Invasión
Sinopsis de la película
Tras la catástrofe de un transbordador espacial que se estrella contra la Tierra, una misteriosa epidemia comienza a alterar el comportamiento de los seres humanos. Una psiquiatra de Washington, Carol Bennell (Nicole Kidman), junto con varios científicos, descubren que el origen de la epidemia es extraterrestre, y que se está expandiéndose a toda prisa por todo el planeta, infectando a los humanos en una mutación de su ADN que hace que no muestren emociones.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Invasion
- Año: 2007
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
5.2
67 valoraciones en total
Esta crítica/mensaje es para esos críticos gafapastas que han descalificado la película mucho antes de verla y que, cuando la vieron, por supuesto, se sintieron obligados a no disfrutarla. Por una cuestión de principios. O de soplapollez.
El cine es arte, y, como tal, pretende extasiar los sentidos. ¿Es una definición pedante? Sí, pero también es válida. Te chinchas. Y sentarse a ver una película esperando que ésta nos ilumine la materia gris y nos descubra si el huevo fue antes que la puta gallina es de ser un auténtico gilipuertas. El cine entretiene, conmueve, divierte, enternece… y cuarenta pares de cosas más. Y ésa es la vaina, no hay otra. ¿Remake? Pues claro. Pero todo en el cine lo es, y en literatura. Ya comentó un genio, tiempo atrás, que las tramas originales sobre las que se componen las historias no son más que cinco o seis, y que todo lo demás son variaciones sobre las mismas: el amor, los celos, el odio, la venganza… Cinco o seis argumentos puros. Lo demás, copias enmascaradas. Y no pasa nada. Es lo que hay, y bendita sea la cosa. A esas tramas puras podemos añadirles ingredientes de la era moderna: extraterrestres cabrones, viajes espaciales, héroes de tebeo… y ya tenemos algún argumento más sobre el que deformar otro puñado de historias. Pero estaremos prácticamente en las mismas: que, a fin de cuentas, todo seguirá siendo un constante remake. Y desacreditar esta película con la excusa barata de jo, la peli -original- era mejor es precisamente eso: pataleta de crítico barato.
Lo que cuenta, majetes, es la firma, el criterio del realizador, su pulso, su sello. ¿O qué pasa? ¿Que no me meto en el cine a ver El pianista porque ya he visto antes otras pelis sobre el Holocausto? Vete por ahí, anda.
Lejos del encanto de la original de Siegel y también de la intriga de la versión de Kaufman, esta revisión de los ultracuerpos está en plena armonía con el espíritu de los tiempos: políticamente correcta y definitivamente light. Impecable desde el punto de vista técnico (faltaría más), no ha sabido actualizar el peligro que en tiempos pasados se identificaba con la amenaza comunista. Como en todas las películas mediocres, falla el guión. Kidman y Craig van cada uno por su lado, aunque la australiana me resulta tan fría que no recuerdo un solo papel en el que haya transmitido química con su pareja protagonista, y desde que se ha hecho adicta al botox, menos aún. La historia carece de tensión, y el final, mucho más cerrado que en las versiones anteriores, no le hace ningún favor a la película. No aburre, pero tampoco arrastra al espectador o le invita a reflexionar sobre algunas de las cuestiones que se insinúan. Para mí que el director y el guionista cambiaron en la fase REM.
Su inicio es suficientemente interesante como para tenerte pegado a la pantalla, pues aun sin resultar excesivamente brillante, se mantiene a flote gracias a un conjunto de momentos y diálogos de lo más trabajados que salen a relucir cuando la cinta lo requiere y le dan un poco más de carácter que a tantas otras adaptaciones o reinvenciones de historietas que nunca tienen lo que hay que tener en el instante preciso.
Amen de funcionar bien todo ello, la trama va enlazando información de forma bastante cómoda y funcional con tal de aportar al espectador los datos justos que necesitará para saber a que atañerse más adelante.
Las virtudes del cine de Hirschbiegel, en consecuencia, se notan en una primera parte ciertamente esperanzadora si tenemos en cuenta que con Invasión nos hallábamos ante la tercera adaptación de una misma novela o segundo remake de un mismo film (según se quiera ver).
Es, en cambio, a partir de algo menos de la mitad del metraje, cuando todas esas virtudes desaparecen en pro de un montón de ramplonas y simplísimas secuencias de acción interconectadas entre ellas que sólo logran que la acción avance de un modo torpe, ineficaz, vago.
Como era de esperar, la tensión que deberían poseer todas esas secuencias, se diluye ante la blandura de unas imágenes poco trabajadas y nada sólidas que sólo se acogen a la presencia en pantalla de una actriz (Nicole Kidman) que cada vez encauza mayores despropósitos entre proyectos de cierto interés, y deja a un público que podría estar más pendiente de ella, si demostrase más madurez en el momento de escoger sus papeles, con un palmo de nariz.
En definitiva, Invasión no pasa de ser otra de tantas cintas flojas en forma y tan inocentes o evidentes en su contenido, que al final uno termina pidiendo la hora antes de tiempo y pensando que si se hubiese acudido a actores de la magnitud de Ben Affleck o Mark Wahlberg para interpretar a los infectados , se habría ganado mucho más en veracidad… y en risas, porque no. También en risas.
Nicole Kidman es una gran actriz, de eso no cabe duda. De lo que tampoco cabe duda es que de un tiempo a esta parte no se ha caracterizado por saber elegir los papeles. O mejor dicho, se ha caracterizado por protagonizar cualquier cosa: desde pestiños como Embrujada o Las mujeres perfectas hasta películas frígidas como La intérprete o Retrato de una obsesión , pasando por incomprensibles anuncios de perfume o consolas.
Invasion es desconcertante, así que se puede decir que Nicole Kidman mantiene la racha. Si se considera cada escena por separado, son escenas frías carente de cualquier forma de vida o sentimiento (lo más parecido son algunos diálogos de moralina barata sobre el ser humano como individuo, la guerra de Irak o la sociedad actual). Por el contrario, el conjunto es una locura gracias a un montaje que corta y pega lo que le viene en gana y no deja pasar cinco segundos sin saltar de una situación a otra. Supongo que pretende dar sensación de frenesí, pero queda un poco cutre.
La historia es lo único interesante de la película, pero da la impresión de haberla visto ya antes. El desarrollo de la trama tampoco es nada del otro mundo y el final es más simple que un sonajero. ¿Recomendable? No ¿Después de verla se tiene la sensación de haber perdido el tiempo? Tampoco. Si ya digo que es desconcertante…
Si por algo se caracteriza Hollywood hoy en día, por desgracia para las pocas mentes brillantes que trabajan allí, es perpetrar buenas películas de hace años creyendo que les van a dar un toque nuevo. Mentira, ya lo tendrían que saber, si una película fué buena hace 30 años lo seguirá siendo siempre, y por ello emplear tiempo y dinero en estas labores es una verdadera tontería.
Pero la verdad sea dicha, de todos los refritos infumables que nos estamos comiendo en los últimos meses, este me parece bastante decente y muy entretenido. Porque seamos sinceros, una película de este tipo no puede aspirar a más, e Invasión cumplió con mis espectactivas y por ello me dejó muy satisfecho.
El guión es lineal, mecánico y sin sorpresas, pero constante durante el mantenimiento del suspense. También lastrado por una dirección (sea quien sea de los dos directores el que la dirigió) con poco entusiasmo. La película habría quedado perfecta con una dirección clásica dando miedo de verdad con la simple atmósfera creada por el guión, y no por esputos mucopurulentos. Los planos sanguineos de las infecciones son del todo prescindibles.
En cuanto a interpretaciones, la verdad, siempre es un placer ver a Nicole Kidman trabajar ya que hace todos los géneros y los hace bien (Embrujada es una excepción). Su terror y su preocupación son palpables sin darnos una actuación de nivel.
Daniel Craig apenas aparece en los 90 minutos del film, en un papel que ni siquiera le deja lucirse como actor.
Y ya que la película ha sido un fracaso importante, espero que la industria se plantee acabar con la época remake que estan siendo estos últimos años. Aunque me temo que va a ser difícil mientras lo que mande sea el dinero, y no la innovación, la creatividad y las ganas de trabajar.