Jarhead, el infierno espera
Sinopsis de la película
Crónica sobre la guerra del Golfo: imágenes de pozos de petróleo ardiendo en la noche, reclutas ruidosos y llenos de entusiasmo, pero también atemorizados ante la idea de toparse con el enemigo en cualquier momento, chicos que juegan al fútbol con las máscaras antigás puestas, mientras esperan el correo. Sin embargo, en esta situación infernal nacen grandes amistades y lealtades incondicionales. Así nació la hermandad de los jarheads que se juraron fidelidad eterna.
Detalles de la película
- Titulo Original: Jarhead aka
- Año: 2005
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
Película
6.4
96 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Ammar Daraiseh
- Arman Zajic
- Becky Boxer
- Brian Casey
- Brian Geraghty
- Brianne Davis
- Chris Cooper
- Craig Coyne
- Damion Poitier
- Dendrie Taylor
- Dennis Haysbert
- Donna Kimball
- Evan Jones
- Iván Fenyö
- Jacob Vargas
- Jake Gyllenhaal
- Jamal Grimes
- James Morrison
- Jamie Foxx
- Jamie Martz
- Jocko Sims
- John Krasinski
- Katherine Randolph
- Kevin Foster
- Kristin Richardson
- Kurt Larson
- Laz Alonso
- Lucas Black
- Martin Papazian
- Ming Lo
- Nasser Faris
- Peter Gail
- Peter Sarsgaard
- Riad Galayini
- Rini Bell
- Scott MacDonald
- Tyler Jon Olson
- Tyler Sedustine
- V.J. Foster
Ya basta de patriotadas: entierros con aviones rozando el cielo mientras suena una música tope de chachi chuli. Ya basta del típico soldado con las tripas colgando y su típico: Decídle a mi novia que la quiero. Ya basta la respuesta del soldado tan asquerosamente típica de: Se lo podrás decir tu mismo, ya verás, sinónimo de: Te quedan 5, 4, 3, 2, 1…
Ya basta de soldados que entran en bases enemigas y se matan todos mientras se oye la misma musiquita patriótica del entierro también patriótico. Ya basta de esos inicios en que se oyen comunicados de soldados a través de sus walkie-talkies mientras aparecen imágenes en blanco y negro de la guerra.
Jarhead acaba con todo esto ofreciendo un punto de vista diferente y en el que la guerra no es divertida. No nos confundamos, lo tratan como algo divertido pero no lo es. El punto de vista de una base militar. Sin patriotadas, sin lágrima fácil, sin discursos, pero guerra igualmente. Recomendada a todos aquellos que quieran ver la guerra desde otro punto de vista o los que quieran pasar una tarde entretenida.
Hasta Jarhead sólo había visto dos películas de Sam Mendes: American Beauty y Camino a Perdición . La primera me pareció lenta, sobrevalorada, muy cuidada en la forma y extremadamente aburrida en el fondo (humo de colorines, por decirlo de alguna manera). La segunda me pareció igualmente lenta, infravalorada, igualmente cuidada en la forma pero entretenida en el fondo. Así que dejando a un lado su particular (y lentorro) modo de contar las cosas, se puede decir que mi marcador particular con Sam estaba 1-1 y esperaba que Jarhead fuese el desempate. Pues no. La he visto dos veces con varios años de diferencia y ahora pienso una cosa radicalmente distinta de lo que pensé en su momento. O sea, que mantengo el 1-1 hasta que vuelva a verla o hasta que Sam haga otra película.
La primera vez que la vi me pareción una castaña (una aburrida castaña: American Beauty segunda parte). Un grupo de mamarrachos groseros haciendo el canelo sin que pase nada en las dos horas que duraba la peli. Hoy la veo de otra forma, como un docureportaje sobre lo que es la guerra actual en la que las guerras se pelean a distancia, con aviones no tripulados y misiles dirigidos, y la infantería pasa meses y meses sin hacer nada más que pasar el tiempo intentando no morirse de aburrimiento. Y claro, para narrar el aburrimiento quién mejor para que Sam Mendes. Pues nadie. El tío se recrea en los abundantes ratos muertos que vivió la infantería americana durante los meses previos a la primera Guerra del Golfo y consigue que te aburras como uno más de ellos. Incluso con la guerra en marcha, hace que se viva la frustación de los marines (y la del espectador) viendo que la guerra pasa alrededor sin que ellos tengan nada que hacer más que esquivar algún disparo perdido o el fuego amigo.
Cada uno de los aspectos individuales de la película son sobresalientes. La fotografía y la ambientación son espectaculares, esta película debe de ser los más parecido a estar en el desierto o a sentir que llueve petróleo de los campos incendiados. Las interpretaciones también son muy buenas. Y, como ya he dicho, la dirección y el guión son magistrales dentro del hecho de que pretende reflejar el aburrimiento. Y supongo que precisamente eso es su principal defecto (por llamarlo así): que para vivir y sentir el aburrimiento de otros… pues me puedo poner a leer algo de Camilo José Cela, ver La noria o poner la lavadora.
Hoy por hoy, la recomiendo… Pero no pienso volver a verla hasta dentro de un par de años, a ver qué pienso entonces.
Curiosa película bélica, la única que se me ocurre ahora mismo sobre la Guerra del Golfo, que pasó desapercibida en su momento a pesar de venir firmada por Sam Mendes.
Al margen de cosas como su exceso de homenajes (a La chaqueta metálica, El cazador, Rambo, Apocalypse now…) y de cierto tono trascendental que no le sale nada bien (sobre todo al final), la considero una película más inteligente de lo que parece un momento. Es verdad que no tiene nada de original, que repite los clichés de infinidad de películas anteriores, que no va más allá de los detalles, pero…¿realmente es verdad todo eso? Yo creo que no. Lo cierto es que, si todas las películas bélicas suelen ser hijas de su tiempo, ésta no es una excepción, y por eso es como es y no de otra manera. Así como las de la Segunda Guerra Mundial tienden a tener un tono de esta guerra había que ganarla , o las de Vietnam son pesimistas y muy críticas con los EEUU, Jarhead también representa el espíritu de la Guerra del Golfo.
Por primera vez en una película bélica, los personajes van a la guerra y no tienen contra quien luchar. No hay baños de sangre, trágicas muertes que acaben con el protagonista cubierto con los sesos de su amigo, ni tampoco esos remordimientos que le surgen al soldado que mata por primera vez. De hecho todo es tan diferente que durante la película los soldados se enfrentan más veces entre ellos mismos que contra el enemigo, y la mayoría no llegan siquiera a disparar a nadie, lo que unido a la incertidumbre de cuándo van a entrar en combate es lo que les da esa sensación de permanente incomodidad, de no entender lo que están haciendo allí. Si una virtud tiene Jarhead, que por otro lado no destaca por una historia bonita ni por unos diálogos punzantes, es sencillamente la capacidad de recrear lo que tuvo que ser la Guerra del Golfo para esos marines norteamericanos muertos de aburrimiento en medio del desierto. No hay tragedia, como en Vietnam o en Japón, ni tampoco historias de grandes ideales sobre salvar el mundo y preservar la libertad, sino más bien una especie de confusión, una marciana sensación de no saber qué pinta uno allí, ni lo que está ocurriendo, ni si ha ido para ayudar a los kuwaitíes o para proteger los pozos de petroleo.
Una cosa de la película que raya a gran nivel es la interpretación de todo el reparto (gracias también al realismo de los personajes), particularmente en los casos de Jake Gyllenhaal, Peter Sarsgaard y Jamie Foxx. Otra es la fotografía, que se desmelena sobre todo en las escenas nocturnas con los pozos ardiendo y todo eso.
Cuánto me jode escuchar al que no tiene ni puta idea hablar de lo que es o no la guerra, de lo que es o no la milicia. Evidentemente, el que no se crea lo que aquí nos muestran no tiene amigos íntimos en infantería ni en marina. Yo sí los tengo, y hablo muchísimo con ellos sobre el tema. Os aseguro que me han contado cosas que a esos usuarios y a esos críticos –como el zoquete de Kyle Smith, del New York Post, que asegura, porque se le ha metido en los cojones, que lo de jugar al fútbol con las máscaras es falso– les parecerían poco verosímiles . Por poner dos ejemplos, a uno de mis colegas le daban piedras en vez de munición para defender su barco, y el otro se pilló tal ciego que se presentó a formar en gallumbos y soltando babas por todos los orificios de su cuerpo.
Pero vamos con la película. Para empezar, es de justicia aclarar que es tan intimista como antibélica. Se centra en una división particular de una guerra particular con un punto de vista particular y, desde luego, realista. Nos explica, con pelos y señales, cómo matan el tiempo esos soldados que no entran en combate durante un conflicto, y, por extensión, los efectos que tiene la forma de vida marcial en los jóvenes. En mayor o menor medida, todos terminan tocados del ala, porque, si no estaban ya medio locos al alistarse, terminarán estándolo al convivir con capullos cabezas huecas. Si alguien propone ir de putas, se va, si alguien propone joder al nuevo, se le jode, es adaptarse o ser víctima de abusos continuos.
Por otro lado, la vida del militar está reñida con el amor. Amor y distanciamiento permanente son conceptos opuestos, así que las rupturas y desengaños se producen en poco tiempo.
Además, las interpretaciones son magníficas –sobre todo la de Jamie Foxx–, y la fotografía, y unos efectos especiales tan buenos que parece que hubieran estado rodándola en directo en plena guerra del Golfo.
Como decía un crítico, se trata de una sucesión de detalles, no de un argumento. Aunque él lo veía como un defecto, yo lo veo como una virtud. Otro crítico decía que al final todo es irrelevante. Es una opinión, pero yo creo que si los jóvenes vieran esta película, se lo pensarían más de tres veces antes de firmar el contrato –me refiero a los que tengan un mínimo de cerebro, claro–.
Otro género que ha sido finiquitado en lo que llevamos de siglo ha sido el cine bélico. Ahora los dos tipos de producciones que se hacen basculan entre el film pacifista y cercano a un dossier de Amnistía Internacional, o bien se mueven en lo más zafio de la acción para adolescentes son ningún tipo de conocimientos verdaderamente militares. Por eso cuando Sam Mendes estrenó en 2005 Jarhead, el infierno espera fue como viajar en el tiempo y situarse en la época gloriosa de Apocalypse now, La chaqueta metálica, Platoon o El cazador. Todas ellas y algunas más son homenajeadas en esta excelente cinta de Mendes, que como suele pasar cuando haces una película para minorías no puedes tener el éxito inmediato.
Para meterse en el universo de Jarhead, el infierno espera hay que tener un cierto mínimo conocimiento de historia, de política y sobre todo de vida castrense. Al mundo militar le ocurre como a los toros, se opina sin saber y así luce el pelo a muchos.
El recorrido vivencial de la tropa en ese largo periplo de pasar de ciudadano a convertirte en un guerrero está maravillosamente contado. Que encima sea en una Guerra como la del Golfo, que la ganó básicamente la aviación, imposibilitando a la mayoría de los miembros del Ejército de Tierra ejercer sus funciones y creando una serie de problemas de ansiedad ante lo que nunca llega ni llegará queda reflejado perfectamente en la película. Además el compañerismo, el complicado día a día, los traumas de la vuelta a casa y el despecho de las novias también suman.
Una aclaración, con los trajes completos de NBQ se hace la pista americana entre otras cosas. En la película sólo llevan la máscara, y ni siquiera llevan filtro y no parece tampoco que esté sellada correctamente. Pueden jugar al fútbol americano y a lo que quieran. Eso sí, primero siempre se pone la máscara no el mono, ¿verdad Jake Gyllenhaal? Que hagas eso después de la instrucción es para matarte. Hay más errores sin mucha importancia como que una sección la manda un teniente no un sargento, que además es muy raro si es de instrucción que acabe en el Golfo también como mando operativo. Pero Jamie Foxx lo hace tan bien que el resto importa poco. También se echa de menos alguna mención a la coalición internacional, pero los americanos son así.
Aquí no aparecen ni rambos flipados ni muchachitos timoratos o amanerados, sólo marines, profesionales que intentan sobrevivir haciendo su trabajo lo mejor posible, aunque no les dejen.
Nota: 7,8.