Johnny Apollo
Sinopsis de la película
Un corredor de bolsa de Wall Street es encarcelado por desfalco. Su hijo, recién licenciado en la universidad, intenta conseguir trabajo para pagar la fianza. Sin embargo, debido a la reputación de su padre, es rechazado en todas partes. Dadas las circunstancias, acaba entrando en una banda mafiosa y llega a ser la mano derecha de un poderoso gángster.
Detalles de la película
- Titulo Original: Johnny Apollo
- Año: 1940
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
6.8
46 valoraciones en total
No llega a doscientos los usuarios que han llegado a día de hoy aquí y siento sinceramente que es injusto porque se trata de una película que merecería tener mayor reconocimiento, y esto dicho por mí, que le concedo menos estrellitas de las que tiene como media. La relación paternofilial es la clave del desarrollo de la película y a la vez es una de las cuestiones que menos armonía aporta. Padre e hijo viven en una noria, ahora uno sube, ahora uno baja, ahora te dejo de querer, te repudio y luego lo daré todo por ti. De ello se contagia la parte femenina, imprescindible para el cine de la época, con actuación musical incluida, también imprescindible. Al mozo hay que buscarle una buena moza, porque estamos hablando de Tyrone Power.
Precisamente la parte relacionada con la trama gansteril es la que más me atrae, lamento que no se explote tanto o mejor de lo que me hubiera gustado, porque gente sin escrúpulos y de gatillo fácil siempre ocupan la pantalla de forma especial. Los malos siempre molarán más, incluso en una película que se esfuerza por ofrecer extremos opuestos bien diferenciados. Todo lo que tiene que ver con los malos atrae más, mucho más que las idas y venidas de repeinado Power.
¡Qué gran director este Hathaway! Borda casi todos los géneros y, en este caso, el negro-carcelario-gangsteriano (perdón por la palabreja). Un buen maestro siempre saca lo mejor de sus alumnos y eso es lo hace este hábil realizador con un reparto que no tiene desperdicio. A la cabeza, uno de sus actores predilectos, un jovencísimo Tyrone Power, que aprovecha las enormes posibilidades de su personaje para deleitarnos con una espléndida interpretación (la escena del ojo morado y el filete de carne cruda la vería cien veces sin cansarme). Lloyd Nolan pocas veces lució más su indiscutible talento, al igual que Edward Arnold (aunque éste metido en uno de sus habituales papeles). Todos los secundarios están fantásticos, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la chica: para mí, Dorothy Lamour era poco más que una larga melena morena envuelta en vistosas telas de la Polinesia de Hollywood, con un ibiscum en el pelo. Pero aquí esta chica está fabulosa, con unos matices, una contención, una ternura admirables, sin olvidar su profunda voz sentimental. Su interpretación de la canción It´s the begin of the end es un regalo para los oídos.
En definitiva, hay acción sin parar, amor desinteresado en los cuatro personajes principales: padre, hijo, abogado y chica, buena fotografía, preciosa banda sonora, todo funciona perfecto. ¿Por qué casi no la conoce nadie y ni siquiera se llegó a estrenar en España? Misterios del cine que tal vez se deban a que siempre ponen las mismas películas en la televisión. Les aseguro que el cine es mucho más que Casablanca, Lo que el viento se llevó o La fiera de mi niña. ¿A que éstas sí les suenan?
A Johnny Apollo, un alias algo chocante que se le ocurre a Bob Cain, el protagonista, en un momento de apuro de la historia que se nos cuenta, alumno de universidad elitista, cuyas facturas abona puntualmente un padre millonario, se le hunde el mundo cuando este padre acaba en la cárcel con una condena de muchos años por sus chanchullos en el mundo de las finanzas. A partir de aquí el guión se desliza hacia el thriller, sostenido por los cambios sentimentales que experimentan padre e hijo en sus relaciones mutuas.
Henry Hathaway era un director de gran prestigio quien, con el paso de los años, dejó de gozar del favor de la crítica y pasó a formar parte de esa amplia serie que encuadra a directores que esa misma crítica juzgó sobrevalorados y que, como suele suceder en todo tipo de valoraciones conviene revisar cada pocos años, pues en estos mercados los valores suben y bajan que da gusto. La verdad es que Hathaway es un director como la copa de un pino, con sesenta y ocho títulos en su haber, de una calidad más que notable. Esta película puede ser un buen ejemplo de lo que decimos. Protagonizado por un Tyrone Power de 26 añitos, un, como siempre estupendo Edward Arnold, de quien solamente quisiera saber si en alguna época de su vida lució una figura más estilizada, y una Dorothy Lamour que nos deleita con un par de canciones magníficas, conviene verla para comprobar la solidez de la cinematografía norteamericana en esos años.
Esta es una de tantas películas que son excelentes y que no conoce ni su productora.(En este tipo de obras es especialista Tyrone Power). El tema es muy interesante, y además es muy lógica, y no hay casi ningún detalle que esté «tomado por los pelos´´. También nos ofrece una gran interpretación de Power, el cual nos muestra la metamorfosis sufrida desde su inicio de niño bueno e inocente, hasta el de «estafador´´. Posee unos temas musicales preciosísimos, interpretados por Dorothy Lamour.
Una película con tintes negros, que relata de como unos ricachones están metidos en asuntos turbios, y de estar en lo más alto, ahora se ven en lo más bajo y codeándose con gente indeseable.
Es entretenida, ya que la trama transcurre sin respiros. Hay hasta un momento para oír algunas canciones.
Tyrone está muy bien, la verdad que ha crecido como actor, donde sus primeros papeles su tono de voz, por ejemplo, era muy plana. Poco a poco ha ido haciéndose más grande, y seguramente su porte físico hizo que le dieran papeles y creciera como actor.