Isabella
Sinopsis de la película
Mariel (María Villar) es una actriz de Buenos Aires que intenta obtener a lo largo de dos años de audiciones el papel de Isabella, la heroína de la comedia Medida por medida. En el camino entre la frustración y la idea del éxito, Mariel se encuentra una y otra vez con Luciana (Agustina Muñoz), una antigua compañera de teatro, que actúa como una suerte de sombra brillante, un destino que no puede evitar, que la ilumina y encandila al mismo tiempo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Isabella
- Año: 2020
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
Película
5.8
68 valoraciones en total
La directora argentina Matías piñero nuestra esta coproducción Argentina francesa en competición Albar en el Festival de Gijón. Viene con la mención especial de la sección Encounters de Berlín 2020, y haber pasado por Lisboa o La Roche sur Yon.
La protagonista Mariel, interpretada por María Villar, quiere actuar en el papel de Isabella de la obra de Shakespeare medida por medida . Luciana, que también es actriz, la ayuda con el papel. Durante la audición Mariel se da cuenta que Luciana está intentando conseguir el mismo papel que ella.
La cinta juega constantemente con el tiempo, yendo de alante atrás y de atrás alante, repitiendo diversas escenas que pueden llegar a parecer un poquito cansinas, como la entrada de la protagonista en la piscina.
Las escenas están grabadas con maestría, está claro que Matías es un cineasta experimentado ya que constantemente se ven muestras de su calidad, haciéndonos meter en la película con voces de gente que no aparecen en pantalla, imágenes cortadas con la duración justa y la policromía perfecta, etc. Ejemplo de esto se ve desde el inicio con esos bellos colores violeta, que continúan estando presentes a lo largo de toda la película. Por contra, no termina de quedar muy claro la alegoría sobre las dudas y las 12 piedras que hay que tirar al mar para saber si sigue existiendo la duda o ya está solventada.
Las interpretaciones parecen un poco flojas, no en lo visual, sino en lo sonoro, ya que en muchos momentos de la cinta las conversaciones parecen que están siendo leídas del papel del guión directamente, lo que hace que el espectador salga despedido bruscamente de la atmósfera de la película y le cueste volver a meterse en ella.
*Frustración
Aunque Isabella abarca un tema bastante universal, la construcción de la película no es para nada sencilla. El montaje, sin un hilo conductor claro, termina cansando al espectador. Se pierde la noción sobre el tiempo haciendo que cada minuto sea más largo que el anterior. Son más de seis las veces que la cámara reposa sobre un mismo plano y, como es de esperar, termina volviéndose algo pesado. El espectador está obligado sin previo aviso a saltar a través del tiempo con una intención demasiado oculta e imperceptible.
Pasa exactamente lo mismo con los cuadros de colores en la pantalla o los juegos con el formato. No siempre son malos, pero se vuelven demasiado soporíferos. Al igual que la protagonista, las personas sentadas frente a la pantalla sienten la misma frustración, pero en este caso, por no encontrar sentido a tanto virtuosismo insípido.
*Esperanza
Muchas de las decisiones no son favorables para el éxito global de la cinta, pero otras por separado funcionan a la perfección. El inicio de Isabella es una muy buena forma de exponer al espectador todo el dilema de la película desde un comienzo. Inconscientemente se está mostrando que no será una película fácil, implica reflexionar en cada lanzamiento de piedra. Lo primero tras treinta minutos es pensar si abandonar la pantalla, una vez aceptado el reto comienza el juego.
La dedicación de la protagonista aferrándose a su reserva de energía, genera gran esperanza. No se observa en ningún momento que Mariel muestre demasiado predispuesta a ensayar o que se esfuerce al cien por cien en su meta, ya que desde la primera secuencia, observamos a una mujer cansada de luchar por algo que se le parece escapar entre los dedos.
Isabella no es una pieza sobre la motivación para conseguir un sueño, para aquello ya tenemos Rocky. El tema principal habla de la resignación hacia un destino que por fuerza natural decide alejarnos de nuestros objetivos. Aún así, la protagonista cansada de intentarlo quemará su última bala bajo un manto de frustración.
*Conclusión
Isabella es una película arriesgada y muy original. Para nada hay que desprestigiar su valentía a la hora de innovar. Todas las características dan un toque personal a la obra e intentan recrear un sentimiento personal. Aun con todo lo anterior, la obra no es para nada entretenida, su ritmo es bastante tosco y en numerosas ocasiones invita a desconectar.
Una vez terminada, solo podrás recordar momentos sueltos, como su comienzo, ya que la repetición de secuencias, planos y saltos temporales, intentarán con gran esfuerzo provocar una respuesta en tu cabeza a tanta información innecesaria, olvidando así, gran parte de la cinta.
Escrito por Ismael Arias
Lo de que Isabella, película argentina del sin par 2020, es una propuesta interesante y seductora lo diría Bergman, quien le hubiera gustado, y a un tal Cassavetes más. Si Bergman y Cassavetes se unieran en una misma mente hubieran parido algo como esto, con acento porteño, eso sí. Un ejercicio de estilo más, que como todos los ejercicios de estilo o te atrapa o te desconcierta y le llamas snob, pedantería y qué se yo más. Ejercicios de estilo que cuentan con la complicidad de las actrices protagonistas de Isabella (no sé por qué me recuerda a mi manera a la Julieta de Almodóvar, porque no tiene nada que ver pero se asemeja en algo) que se saben el papel (el que haya visto la película sabrá por qué lo digo. Vida y colores).
Y como esto de los ejercicios de estilo y que te gusten es algo tan personal (faltaría más) pues a mí me ha llegado y me ha convencido. En hilo directo con Cassavetes, éste me ha dicho que escriba esto. Para que se sepa es.
Matías Piñeiro ya nos tiene acostumbrados a esta saga a la que él llama Las Shakespeariadas . En esta ocasión se vuelve a plantear un paralelismo entre las líneas del escritor anglosajón y los obstáculos a superar por parte de la protagonista del film. Esto aderezado con juegos de luces, colores, vueltas en la cronología y cierto toque experimental, recrea una propuesta sobria y efectiva.
Mariel (María Villar) y Luciana (Agustina Muñoz) son dos amigas que se reencuentran luego de un largo tiempo sin verse. Luego ocurrirán otros cruces casuales y no casuales a lo largo de varios meses. Ambas se presentan a un casting para el papel de Isabella en Medida por medida de Shakespeare y el hermano de la primera es el amante de la segunda.
Los distintos tiempos en que se producen los reencuentros se encuentran alternados (la narración va y viene entre ellos) y encuentran a las dos en diferentes circunstancias, locaciones y actividades y, sobre todo, en distintos momentos en relación a su vocación por la actuación.
La alternancia de los tiempos está resuelta con mucha fluidez y no crea confusión en el espectador y las locaciones van de los espacios cerrados a bellos parajes agrestes, como el de las de las sierras cordobesas, creando climas muy diferentes.
De ningún modo es la historia de la competencia por un papel teatral, Ambas amigas actúan como espejos en cuanto a la manera en que van resolviendo su vocación por el teatro. Mariel es menos confiada en si misma y Luciana es más desenvuelta, más exitosa, en algún punto y hasta luce más diva .
Ambas actrices dotan de una gran espontaneidad a sus personajes y se produce una gran química entre ellas, si bien el registro no es naturalista.
En las películas de Matías Piñeiro siempre hay referencias al mundo de Shakespeare y se pueden considerar (sobre todo esta película) como ensayos o reflexiones sobre los dispositivos narrativos cinematográficos y teatrales (que aquí el director cruza). En este caso se suman referencias al color púrpura y la descripción de ciertas cábalas o ceremonias a la hora en que el ocaso se tiñe de ese color. Este aspecto y la película en general remiten a El rayo verde, de Eric Rohmer, sobre señales que ayudan a tomar decisiones o brindan certezas en los ocasos.
Matías Piñeiro ganó el Premio a Mejor Dirección de la Competencia Internacional del 35 Festival de Mar del Plata y María Villar el Premio a Mejor Interpretación en la misma categoría.