvar después de haber realizado una película tan menor en su filmografía como Los amantes pasajeros, vuelve al drama de mujeres con una película mucho más seria y consistente que aquella. Los que lo acusaron de haberse quedado estancado, no podían estar más equivocados, ya que aquí, el manchego, con un estilo renovado pero fiel a sí mismo, vuelve a regalarnos una lección magistral de cómo se debe contar un melodrama. Un género arriesgado, en el que es muy fácil caer en tópicos o en comedia indeseada y en el cual muy pocos directores saben defenderse tan bien como él. Julieta es probablemente la película más madura y más contenida que ha rodado, pero igual de personal que cualquiera de sus anteriores trabajos.
En esta ocasión, y basándose en tres relatos de Alice Munro, Almodóvar nos habla del dolor, de la pérdida y ausencia de nuestros seres queridos. La película es un intenso viaje emocional narrado por medio de flashbacks, que funciona gracias a una protagonista tan compleja como carismática interpretada en su juventud por Adriana Ugarte y en su madurez por Emma Suárez. El riesgo de no compenetrarse bien y de que cada una entendiera a Julieta de manera diferente era grande, y sin embargo, ambas parecen haber captado a la perfección los matices de su personaje haciendo totalmente creíble el cambio de actriz durante la película. Suárez carga con la parte más dramática mientras que la interpretación de Ugarte es más luminosa y viva. Ambas están extraordinarias. Imprescindible destacar el momento en el que se relevan, resuelto de forma tan sutil como inteligente, creando una dura y a la vez bella metáfora sobre el paso del tiempo. El resto del reparto también resulta muy acertado. Rossy De Palma está estupenda en un papel breve pero sorprendente, e Inma Cuesta, Daniel Grao y Darío Grandinetti también son grandes secundarios.
La cámara de Almodóvar se mueve con delicadeza, aportando imágenes y secuencias muy bellas realzadas por el extraordinario uso del color y de la luz. Las decisiones de dirección, son en su mayoría inteligentes, ingeniosas e incluso sorprendentes (cierta escena de sexo en un tren) y nos recuerda el talento de uno de los mejores y más innovadores directores españoles que nos ha dado el cine. La música de Alberto Iglesias ayuda a realzar las imágenes y a transmitirnos emociones y sentimientos de la forma más elegante posible.
Julieta es una película sobre el silencio y sobre las heridas que son causadas por él. Es un trabajo profundamente doloroso, triste y difícil de olvidar, y desde ya, una de las películas imprescindibles en la filmografía del gran Pedro Almodóvar.
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