Irul

Un comentario en «Irul»

1. Irul (2021), estrenada en Netflix con ese título que se podría traducir como ‘oscuridad’, es una película india de suspenso dirigida por Naseef Yusuf Izuddin. Un escritor, una abogada y otro misterioso hombre se entrelazan en un juego de desconfianzas luego de descubrir un cadáver en un sótano.
   
   Por Nicolás Bianchi
   
   El sub continente indio es un mundo complejo integrado por distintas naciones y culturas. Irul está hablada en malabar, uno de los 22 idiomas oficiales de la India que es utilizado por alrededor de 35 millones de personas en la costa suroeste del país. Los bosques lluviosos o húmedos son una de las regiones características de la zona y que sirven, en este caso, de marco para la película.
   
   Alex (Soubin Shahir) es un escritor que logró cierto éxito con su última novela policial, y que le propone a su reciente novia Archana (Darshana Rajendran) pasar un fin de semana en una casa alejada de la ciudad. El plan, que la película introduce de manera un tanto torpe, es que ninguno de los dos lleve su teléfono celular, seguramente para lograr más conexión en la pareja.
   
   La noche en la que parten es tormentosa y en algún punto del camino el auto en el que viajan se descompone. Sin otra forma de pedir auxilio ambos se dirigen a la primera casa que encuentran iluminada, en lo que es una fórmula recurrente del cine de suspenso o terror. En este caso dos personajes arriban, por (mala) fortuna, en un caserón que desconocen y que, a primera vista, parece vacío.
   
   Pero no es así. Con algo de demora emerge del interior el misterioso Unni (Fahadh Faasil), un hombre que en principio permite que la pareja ingrese a la casa para refugiarse pero que luego se muestra hermético. El teléfono no anda por la tormenta que se desarrolla afuera y él no tiene celular porque, dice, es un invento que nunca le agradó. Se podría pensar aquí en la colisión que quizás exista en India entre la vida más volcada a lo tradicional y las nuevas formas de consumo que se introducen a partir de que vastos sectores de la población comienzan a ser del sector que en Occidente se describe como de clase media.
   
   En cualquier caso, los tres personajes se encuentran en una gran casa durante una noche de tormenta y no se pueden comunicar con el exterior. Cuando uno de ellos descubra que en el sótano hay un cadáver reinará la confusión. Una intrigante escena en la que los personajes parados alrededor de una mesa comienzan a desconfiar unos de otros y en los que la cámara viaja entre ellos de manera tal que todo lo que dicen luce posible, deja instalada la posibilidad de que todos podrían estar mintiendo.
   
   ¿El asesino que narra el escritor Alex se hizo realidad? ¿Será él mismo que practica lo que luego cuenta en sus libros? La intriga y el punto de vista recaen en Archana, que se ve envuelta en una serie de acusaciones cruzadas entre los dos hombres. El tono de Irul se mantiene siempre en el suspenso aunque en ciertos momentos bascula hacia el terror. El mayor logro de la película es sostener esa incertidumbre a partir de lo que sembró en el primer tramo del relato y lograr un juego fluido con aspectos de los personajes que parecían una cosa pero bien podrían ser otra.
   
   La apuesta de Irul es claramente comercial y sus mayores influencias están en el cine de Hollywood. De todos modos conserva cierto matiz autóctono. Otro juego con la cámara y su velocidad, que se da en el desenlace, y la típica escena del cine indio en la que uno de los personajes rompe la cuarta pared para explicar a cámara lo sucedido le agregan un toque distinto al de las películas de suspenso mainstream occidentales (aunque, claro, no sean todas iguales). Hay algunos rasgos y significados del cine indio, que desde aquí, todavía permanecen en la intriga y la oscuridad.